<<Arisha: Es una chica tímida, apenas socializa con las chicas, pero si es una de las mejores amigas de Chrome, tanto que algunos creen que son pareja. Cuando aun no han llegado a más. Suele ser bastante popular sin que ella desee esa fama.>>
Ran se encontraba en su cuarto, después de un largo día de trabajo lo más normal sería irse a dormir, no sin antes leer alguno de los libros que se traía de la biblioteca, pero esta noche cambiaría su lectura ligera por algo más privado.
El diario de esa persona, parecía contener las relaciones entre dos personas.
—"Sus besos me vuelven loca".— Leyó nuevamente en voz alta.— Entonces este diario es de una mujer.— Pasó las hojas para ver si encontraba más información.—"Me estoy enamorando de él. Lo sé. No debería. Pero, ¿Cómo me puedo negar a lo que me hace sentir cada noche?"—
Ran se levantó de la cama, abrió la puerta de su cuarto y tomó el aire. Ese diario podría ser de cualquier mujer del C.G.
—¿Será de Ewe?— Murmuró. — Ezarel parecía nervioso cuando me preguntó si leí algo más... Aun que, si fuera de ella no tendría sentido que me lo dejase a mí y no se lo quedase él.— Resopló.—
Desde su cuarto vio a dos individuos debajo de su ventana. Mirándose, parecían que algo importante estaban hablando.
—Un momento... Esa no es... ¿Yachi?— Reconocería a kilómetros el cabello blanco de su amiga.—¿Valk?— La elfa se tapó la boca sorprendida.
Ambos estaban cerca, pero no lo suficiente como para dar a entender algo más entre esos dos. Un sonido extraño los alertó, un familiar que paseaba por allí, tanto Yachi como Valk se disponían a marcharse. La elfa se inclinó hacia adelante para ver donde iban, con cuidado de no caerse, unos segundos después dejo de verlos.
—Últimamente están pasando cosas muy raras...—
Regresó al interior de su habitación. Se tumbó en la cama y miró el diario, aquella tapa marrón de cuero, pensaba en la letra tan bien definida escrita sobre las hojas, la pasión que esa persona ponía en cada frase, en cada palabra.
A la mañana siguiente y con el diario en el bolso, nuestra elfa desayunaba sola en una mesa. Se levantaba más temprano que cualquier otro miembro de la guardia. Las tareas excesivas y absurdas de Ezarel llevaban su tiempo.
Saco su libreta y a su vez el frasco que custodiaba cayó al suelo y rodó hasta la entrada de la sala de alquimia.
Cuando iba a recogerlo, vio como un pie se posaba encima del frasco, impidiendo que siguiera rodando.
—Tu... Creía que no volverías.—
—Te dije que estaría vigilándote. Debo reconocer que tú y tus amigas sois bastante entretenidas— Dijo mientras recogía del suelo el frasco dorado.
—Ashkore...— La elfa cruzó los brazos.—Dámelo.— Tendió su mano.
—Tengo curiosidad por que ese "árbol" te ha dado algo tan peligroso como esto.—
—¿Sabes lo que hace? Genet dijo que no sabía que era.—
—Claro que se lo que hace, pero no creo que te guste el resultado. Si yo fuera tú, tiraría el contenido de esta poción.— Le hizo entrega del frasco y ella lo agarró.— Tengo curiosidad por lo que harás.—
Nuevamente el sigiloso Ashkore se marchaba, Ran se había dado cuenta que llevaba consigo una bolsa llena de víveres, a estas horas de la mañana es fácil no encontrarse a nadie por los pasillos.
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Del odio al amor... y viceversa
FantasíaLas aventuras de una elfa que sufre bastantes situaciones desastrosas en su vida diaria en el mundo de Eldarya. Sobre todo por culpa de Ezarel y de su mala suerte. + Actualizaciones casi diarias. + Posibles spoiler de la historia original de Eldarya...