Las personas dicen que suelo hacer las cosas mal, que tengo demasiada libertad, que estoy muy confundida o que soy muy inmadura. Yo siempre he pensado en que la libertad no es hacer las cosas que quieres, sino que es saber las cosas que no quieres hacer. Aunque estoy segura que he escuchado eso de alguna otra parte, como si ya fuera una frase trillada. Como sea... Es real.
Todos los adultos dicen que soy una joven tonta e ingenua, que no sé nada del mundo, que puedo lastimar a las personas que más quiero sin saber que lo estoy haciendo. Y, bueno, aunque no es una de las personas que más quiero... admito que sí he lastimado a alguien.
Así que no, esta mañana no puedo quedarme en casa más, aunque mi hermano haya insistido en que todavía debería estar en cama y que no llegaría ni siquiera a la puerta de mi carro, yo ya no puedo seguir más en esa cama.
Así que he tomado mis cosas, me he dado una ducha y he conducido por toda la ciudad hasta llegar a tiempo a la escuela, con el dolor de cabeza lastimándome las sienes, siendo incrementado por el maldito tráfico matutino de Nueva York. Usualmente, es algo que ni siquiera noto, como lavarte los dientes o mirar tu celular al despertar, es algo tan habitual que ya ni siquiera piensas en hacerlo, sino que simplemente lo haces. Pero esta mañana no ha sido así, por supuesto que no, porque he tenido que levantarme a regañadientes y darme una indeseable ducha que solo ha empeorado mi fiebre, mientras que la cabeza me fastidia a cada segundo. Pero no, por supuesto que no es importante y nadie sabrá todo lo que luché para poder venir a la escuela hoy, porque yo soy la bruja del cuento y me lo merezco.
Aunque es cierto... ¿Por qué estoy haciendo esto? Gerard ya es un hombre, ya no es un chico, él ya entiende y sabrá tomar esto con madurez. No necesito obligarme a levantar de la cama e ir a la escuela solo para pedir perdón.
Bajo la cabeza y aprieto los labios con fuerza, indecisa.
Pero no se veía de esa forma cuando salió de mi cuarto. Quiero decir, sí, lo tomó con madurez, pero no lo entendió por completo.
Ufff, es una tontería. No voy a pedirle perdón. Éll no necesita eso y mucho menos yo, ya que por consiguiente yo tendría que estar sintiéndome culpable y el pedir perdón sólo me haría sentir bien a mí y no a él, y yo no me siento culpable... ¿O sí?
—¿Oye? ¿Tú no estabas ya muerta y enterrada?
Doy un respingo inconscientemente y vuelo la vista para golpear a Axl en el hombro con fuerza.
—¡Me espantaste! —me quejo con gran irritación, pero Axl solo ríe ante mi enfado.
—No, en serio... ¿Tú no estabas enferma?
Ruedo los ojos y niego con la cabeza mientras comienzo a caminar hasta mi casillero. Axl me sigue a cada paso y no se despega de mí en ningún momento.
—Solo fue un resfriado —contesto de pronto—, nada demasiado serio. Y, antes de que hagas la famosa pregunta, no, mi madre no diagnosticó mi resfriado, ya que ella diagnostica y opera casos más complejos que los míos, tonto.
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Reckless and Dangerous (Gerard Way)
Fanfic«No es sencillo ser la misma de antes cuando las personas te dejan, cuando solo se van y te dañan.» Es lo único que no dejaba de pensar Jane, la muchacha fría y rebelde que solo quería pasar un gran rato de diversión con sus amigos, sin importar que...