Capitulo 29. 4/4

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Por mucho que le gustara pasar tiempo con April, era sábado, y tenía trabajo, se inventó una excusa, ya que aún no planeaba decirle que trabajaba en Vesubio, así que después de dejarla frente al apartamento de Sam, fue a casa, se dio una ducha, se arreglo, y monto su moto hacía el club.

 Era su primer sábado trabajando aquí, y la cantidad de gente que había le tomo por sorpresa, definitivamente montar un club cerca de una universidad debía ser uno de los negocios más fructíferos en es este país, el 90% de la multitud eran estudiantes, y reconocía varios rostros, el lugar estaba a punto de explotar, sudor y licor eran los anfitriones de hoy, y porno claro, porque no faltaban las parejas que bailaban, y cuando digo bailar, me refiero a que deberían ser arrestados por indecencia pública, si de por si ya le incomodaban las demostraciones públicas de afecto de las parejas, 

¿Qué podía quedar para este lugar? Pero era por motivos diferentes, ver las demostraciones de afecto entre las parejas le incomodaba porque no lo entendía, después de todo, de lo que menos había tenido ejemplo en casa era de amor, pero aquí la cuestión era diferente, era hasta un poco vulgar ver los cuerpos tan cerca unos de los otros, nunca había estado cerca de una persona físicamente, solo April, y nuca nadie del sexo opuesto, excepto Ian, pero Ian era su familia, así que no contaba, aunque si lo pensaba detenidamente, hoy había estado cerca de James, sintió un extraño ardor en la piel al recordar las dos ocasiones en las que James la había tocado, de por sí nunca había caminado y conversado tanto tiempo con un hombre, y mucho menos con uno que conociera tan poco, pero sabía que él no le haría daño, así que no corría riesgo, pero su contacto le había tomado por sorpresa, la primera vez se había enojado, el agarre sobre su brazo solo le traía malos recuerdos, pero la segunda vez había sido completamente diferente, él había querido ayudarla, se había inclinado hacia ella para sostenerla, era con buenas intenciones, así que nada más por eso había decidido que James era una buena persona, puede que pareciera apresurado decir eso, pero cualquiera que se acerque a una persona a la que prácticamente no conoce, para ayudarla, no puede ser tan malo.

Y de pronto, con ese movimiento tan simple, confiaba en James, tal vez era apresurado, pero la forma en la que se inclino hacía ella, hacía difícil pensar mal de él, tal vez era un poco idiota, pero malo no era. Le había incomodado tenerlo tan cerca, pero sus brazos sosteniéndola con cuidado borraron toda desconfianza hacia él. El hecho de que le agradara su contacto era algo que tendría que inspeccionar a fondo más tarde.

Decir que la noche estuvo movida sería un eufemismo, había sido beneficioso para las propinas, pero la cantidad de gente era asfixiante, eso y las tres veces maldita blusa que había decidido usar hoy, el infierno tenia nombre propio, y era blusa manga larga, hubo momentos en los que pensaba que moriría del calor, el calor arrasó su piel, y más de una vez se sintió tentada a quitarse la camisa, incluso aunque quedara en brasier, y todos se le quedaran mirando, esta noche le traía recuerdos a la vez que su padre le había dejado afuera, la primera vez, ya que lo hacía con frecuencia; era una sensación horrible, que detestaba con toda su alma, después de esta noche odiaría aún más el calor, su piel se sentía como fuego, se sentía débil, y asquerosamente sudada, podría lavar un auto con la cantidad de sudor que sentía recorrer en gotas gruesas su espalda, se daría una ducha como de dos días seguidos, estaba bastante cerca de arrancarse la camisa, justo como en una película porno de mala calidad; así que cuando termino la noche, prácticamente salió corriendo por la puerta.

Estando ya bañada, se preparó una taza de té, en verdad esperaba que funcionara, en piyama se desplomó sobre la cama. No paso mucho tiempo para que empezara a darle sueño, tenía sus esperanzas puestas en ese té, era tonto como las cosas insignificantes tenían tanto poder sobre nosotros, después de todo, mírenla, básicamente su futuro estaba envuelto en una pequeña bolsa de té con hierbas, sonrió pensando en lo contenta que despertaría mañana si lograba dormir, tendría una vida normal, no más sentirse agotada, no importaba cómo, pero si el té funcionaba, lo compraría por el resto de su vida, tenía sus esperanzas puestas en que funcionaría.

Cicatrices en el Alma [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora