LVII

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Doy un paso hacia adelante con seguridad, sintiendo un montón de sentimientos encontrados dentro de mí, pero aún así valiente y decidida

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Doy un paso hacia adelante con seguridad, sintiendo un montón de sentimientos encontrados dentro de mí, pero aún así valiente y decidida. Cada parte de mi cuerpo está tensa y me pide a gritos que corra hacia él y lo bese de forma desesperada.

Él permanece quieto, expectante, curioso, y, más allá de todas esas cosas, también tan necesitado como yo. Sus ojos brillan al verme y sé que se está conteniendo de venir corriendo a mi y tomarme el cuerpo con sus manos. A pesar de todo, también parece seguir molesto, aunque todavía no sé con exactitud por qué.

Relame sus labios cuando yo me muerdo mi labio inferior y aprieta con más fuerza los libros que sostiene en su mano a cada paso que doy hacia él. No hemos abierto la boca para decir nada, pero aún así se siente que con tan sólo estos segundos que han pasado ya hemos dicho y expresando tantas cosas.

Y estoy por llegar hasta él, cuando alguien me toma de la cadera y me pega hacia los casilleros grises que hay detrás de mí. La sorpresa me ataca, sin duda, pero se hace peor cuando miro con más atención y descubro que se trata de Frank quien de pronto ha aparecido.

—Por fin te encuentro —murmura mientras se pega más a mí y me mira a los ojos—. Lamento todo lo que pasó en la fiesta la última vez, yo...

—No hace falta —lo interrumpo algo confundida, pero no por lo que dice sino por la situación—. Fue una buena fiesta.

Frank aprieta los labios con disgusto al escuchar lo que digo, lo cual me hace volver la atención a él.

—Creo que hubiera sido más que buena si hubiera hecho todo lo que tenía planeado hacer —confiesa con algo de insatisfacción, pero me pega más a su cuerpo.

Yo siento mis mejillas calientes de pronto, y vuelvo a morder mi labio mientras echo un vistazo por encima de su hombro.

Ya no está Gerard.

—Frank...

—No, está bien. ¿Quién dice que no podríamos hacerlo aquí?... Justo ahora —dice mientras acerca su rostro al mío y pega sus labios a los míos, sin siquiera dejarme responder algo.

Intento apartarme de él, pero me es imposible cuando se apodera de mis labios y comienza a besarme con verdadera pasión. Cierro los ojos y ahogo un gemido cuando siento su lengua entrar en mi cavidad bucal y hacer un recorrido por cada parte de ésta. Trato de seguirle el ritmo, y rodeo su cuello con mis manos cuando ya he caído completamente a sus pies.

Sus labios atrapan los míos con verdadero deseo y sus manos comienzan a vagar por mi cuerpo, bajando por mi vientre a una zona peligrosa, ahí es cuando yo lo detengo.

Él se separa de mí jadeando pero no se despega de mi cuerpo, tomándome con una posesión que dejaría sin aliento a cualquiera.

Frunce las cejas y pega su frente a la mía.

Reckless and Dangerous (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora