ALEX KENT.
Hoy fue su día, definitivamente había metido la pata hasta el fondo, por supuesto, no había ayudado que James estuviera escrutándola con la mirada desde el momento en que se había acercado a la mesa, eso le había puesto nerviosa, como si tuviera que cuidar cada una de sus expresiones, siempre se sentía así cuando le examinaba el consejero escolar, era porque sabía que tendría que esforzarse más en fingir, ya que era alguien más perspicaz y atento, con personas como los psicólogos, consejeros, o tales como James, tenía que esforzarse el doble, porque estaba bajo la lupa, eso siempre le hacía sentirse intranquila, era por eso que se había equivocado tanto hoy; ella había estado pésima el día de hoy, había mostrado demasiado.
Primero, no había podido controlar sus gestos cuando empezó a pensar en sus cicatrices, su cuerpo se había estremecido involuntariamente, puede que los demás no lo notaran, pero ella sabía que James si se había dado cuenta, si ella sabía desarmar un auto o una motocicleta con los ojos cerrados, entonces él debía tener la capacidad de desarmarla con la mirada, parecía tener visión de rayos x, tal vez era pariente de Scott, alias ciclope, ella prefería engañarse pensando que él no la estaba viendo, pero él parecía darse cuenta de todo, era como si supiera algo de ella que ni ella misma conocía.
Después no había podido reunir su sorpresa cuando él le dirigió la palabra, así como tampoco pudo cerrar su bocota a la hora de hablar, no, ella tenía que volver a meter la pata así que tuvo la brillante idea de traer a la conversación sus senos, lo cual solo la había hecho enojar, ya que el idiota de James criticó su ropa, que según él era de "convento de monjas", eso solo había terminado en risas acerca de su "asqueroso labor".
Ella se había alterado al ver a April golpear a Sam, debido a un comentario acerca de los pechos, su cuerpo se había tensado automáticamente, y de nuevo los demás se habían percatado de sus reacciones, sabía que ellos solo bromeaban, pero la violencia siempre le inquietaba, no quería saber nada de ella, no quería tener que volver a ver una pelea en toda su vida, quería huir tan desesperadamente de los golpes y gritos que sus sentidos se habían despertado, y su corazón había empezado a correr como loco, todo eso aún sabiendo que era una broma ¡Genial! ¿Dónde está todo ese talento de mentirosa compulsiva que has desarrollado por años? ¿Acaso no eres una experta en mentir? ¿Acaso no pasaste años perfeccionando tu lenguaje corporal para que nadie se diera cuenta de que mentías? Pero una de las cosas que mejor recordaba era la mirada de todos, le miraban extrañados, ellos lo veían como una simple broma, por lo que no entendía porque ella se lo tomaba en serio, pero sobre todo recordaba la mirada de James, sus ojos eran tan hermosos, eran de su color favorito, azul eléctrico, esos ojos le habían mirado de una manera desconocida para ella mientras le hablaba, "es solo una broma Alex" su nombre en su boca era maravilloso, su voz había sonado a cielo, era tan tranquilizadora, solo su voz le había calmado, se había sentido como en un cojín de plumas cuando él le hablo serenamente; el sonido de su voz quedaría para siempre en su memoria, su voz le había contagiado paz, se sentía tan extraño, inmediatamente su cuerpo se relajo, solo por cuatro palabras que él le había dicho, una oración más larga de su parte en un futuro y levitaría.
También había abierto su bocota al decir que una persona no podía ser solo una cosa, ella creía firmemente en eso, incluso de mala forma, puede que su padre fuera violento, pero él no era solo eso; él también era un borracho y un imbécil, Sara le había hecho reír diciendo algo acerca de ser puta y perra al mismo tiempo, solo que no había podido disfrutar de eso, ya que sus costillas habían estado doliéndole intensamente, todavía le costaba respirar un poco, así que reír representaba para ella un inconveniente, pero por lo menos el chiste de Sara había alejado sus pensamientos acerca de su padre.
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Cicatrices en el Alma [COMPLETA]
RomanceLa ropa lo oculta, pero se nota todo lo que tiene mi piel, nadie más que yo sabe lo que se siente traer dolor contigo. Resulta difícil. Pero es más difícil vivir la vida como si nada pasa cuando te pasa todo. Y es que nadie merece que ellos paguen t...