Capitulo 49. 4/4

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JAMES STANTON.

La clase del lunes hubiera sido muy aburrida, de no ser por el hecho de que entablo durante toda la hora una conversación con Alex, el profesor estaba distraído corrigiendo algunos trabajos, así que podían permitirse una pequeña charla, esta vez se había sentado a su lado, un poco impetuoso de su parte, pero no es que estuviera sobre ella, simplemente sentado a su lado izquierdo, mirándola hacer círculos y escrituras en su cuaderno, tenía curiosidad, y quería saber que pasaba por su mente― ¿Qué piensas? ―soltó, esperando que fuera honesta, o por lo menos lo más honesta que pudiera ser, por primera vez no quería exigir, simplemente sentía curiosidad.

―Bueno, estoy pensando en... no se... ―ella le miró, directo a los ojos, no estaba durmiendo bien, lo sabía, las marcas oscuras bajo sus ojos eran la muestra de ella, tenía ganas de preguntar, pero sabía que corría el riesgo a alejarla, haciendo que se cerrara de nuevo. Quería preguntarle cómo se sentía, y la razón por la que parecía tan cansada, pero se mordió la lengua, así que espero por su aclaración― Pienso que debería disculparme contigo... ―dijo con la cabeza baja, como si se avergonzara de algo, jugueteaba con sus manos, las cuales ya no estaban vendadas, no podía ver sus palmas, pero esperaba que no hubieran quedado marcadas, sus uñas estaban todas pintadas de un verde fosforescente, no eran ni cortas, ni largas, simplemente delicadas.

― ¿Por qué piensas eso? ―no entendía, se sentía como cuando lo agarraban distraído con una pregunta en clase, ¿Por qué habría de disculparse con él? Si no había hecho nada, no se habían visto desde hace días, ¿Se había perdido de algo acaso? No encontraba mucho sentido a lo de la disculpa...

―Por lo del otro día ―parecía apenada― Creo que no debiste haber dejado que... ya sabes, lo del día que estuve enferma. ―y seguía sin entender, ¿A qué se refería? Estaba a punto de preguntárselo, pero ella continuó― Sabes, por lo de la mejilla, siento que fue un poco invasivo de mi parte... ―no pudo evitarlo, pero empezó a reírse, no muy fuerte, porque entonces llamaría la atención del profesor, Alex tenía las mejillas casi tan coloradas como su llamativo cabello― Te estás riendo de mi, y no entiendo por qué ―su cara era de total confusión.

―Me parece una disculpa innecesaria, no es un crimen besar a alguien en la mejilla, además, no es que yo me haya molestado, el gesto es bastante inocente a decir verdad, no me quejo si una chica linda decide besar mi mejilla. ―dijo con una sonrisa, dándose cuenta de que la encontraba "linda", los colores en el rostro de Alex parpadearon como luces de navidad, sus ojos inquietos iban de un lado a otro como si buscara la salida de emergencia en medio de un desastre natural.

―Oh... bueno... está bien, supongo que si tú dices que no es necesario... está bien...

―Oye. ―dijo llamando su atención para poder ver bien su rostro, quería tocar sus mejillas, pero se contuvo, ella levantó la cabeza, y le miró de nuevo― La verdad es que estuvo bien pasar una tarde juntos, digo, no juntos, juntos, simplemente pasar el rato, no digo que me gusta verte enferma, pero oye, no me quejó de haberme quedado contigo ese día, y bueno... como te dije antes de irme, me alegra haberme quedado, eres simpática Alex, no es que conversamos mucho, ni que no conozcamos muy bien, pero bueno, tu entiendes. ―tenía ganas de patearse, parecía un crío, ni él se había entendido muy bien.

La sonrisa creció en los labios de Alex, dientes blancos, descubiertos por una boca pequeña de labio gruesos y coloreados con labial, labial morado, no se había fijado antes en ese detalle- Gracias, supongo... no lo sé, solo gracias.

No entendía el nerviosismo ni las reacciones de Alex, sólo había sido una inocente beso en la mejilla, recordaba cada detalle, estaba buscando la forma de despedirse de ella, y dejar de pensar cuando la vio cruzando el pasillo en una toalla, cuando se dio cuenta de que Alex se había elevado un poco sobre sus pies poniéndose de puntillas, susurrando con su dulce voz un "Gracias" y antes de que se diera cuenta, había sentido sus labios en su mejilla, en el momento solo había pensado en devolver el gesto, y en que quería congelar el momento, por muy afeminado que sonara, la calidez de su cercanía, aunque sea por tan corto tiempo le tenía anonadado, quería quedarse, conversar con ella, no para espiarla, ni atosigarla a preguntas, simplemente conocerla, tal vez podrían llevarse bien, pero sabía que debía irse, digo, de alguna forma se sentía incómodo con Sara ahí, y no entendía por qué; como tampoco había entendido su respuesta al agradecimiento de Alex, había tomado su mano, y besado sus nudillos, como si su cuerpo fuera el objeto más frágil sobre la tierra, y como si él fuera alguna clase de caballero medieval, no lo admitiría pronto, pero era la primera vez que besaba la mano de una chica, sobre todo en un gesto tan... ¿Romántico?

Cicatrices en el Alma [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora