Encuentro familiar

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Antes de empezar este capítulo, quería aclarar que he estado modificando erratas y el desarrollo de los capítulos precedentes, por lo que he cambiado algunas cosas. Lo más importante a tener en cuenta es, quizás, que los chicos ya no tienen quince años, sino que he cambiado sus edades, por lo que ahora tendrán diecinueve o veinte.

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*Y que mañana sea mañana siempre;/ que la pereza deje inacabado/lo destinado a ser perecedero;/que no intervenga el tiempo,/que no tenga materia en que ensañarse.

Kirishima estaba muy nervioso. Había quedado con Bakugou en el centro comercial de la ciudad para mirar en algunas inmobiliarias un piso de alquiler para pasar juntos las vacaciones de verano en Yokohama, en la región de Kanto.

A ambos chicos les interesaba esa gigantesca ciudad, reconstruida dos veces, a las orillas del mar, con su precioso casco histórico, Kannai, situado en el puerto. Las Tres Torres; las residencias diplomáticas de Yamate y de antiguos comerciantes de otras tierras, puesto que este fue un barrio de extranjeros muy importante durante las eras Bakumatsu y Metji; la Catedral del Sagrado Corazón, sede del obispo de la diócesis de Yokohama, y reconstruida, en estilo neogótico, después del terremoto de 1923 por el arquitecto checo Jan Josef Svagr; junto con el aclamado Museo de la Seda, eran las principales atracciones de los muchachos, que no solo querían pasar unas vacaciones tranquilas y alejadas de su vida de estudiantes de la U.A, sino que querían impregnarse de la cultura de la ciudad para avanzar un poco en la clase de historia de la academia.

El chico pelirrojo sonrió incómodo, mirando la hora en su reloj por quincuagésima vez, preguntándose por qué Bakugou tardaba tanto. Por un momento, su cabeza se llenó de presagios oscuros, pero enseguida descartó las posibilidades más funestas, intentando serenar sus nervios. Se encontraba en una terraza de una cafetería del centro comercial, fumando un cigarrillo para calmar su ansiedad y bebiendo un batido de fresa y plátano que había decidido probar por primera vez. No fue una buena elección. El sabor pastoso de la bebida no le había agradado, así que el vaso yacía olvidado en medio de la mesa. Kirishima volvió a mirar el reloj y tecleó un mensaje a su novio en el móvil, preguntándole dónde se encontraba, pero el chico rubio no parecía estar en línea, así que, soltando un suspiro de frustración, Kirishima se observó en la cámara de su teléfono, repasando la gomina de sus cabellos y pensando en si a Bakugou le gustaría el nuevo aspecto que había decidido probar ese día. El joven se colocó mejor la camisa negra, comprobando que los primeros botones de esta no estuviesen abotonados, haciendo que su estilo resultase desenvuelto y no tan formal. Sus pantalones vaqueros de color negro le daban al conjunto un aspecto clásico y casual, mientras que los mocasines le aportaban a su aspecto un estilo chic. Estos no eran nuevos, así que Kirishima tuvo que limpiarlos a fondo en la academia antes de salir por la puerta, pero ahora se preguntaba si no serían demasiado viejos y estarían aún algo sucios. Suspiró. Ya no había vuelta atrás, así que tomó el baso del batido y, sin darse cuenta de lo que estaba haciendo, bebió un largo trago del líquido, que le repugnó nada más tocó el paladar, haciendo que el joven pusiese una mueca de desagrado, colocando el vaso lo más lejos posible de su vista para no volver a caer en la tentación de beber el batido en un ataque de nervios. El acostumbrado peinado de Kirishima que consistía en mantener todos sus cabellos en punta no le había parecido la mejor opción para esa cita con Bakugou, ya que pretendía impresionarle, así que ese día su cabello de punk había sido sustituido por un look con el cabello rojo alisado y recogido con una coleta corta. Mirándose en el reflejo de su móvil, el chico pelirrojo pensó que no estaba nada mal. Ese aspecto hacía que pareciese mayor y le daba un aire de chico formal y algo bohemio. Un aire que, él mismo, catalogaría de "masculino".

Y no saber nada [kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora