XLIX

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La casa parece hecha un desastre por fuera, no me imagino cómo estará por dentro

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La casa parece hecha un desastre por fuera, no me imagino cómo estará por dentro. La música suena, pero no es música moderna, como la que suelen poner los adolescentes hoy en día, sino más bien como un rock pesado que va perfecto con el día de Halloween.

—¿Estás segura de que es aquí? —me pregunta Alexa mirándome con algo de desconcierto—. Pensé que...

—Es aquí. Está bien, sé que no es tanto como lo que solemos hacer hoy, pero... Será divertido. -—Trato de animarla, pero ella no cambia su postura de confusión e incomodidad.

Vuelvo la mirada a la puerta de la casa que tenemos en frente, la que está decorada de un montón de cosas de Halloween, y toco el timbre yo también algo indecisa. Alexa y yo esperamos por un segundo en silencio, hasta que por fin la puerta se abre dejándonos ver a una casa llena de adolescentes fiesteros vestidos con diferentes disfraces que van desde lo más inocente hasta lo más vulgar, luces de diferentes colores que cubren toda la casa y un montón más de decoración "terrorífica". Oh, claro, y también a Frank, quien lleva un disfraz de una persona que no conozco.

—¡Jane! —exclama él y me mira rápidamente de arriba abajo, sin poder disimular la lujuria que crece en sus ojos al verme.

—Y Alexa... También estoy aquí —interrumpe mi amiga dando un paso adelante.

Frank frunce el ceño, pero sonríe.

—Claro, y Alexa. Pasen por favor... Las estábamos esperando —murmura y me guiña un ojo.

Reprimo una sonrisa, pero es lo único que puedo reprimir porque mis mejillas se han puesto rojas sin que haya podido evitarlo.

Frank abre aún más la puerta y nos deja entrar al interior, en donde la música se hace mucho más fuerte y las guitarras eléctricas hacen nuestros corazones vibrar de emoción.

—¿Quieres ir por unos tragos? —le grito a Alexa para que pueda escucharme.

Ella mira alrededor todas las personas que seguramente ya estarán ebrias y después de un segundo asiente y me responde con un «En seguida vuelvo». Frank pone una mano en mi cintura y me aleja un poco del bullicio de las personas que gritan y saltan al ritmo de la música que suena en todas partes, guiándome por un pasillo que termina en las escaleras que dan al segundo piso, en donde no hay tanto ruido ni tantas personas.

—¿De qué se supone que te disfrazaste? —le pregunto en cuanto ambos estamos más solos.

—De Ron Weasley, ¿no es obvio? —responde mientras se da una vuelta para mostrarme con más claridad todo su disfraz.

Suelto una pequeña risa y frunzo el ceño.

—¿Por qué?

—Porque quiero, y porque Jamia me obligó. Ella se disfrazó de Hermione. Amigos por siempre, supongo —dice mientras se encoje de hombros.

Reckless and Dangerous (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora