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—¡Tú! ¡Detente justo ahí!

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—¡Tú! ¡Detente justo ahí!

Vuelvo la vista con confusión y mi desconcierto solo aumenta más al ver al chico raro de gafas anticuadas caminando con furia hacia mí.

—¡Dejaste todo un día a mi hermano en la cárcel!... ¡¿Qué diablos te sucede?! —exclama con enojo mientras llega hacia donde estoy y cruza los brazos con seriedad.

Axl suelta una gran carcajada y mira al chico con gran diversión.

—¿Es su hermano del que me hablabas?... ¡No puedo creerlo, Jane! ¡Esa es mi chica! ¡Justo como te enseñé! —exclama Axl sonriendo con orgullo mientras levanta una mano para chocarla con la mía.

Yo también sonrío y le doy un sorbo a la malteada que tomo delante de mí, con un ingrediente secreto que yo misma agregué y que me ayuda para la resaca del día anterior.

—¡Ustedes son...! ¡Dios! ¡¿Cómo es que personas como ustedes siempre salen de los problemas sin ningún rasguño?! —vuelve a exclamar con frustración y tirando un poco de los mechones de su cabello con furia.

—Porque tenemos ingenio y cerebro, rarito, aunque no lo creas —le contesta Axl recargando su espalda en la silla de la mesa en la que estamos sentados y subiendo los pies a ésta para más comodidad.

—¡Y no tienen ni siquiera vergüenza! Le dije a Gerard que sería mala idea involucrarse con personas como ustedes, le dije que tarde o temprano le afectaría pasar tiempo contigo, pero ya veo que fue más temprano que tarde. ¡Y le diré hoy mismo al director que ambos cancelamos el trato que hicimos con ustedes! ¡Ni tu amiga ni tú merecen seguir estudiando siquiera, ya que es lo último en la vida que les interesa hacer!

Reprimo la risa que de pronto quiero soltar al escuchar sus palabras y solo bajo la cabeza para comenzar a navegar por internet en mi celular.

—Haz lo que quieras, de todos modos desde el principio me pareció una mala idea. Oh, y por cierto, espero que Gerard no haya tenido muy mala noche durmiendo en esas bancas de la cárcel, sé cómo es el dolor de espalda después de pasar una noche ahí y en verdad me compadezco de él.

El chico empuña todavía más las manos, hasta el punto en que pudo notar cómo sus nudillos se ponen blancos, y me observa con ojos bien abiertos.

—¡Sí! ¡Si sé bien que lo sabes! ¡Los únicos lugares en los que te encuentras son en las fiestas o en la cárcel! No me va a sorprender cuando te vea vendiendo chicles en las autopistas, como tú misma dijiste.

—¡Ey! ¡No te pases, chico raro! —interrumpe rápidamente Axl saltando de la silla y acercándose hasta el chico de gafas, el cual tiene la misma estatura que él, pero no la misma musculatura.

Yo suelto un suspiro y me levanto también de la silla para ir a separarlos. Apenas recuerdo algunos fragmentos de las cosas que pasaron ayer, pero lo que sí puedo recordar con precisión son todas las cosas malas que me pasaron... Incluyendo el casi ser violada y también al mismo tiempo ser rescatada por Gerard.

Reckless and Dangerous (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora