Del odio al amor... y viceversa

La intención de Miiko

Ezarel estaba confuso, su asistente le estaba acusando de algo que aún desconocía.

—¿De qué estás hablando? —

Ran le dio de mala gana el trozo de papel golpeando con él en su torso.

—Lee. —

Cuando lo tuvo en sus manos y observó todo detalladamente incluyendo la parte posterior se dio cuenta de que uno de los ingredientes era "Sangre de elfo de fuego".

—Debe ser un error... Este ingrediente no se usa para lo que Miiko quiere. —

—Maldita sea Ez, no es un jodido ingrediente es mi sangre, la sangre de Naur y la de Viana lo que quiere Miiko. No tiene gracia. —

—Si, lo sé. Será mejor que hable con ella quédate aquí. —

El elfo salió aún leyendo el texto, por otro lado Ran no se iba a quedar quieta esperando que viniera con respuestas, ella misma quería enterarse de primera mano así que lo siguió sin que se diera cuenta.

—Miiko ¿Tienes un momento? —

La kitsune suspiró molesta. —Si vienes a preguntarme sobre el ingrediente mejor no lo hagas. —

—¿Qué? ¿No estás bromeando? ¿Qué significa todo esto? —

—Tienes a varios elfos del fuego en el C.G, elige. —

—¿Qué elija? ¿Qué diablos tengo que elegir? No pienso hacer esto que estás pidiéndome, estás loca. —

—Mira Ezarel tengo cosas más importantes de las que preocuparme que estar pensando en tres habitantes del C.G de los cuales necesito sangre para completar el elixir. —

—¿Todo por un elixir rejuvenecedor? —

—No, es un elixir de vida. —

El elfo pateó el suelo repetidamente con los brazos cruzados esperando que continuara la explicación.

—Tengo... Que hacerlo Ezarel. Ya sabes. —

—Espera, lo que dices es de locos y ni siquiera sabemos dónde está su cuerpo. —

—Lo sé, pero sé de alguien que es capaz de encontrarlo. —

—¿Y si Valkyon no quiere? —

—Me da igual lo que él quiera se trata de Lance, le echo de menos. —

—Miiko... Entiendo que quieras volver a verlo, pero no a costa de la vida de otra persona. —

—Tienes razón... Es una idea estúpida. —

El elfo abandonó la sala del cristal y se encontró de frente con Ran y su cara de enfado que jamás había mostrado.

—¿Realmente quiere revivir a Lance? ¿Está loca? —

—Ven, no hablemos aquí. — Ezarel agarró del brazo a la elfa y se la llevó consigo hasta su cuarto.

Una vez dentro de la habitación se miraron recíprocamente, la elfa esperaba que Ezarel comenzase a hablar pero el elfo parecía no saber cómo empezar la conversación.

—¿Y bien? ¿Para qué me has traído aquí? —

—Miiko estaba enamorada de Lance, el hermano de Valk. —

—Eso ya lo sé. —

—No te pido que la entiendas, pero ella ha sufrido mucho, le quería de verdad, está desesperada. —