Y no saber nada [kiribaku]

Caída

Con violencia, Bakugou se tumbó boca arriba encima de Kirishima, al que obligó a estar boca abajo en la cama, mientras le tapaba la boca con su propia ropa interior, agarrándole por las muñecas mientras escuchaba los gruñidos de placer amortiguados por la tela que el chico pelirrojo no dejaba de soltar, revolviéndose en la cama, preso de una excitación enorme.

Bakugou acercó sus rodillas al pecho de Kirishima sin dudar un momento, por lo que Kirishima, entre jadeo y jadeo, notando como el sudor se apoderaba de su cuerpo junto con un calor irremediable que le consumía cada parte de su cuerpo, se deslizó sobre los muslos del chico rubio, apoyándose con las manos en las piernas musculosas de Bakugou, hasta sentir como el miembro erecto de este rozaba su ano.

Bakugou había elegido esta posición siendo consciente de que de esta forma, Kirishima podría mover su cuerpo, haciendo que el pene de Bakugou entrase y saliese de su cuerpo de forma gradual, controlando la profundidad y rapidez del acto sexual.

La primera embestida fue dolorosa, por lo que Kirishima mordió la ropa interior con fuerza, notando como el sabor de Bakugou entraba en su boca, volviéndolo loco de deseo.

Lentamente, Bakugo comenzó a moverse dentro de él, sacando y metiendo su miembro erecto, mientras Kirishima deslizaba su cuerpo por las piernas de su amigo, haciendo que el pene de Bakugou entrase cada vez más dentro de él, notando su calor en su cuerpo, consumiéndole, ahogándole en un mar de placer extenuante que le sumía en un paraíso en el que solo existían sus dos cuerpos sudados y jadeantes.

«Bakugou está dentro de mí» pensó excitado Kirishima mientras intentaba controlar su respiración agitada.

Poco a poco el dolor se amortiguó, haciendo que oleadas de placer intermitente se proyectasen a través del cuerpo de Kirishima, haciéndole cerrar los ojos en una nube de excitación. Las embestidas del rubio se hacían cada vez más y más intensas, haciendo que el pelirrojo notase la respiración entrecortada de Bakugo que respiraba con dificultad y soltaba gemidos cada poco, azotando a Kirishima mientras su miembro entraba y salía con fuerza.

-Kirishima....no puedo más. Voy a correrme dentro...-antes de que Bakugo acabase de terminar la frase, ambos chicos se corrieron instantáneamente, dejando salir el esperma que tanto habían contenido. Kirishima notó como un líquido espeso le desbordaba, rociándole las nalgas, las caderas y las inglés, mientras su esperma manchaba las sábanas de la cama del chico rubio.

Desembarazándose del abrazo de Bakugou que aun estaba encima de él, Kirishima se giró bruscamente, mirando el fluido blanco de Bakugou que se había desbordado por la colcha de la cama y sintiendo cómo se escurría por sus nalgas.

Bakugou respiraba entrecortadamente a su lado en la cama con los ojos cerrados y una expresión de placer en el rostro. Su miembro aún estaba erecto y restos de esperma le cubrían la piel del pene. Sin pensárselo dos veces, Kirshima se encogió en la cama, gateando hasta ponerse a la altura de Bakugou y acercó su boca al miembro de este, lamiéndolo con un deseo irrefrenable, mientras que un sabor salado y excitante le llenaba la boca. Bakugou había abierto los ojos y miraba a Kirishima sorprendido, emitiendo gruñidos de excitación mientras notaba la lengua de su compañero recorrer cada centímetro de su pene.

Esa noche durmieron juntos.