Cierro la llave de la ducha y me cubro el cuerpo con una toalla. Salgo de la bañera y me acerco al espejo del lavabo, un espejo de cuerpo completo, o, por lo menos, así parece.
Miro las gotas de agua deslizarse por mi cabello, el que ha perdido un poco más su particular color rojizo, y caer hasta la piel aún húmeda de mi cuello. Aprieto los labios y vuelvo a subir la mirada hasta mis ojos; dos pupilas verdes, un verde claro muy apagado, que me miran fijamente desde el otro lado del espejo. Y me quedo ahí mirando mi reflejo.
Trago saliva con dificultad, aun así no dejo de mirarme, ni tampoco me muevo.
Mi hermano se va. Mi madre está saliendo con un hombre horrible y que, por lo que tenía entendido, tenía esposa e hijos. Jamia ama a Frank. El hermano de Gerard me odia... Y Gerard me odia.
Suelto un suspiro y bajo la mirada. Me siento presionada y abandonada, como si fuera la culpable de un asesinato y todos se hubieran enterado. Todos me odian y están tratando de hacerme sentir mal, incluso la persona que pensé que de verdad no quería herirme.
Cierro los ojos y siento cómo más gotas de agua caen de mi cabello a mi cuerpo. Y de pronto me quito la toalla y la dejo caer al suelo. Abro los ojos y me miro una vez más en el espejo. Ahí está la misma chica asustada, dolida, confundida por todas las cosas... pero desnuda.
Esta no es la chica que Gerard vio esta noche, esta chica es diferente justo ahora.
Ladeo la cabeza y voy bajando la vista empezando desde mi cabello mojado y enmarañado. Mi piel es blanca, tanto como la nieve en el invierno, pero también tengo algunos lunares alrededor de todo mi cuerpo. No son muchos, pero tampoco son invisibles. Miro mis pechos con detenimiento y bajo la mirada hasta mi vientre, un vientre plano que heredé de mi madre, pero que tampoco me he esforzado por tenerlo así, simplemente... lo tengo así.
Pero siento mis mejillas calientes cuando mi vista baja aún más, y sé que no me atrevo a mirar porque en mi mente va a aparecer Gerard. Él vio cada parte de mi cuerpo, cada pequeño rincón, lo más íntimo, y yo dejé que mirara.
Muerdo mi labio y vuelvo a cerrar los ojos cuando recuerdo cuando sus manos acariciaban mis pezones, sus labios besaban la piel de mi cuello y él se fundía dentro de mí lentamente, disfrutando de cada momento como si fuera el último. Sus ojos estaban oscuros, una oscuridad que nunca antes había visto en él, pero también brillaban como nunca antes. Su cabello estaba despeinado y caía sobre mi rostro haciendo algo de cosquillas. Sus gruñidos de placer me excitaban mucho más y su respiración alterada estaba como en armonía con la mía. Tomó mis manos y las enredó con las suyas en un momento, y comenzó a moverse con más rapidez, haciendo que mis gemidos aumentaran y el deseo creciera y me volviera loca dentro de mí, en lo más recóndito de mi vientre.
Éramos sólo uno, estábamos inmersos en el otro, sentíamos y dábamos todo el placer que podíamos... y estábamos completamente enamorados.
Y ahora... mi teléfono sigue muerto.
Ni un mensaje, una llamada, una señal siquiera de que sigue vivo.
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Reckless and Dangerous (Gerard Way)
Fanfiction«No es sencillo ser la misma de antes cuando las personas te dejan, cuando solo se van y te dañan.» Es lo único que no dejaba de pensar Jane, la muchacha fría y rebelde que solo quería pasar un gran rato de diversión con sus amigos, sin importar que...