Del odio al amor... y viceversa

Viaje

Los esfuerzos de Ran para dormirse eran en vano, su mente le estaba haciendo pasar una mala jugada y no podía evitar pensar que a escasos centímetros se encontraba ese dragón para nada temido en estos momentos con esa ropa.

La elfa se giró y contempló el rostro dormido de Ash, ¿realmente estaba dormido o sólo fingía? Lentamente acercó la mano a su cara.

—Si continuas así no podrás quejarte de lo que te haga después. — Dijo mientras aún tenía los ojos cerrados.

—... —

—Duérmete, mañana Miiko os llamará a unas cuantas. —

—¿Para qué? —

—Mañana lo sabrás. — Se giró dándole la espalda y no dijo nada más.

Con dificultad la elfa consiguió dormirse, a la mañana siguiente cuando se despertó vio como Ashkore ya estaba con su armadura nuevamente colocándose el casco, en ese momento alguien más llamó a la puerta.

—Ran, soy Mei. Miiko quiere que nos reunamos en la sala del cristal, nos vemos allí. —

—Vale, enseguida iré. —

—Yo también debo prepararme, si es lo que creo que es Miiko os dará bastante trabajo. —

Cuando se quedó sola comenzó a vestirse y se dirigió donde Miiko y los demás estaban.

—Bien, ya que estáis todos os comunicaré que nos ha llegado un mensaje pidiendo que ayudemos a una ciudad bastante alejada. Deberéis ir en barco, en una semana conseguiréis llegar, Ezarel y Nevra encabezarán la partida, vosotras; Ran, Meiling, Halane, Shiro, Red, Viana, Kira y Tanya les ayudaréis, los demás se quedarán para reforzar la seguridad del C.G. Consultar a los jefes de las guardias para cualquier problema. ¿Alguna pregunta? —

Shiro levantó la mano.

—¿Qué tipo de ayuda necesitan exactamente? —

Tras un suspiro, Miiko respondió sin gana. —Dicen que han asaltado el castillo, pero no hay daños en el resto de la ciudad, por lo que parece intentan ir tras un miembro de la familia real. Una de las hijas ha sido secuestrada pero no tienen más información. —

—Os aconsejamos que evitéis llevar ropa de abrigo, el lugar es muy cálido y arenoso. — Comentó Ezarel.

—¿Un desierto?... Espera, ¿no estaréis hablando del Reino de Ari? — Preguntó Ran.

—Si, así es. ¿Cómo sabes eso? — Preguntó el elfo confuso.

—Nifer me prestó un libro que hablaba sobre los distintos reinos de Eldarya. —

—Bien, si tenéis tiempo para hablar tenéis tiempo para trabajar, así que empezar con los preparativos. — Entonó la kitsune enfadada.

Todas empezaron a movilizarse, empaquetar su maleta, sus armas y todo lo necesario por si ocurría lo peor. Jamón y varios miembros de la guardia ayudaron a preparar el barco.

—¡Eh! Jamón, ¿vendrás con nosotras de viaje? — Preguntó Red bajo la atenta mirada de algunas jóvenes.

—Jamón quedarse, proteger C.G. Yo ayudar con cajas. —

—Que tierno, jamás me cansaría de escucharle. — Rió Red.

Lo que no se daba cuenta es que ojos furiosos que también ayudaban a cargar cosas en el barco la miraban de mala manera, alguien era una gran fan de la mano derecha de Miiko. Pero los preparativos ya estaban listos, los tripulantes estaban más que impacientes por partir, deberían llegar al puerto de la ciudad de Ari para luego continuar su caminata hasta la capital donde el castillo de la realeza se encontraba.