«No es sencillo ser la misma de antes cuando las personas te dejan, cuando solo se van y te dañan.»
Es lo único que no dejaba de pensar Jane, la muchacha fría y rebelde que solo quería pasar un gran rato de diversión con sus amigos, sin importar que...
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Vuelvo la vista a la persona que duerme profundamente a mi lado y suelto un largo suspiro. Alcanzo a escuchar los latidos de su corazón hasta donde yo estoy, su respiración en pausada y lenta y su inconsciencia es envidiable. Su pecho se infla y se desinfla y algunos mechones rebeldes de su cabello han caído y cubierto su rostro, el cual tiene una serenidad imperturbable. Parece tan calmado, tan quieto, como si tuviera el mejor sueño de su vida.
Es curioso, porque yo dormí toda la noche con él.
Me incorporo en mi lugar y echo un rápido vistazo a la habitación. Ayer era tarde cuando llegamos a su departamento, veníamos doloridos y muy decaídos, tanto que casi simplemente queríamos recostarnos sobre una cama y dormir el resto de todo el año. A pesar de todo, creo que también fue una de las mejores noches que he tenido en toda mi vida... Al lado de Frank.
Reprimo una pequeña sonrisa y me quito las sábanas de mi cuerpo mientras salgo cuidadosamente de la cama, en donde Frank todavía duerme como un bebé. Vuelvo la vista al suelo y me pongo rápidamente mis botas militares y el pequeño suéter negro que traía ayer. Vuelvo la vista hacia toda la habitación y me detengo repentinamente en una esquina de la habitación, en donde sobre una cómoda hay varias fotografías enmarcadas de él, de sus padres, de su familia en general y de sus amigos. Específicamente... de Gerard.
Todo lo relacionado con él ahora es muy complicado. De hecho, puedo decir que todavía me duele la nariz, incluso puedo asegurar sin verme en un espejo que he de tener un moretón cubriendo parte de mi rostro. Y aún así, no me importa tanto como el hecho de todo por lo que Gerard pueda estar sintiendo para llegar hasta estos extremos. Él me golpeó, pero no era él, pero sí era él hasta un punto, pero él no quiso golpearme en realidad, aunque él lo hizo.
Ufff, lo repito, muy complicado.
Vuelvo la vista hacia Frank y suelto otro suspiro. Con él todo es diferente, parece ser todo tan fácil, todo tan calmado y divertido. Aunque sé que no todo el tiempo debe ser así, porque si fuera así esta no sería la vida real. Sé que él también tiene sus problemas íntimos, tiene secretos y una historia recorrida que lo ha traído a ser la persona que es ahora, la persona que me rescata en un bosque prohibido, me lleva a mi casa y me defiende de un chico que está en el lado más oscuro de su vida.
Él llega a ser reconfortante, llega a significar mucho, llega a entrar a tu corazón y puede llegar a dominar una parte de éste para toda una eternidad. Es rebelde pero también es dulce y se preocupa por las personas, incluso de las que todavía no conoce. Él quiere que todos saquemos nuestra mejor sonrisa en las épocas más oscuras de nuestras vidas y le levantemos el dedo del medio a los problemas. O, por lo menos, eso es lo que quiere que haga yo.
No es como Gerard, pero tampoco es como los demás. Él es... especial.
Lo miro una última vez antes de salir con rapidez de su departamento.
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