Con todo listo para partir, atravesaron el bosque para llegar antes a Eldaránë. La ciudad era conocida como "Los elfos del fuego". Pero para llegar hasta él hacía falta varios días.
—Ran. Sube conmigo, ambas podemos ir juntas.— Viana se colocó al lado de ella.
—No. Es parte del castigo, te lo he dicho.—
—Esto es absurdo, tenemos cosas más importantes que pensar, que en el castigo de ese maldito elfo.—
—Te estoy escuchando, Viana.—
—Mejor.—Respondió la elfa enfadada, ya que veía como su prima aún seguía a pie.
—De todas formas ese pobre animal no tiene montura para dos personas.— Respondió Ezarel.
Después de caminar unas horas, hicieron una parada para que los animales pudieran descansar.
—Estoy molida...— Se dejó caer en un tronco que había tirado.—Estarás contento, ¿verdad?—
Ran miró al elfo, este se limitó a quedarse en silencio. Cuando de pronto tuvieron que reanudar la caminata.
—Anda, ven.— El elfo agarró la cintura de Ran, ayudando a subirla al animal.
Enmudecida no dijo nada. Salvo un pequeño y leve <<Gracias>>. Esta vez sería él quien caminase. Pero un quejido de otra persona hizo que todos mirasen en aquella dirección.
—¡Noooo! ¡Me duele! Mi pobre pie.— Tanya había volcado de su animal y había caído en mala postura. —No voy a poder manejar mi montura.—
Exagerando con un buen drama de por medio, algunos de los presentes se acercaron a ella para ayudarla a ponerse en pie. Menos las chicas que observaban indiferentes la escena.
—Dado que no puedes manejar tu montura, alguien tendrá que hacerlo por ti.— Dijo con semblante serio Valkyon. Este miró a Ezarel y al verlo de pie le hizo una señal.
Respondió con una mueca de desacuerdo, pero la mirada intensa del jefe de la guardia obsidiana pudo más que tu terquedad.
Así pues, Ran había conseguido dejar de ir a pie, pero Ezarel consiguió una compañera de viaje. Burlándose de las demás, Tanya sacó la lengua, un gesto que no agrado a todas.
El trayecto, como se era de esperar duró tres días, tres días que al elfo se le hicieron interminables con su compañera.
—¿Sabes? Es muy romántico el estar los dos juntitos, así.— Dijo Tanya mientras apoyaba su cabeza en la espalda del elfo.
Haciendo una mueca de despreció, continuaron avanzando, salvo por una Halane que se puso a tirarle piedras pequeñas en la espalda de aquella joven que acaparaba al jefe.
—Halane...— Mei se acercó a ella. —No le tires eso.— De repente saco de su bolso algo más grande que su mano.— Tírale esta, es más grande.—
—No.— Yachi apareció de la nada, robándole el objeto a Mei de las manos. — ¿Estáis locas?—
Entre las presentes y algunas más que se unieron para observar la pelea, estaban armando un escándalo que pronto se disipó, justo cuando Nevra daba la señal de que ya habían llegado a la ciudad.
Una vez instalados, empezaron hacer grupos, hombres y mujeres de la guardia de Eel que había ido tenían trabajo que hacer.
—Bien, los que están especializados en combate, que me sigan.— Pronunció Valkyon. — Daremos una ronda vigilando todos los alrededores.—
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Del odio al amor... y viceversa
FantasíaLas aventuras de una elfa que sufre bastantes situaciones desastrosas en su vida diaria en el mundo de Eldarya. Sobre todo por culpa de Ezarel y de su mala suerte. + Actualizaciones casi diarias. + Posibles spoiler de la historia original de Eldarya...