Noche agitada

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Ran volteó su cara para mirar a Ashkore, quien decía ser Lance, incrédula de sus palabras arqueó una ceja, dudaba de si decía la verdad, pero ¿Por qué iba a mentirle si no?

—¿Tú? — Se levantó rápidamente intentando procesar lo que acababa de confesarle. —¿Y si eres realmente Lance por qué ocultar a todos que estás vivo? —

—Todos en el C.G tenemos un motivo para ocultar cosas y cuando supe realmente que era de verdad me di cuenta el daño que los altos mandos de Eldarya habían hecho sobre mi gente. —

—¿Tu gente? —

—A los dragones. —

—¿Eres un dragón? Creía que ya no quedaban... espera, eso quiere decir que Valkyon también lo es...—

—Si. — Ashkore agarró el casco que llevaba con ambas manos y lo alzó por encima de su cabeza dejando así ver su rostro frente a la elfa.

Lo miró asombrada, era la primera vez que veía el rostro de Ashkore, pero rápidamente se dio cuenta de algo más, aquellos ojos azules, ese cabello plateado el cual estaba siendo iluminado por la luz de la luna a través de la ventana, ella ya había visto esa cara antes.

—Tú... tú eres el chico que me encontré una vez en el cerezo centenario después del accidente que tuve. —

—Si. Quería ver como reaccionarías, pero no pude estar mucho tiempo si alguien me veía me reconocerían. —

La elfa enmudeció aún seguía observando cada parte de su rostro, las cicatrices que eran visibles en su cara la más grande en el centro de ella que le cubría desde un lado de la mejilla hasta la otra pasando por en medio de su nariz, realmente tenía un parecido similar a Valkyon, su piel morena, su cabello, eran iguales que los de su hermano salvo que Lance tenía el cabello mucho más corto y sus ojos azules eran penetrantes y fijos como si devorasen el mundo con cada mirada, tan feroz como un dragón.

—¿Por qué me has querido mostrar tu rostro? —

—¿Decepcionada? — Sonrió. Esa expresión traviesa atravesó el cuerpo de la elfa la cual sintió un escalofrió.

—No, al contrario... quiero decir... ¿Có-cómo se supone que debo llamarte? ¿Lance o Ashkore? — Ran intentó disimular su nerviosismo.

—Como gustes, pero recuerda que Lance murió hace tiempo. —

Una leve carcajada salió de los labios de la elfa, Ashkore dudó de su gesto, ella se volvió a sentar para tranquilizarse y no mirarlo.

—Si Miiko se enterase que el hombre al que ama está en mi cuarto me mataría sin dudar...—

—Si Miiko se enterase de todas las cosas que han ocurrido entre nosotros ella misma desearía matarme. — Añadió mientras se sentaba a su lado.

—¿Ocurrido entre nosotros? — La elfa miró hacia un lado evitando el contacto visual realmente esa mirada le hacía sentirse incómoda. —No ha ocurrido nada entre... —

—Cuando te rescaté del accidente y te llevé a mi escondite, por ejemplo. — Los ojos de Ash miraron los labios de Ran que seguía pensando en lo ocurrido aquel día, ese gesto le hizo pensar en aquella ocasión.

Ella tan solo recordaba sentir algo cálido en sus labios y despertarse segundos después, en ese momento lo supo, miró a Ash y este soltó una carcajada, la elfa se sonrojó de tal manera que fue imposible ocultar su vergüenza, se levantó del sitio y se alejó de él hasta quedar apoyada contra la pared.

Del odio al amor... y viceversaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora