Intruso

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<<Imagen del hermano de Miiko como referencia>>



Tras la llegada del hermano de Miiko, las tres jóvenes aún seguían observando aquella escena, con toda esa gente a su alrededor.

—Será mejor que nos vayamos. — Dijo Ran.

Y aunque Mei y Ran se marcharon Halane aún seguía contemplando aquel hombre, fascinada por sus rasgos por lo que Mei y Ran tuvieron que agarrarla de los brazos para llevársela de allí.

—¿¡Pero qué hacéis!?— Arrastrada contra su voluntad y pataleando fuerte para soltarse llamó la atención del kitsune.

Una vez en la cantina las tres, sentadas en una misma mesa, empezaron a planear algo para distraerlo.

—¿Qué sabemos sobre él? —

—Sólo que se llama Jaiiro. — Respondió Mei.

—No es un nombre muy sonoro para decirlo mientras esté debajo o encima de él. — Comentó Halane. Tras unos segundos de silencio volvió a hablar. —Muy bien, nuevo objetivo: Hacer que Jaiiro se meta en mi cama. —

—Halane...— Miraron Ran y Mei a la joven que había dado un golpe en la mesa.

—¿Qué? Si lo metemos en mi cama no tendrá tiempo de planear maldades y para eso estamos aquí. —

—Debemos averiguar para que quiere el orbe, pero es imposible acercarse a él, parece como si fuera una luz que atrae a los mosquitos. — Dijo Ran que tenía una mano apoyada en el mentón.

—Esperemos unos días para saber como se desenvuelve en el C.G, después planearemos que hacer. — Añadió Mei.

Todas se miraron y asintieron a la vez y cada una se marchó a su puesto de trabajo, haciendo como si nada, pero en el fondo las tres espiarían a Jaiiro.

Mientras tanto la elfa tenía que estar una vez más junto a su jefe.

—¿Y ahora que estáis tramando? — Preguntó curioso el elfo.

—¿Tramando? No sé a que te refieres. —

—La llegada del hermano de Miiko, os vi a ti y a tus amigas ir a la cantina. —

—¿Me espías? — Alzó una ceja.

—Eso quisieras, pero no, de casualidad os vi. Así que dime, ¿Qué vais hacer ahora? ¿Atentar contra la vida de Jaiiro? —

—No, solamente Halane planea meterse en su cama. —

—¿Tu amiga tiene una obsesión por meterse en camas ajenas o es mi impresión? —

—... La primera. Pero eso ya deberías saberlo, se coló en tu cama fácilmente. —

—Si, y eso no fue nada bueno, pobre del infeliz que acabe con semejante loca. —

—Pobre...—

De repente una brownie alterada cruzó todo el C.G reclamando ver a Miiko, algo malo debió de ocurrir.

—¿Dónde esta Miiko? — La joven apareció en la sala de alquimia preguntándole a Ezarel. —¡No está en la sala del cristal ni en su habitación, es urgente! —

—¿Y qué es tan urgente? —

—Alguien... de fuera... ha llegado alguien. —

Del odio al amor... y viceversaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora