Mis párpados duelen, mi boca está seca y la tristeza no me abandona el cuerpo. Mi ánimo no está conmigo en este momento. La desesperación es la única compañía que encuentro tan desagradable justo ahora. Espera... ¿La única? No, creo que me he equivocado.
—¿Qué hace él aquí? —pregunto con frialdad mientras entro a la casa acompañada de mi hermano y de mi amiga.
El profesor Blood baja la cabeza con algo de incomodidad y decide quedarse callado, todo lo contrario a mi madre, que en el momento en el que me ve entrar a su casa inmediatamente corre hacia mí con un gran gesto de furia en su rostro.
—¡Por fin! ¡Por fin te dignas a aparecer en esta casa, Jane Cappola-Grey! —exclama ella con una dramática e irritante exaltación innecesaria.
—¿Qué hace él aquí? —repito la pregunta con dureza mientras vuelvo la vista al profesor Blood, quien está parado a unos pasos de la puerta de la sala en completo silencio.
Mamá vuelve la vista hacia mí con cierto nerviosismo mal disimulado y baja la cabeza lentamente.
—¿El profesor Blood? Él...
—Yo he venido por órdenes del director —interrumpe el mismo profesor acercándose más a mí—. Me ha pedido que viniera a ver cómo estabas. Él y yo sabemos que es poco profesional, pero ya que eres una de las alumnas con las que más ha compartido tiempo en dirección, por problemas y desacatos por supuesto, no puede evitar preocuparse por ti. Sólo eso; queríamos saber cómo estabas.
—Estoy bien —contesto con sequedad—. Ahora puede irse tranquilo, no tiene nada de qué preocuparse por mí. Y hágame un favor: no vuelva a venir a poner un pie dentro de esta casa de nuevo.
—¡Jane! —exclama mamá con desaprobación y pena—. Disculpe profesor Blood, es sólo que...
—No, descuide, lo entiendo. Suele ser difícil, ¿no es así? Nadie dijo que la adolescencia era sencilla... ¿Verdad, Jane?
—Váyase de mi casa ahora mismo —vuelvo a hablar con sequedad y ahora con desespero.
Mis ojos nuevamente se me van llenando de lágrimas en cuanto los segundos pasan, así que no tengo de otra más que bajar la mirada, algo que nunca haría delante del profesor Blood.
—Jane, ¿qué es lo que...?
—¡¿Qué no me escuchó?!... ¡Tan sólo déjenme en paz todos!
Y, seguido de ésto, me echo a correr escaleras arriba hacia mi habitación.
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Reckless and Dangerous (Gerard Way)
Фанфик«No es sencillo ser la misma de antes cuando las personas te dejan, cuando solo se van y te dañan.» Es lo único que no dejaba de pensar Jane, la muchacha fría y rebelde que solo quería pasar un gran rato de diversión con sus amigos, sin importar que...