Gerard tenía razón cuando decía que me iba... ¿Cómo es eso posible? ¿Cómo él sabía que mi madre estaba planeando llevarme a mí y a Luca con ella a Seattle en Washington? Y lo peor... ¿Decía en serio lo de la historia de amor? No, no, eso no es importante, no pienses en tonterías como esas... ¿Viste esa burlona e irritante sonrisa? Por supuesto que no lo decía en serio. De hecho, ¿por qué yo estoy pensando en eso ahora? No tiene importancia en absoluto, no debo de tomarlo en cuenta, no, no.
—... y eso fue lo que me dijo tu madre.
El director firma un último papel y se lo entrega a la secretaria en frente de él en el pasillo en el que estamos.
—¿Así que habló con usted y no conmigo? ¿Así que le advirtió a usted y no a mí que si seguía con esta conducta y estas calificaciones ella me sacaría de esta escuela y me metería en otra en Seattle? ¿En serio?... ¡No puedo creerlo! ¡Esa...!
—Señorita —interrumpe inmediatamente el director—, es de su madre de quien está hablando.
—¡Exacto! ¡Es mi madre y habló con usted antes que conmigo!... ¿Qué le sucede?
El director suelta un largo y pesado suspiro y se da la vuelta para mirarme cara a cara.
—Pues tal vez pensó que hablar contigo sería como hablarle a una pared. No la culpo: he tenido esa misma sensación millones de veces.
—¡Oiga! —exclamo fingiendo sentirme ofendida.
El director se encoge de hombros y comienza a caminar hasta su oficina. Sin embargo, yo no me doy por vencida y también lo sigo a un lado.
—¿Y qué va a hacer? Yo no me voy a ir de aquí, mi hermano y yo no vamos a ninguna parte, usted no solo me puede entregar mis papeles y ya —me quejo mientras camino a pasos rápidos para seguirle el ritmo.
Aunque, inesperadamente, detiene su caminata y se da la vuelta para mirarme con una gran expresión de seriedad que logra preocuparme por un momento. El no me expulsará... ¿O sí? Aquí tengo todo, aquí crecí, en esta ciudad estudié desde que tengo memoria, aquí perdí y gané muchas cosas, aquí tengo mi historia, yo no puedo solo dejar todo eso atrás porque mi madre quiere que simplemente deje todo eso atrás, no puedo hacerlo.
—Escucha, Jane, tú ya eres mayor de edad y puedes decidir perfectamente si vivir aquí en Nueva York sin tu madre, pero el problema es que esta es una escuela de paga... ¿Tienes tú dinero para seguir pagando tus estudios? Porque no creo que tu madre te siga apoyando después de que le des la noticia de que no irás con ella hasta Washington. Aparte, tu madre tiene razón, tus calificaciones son malas, bastante; si lograras conseguir dinero para seguir con tus estudios aun así no sé si valdría la pena, ya que... Bueno, no quieres estar aquí. Muchas personas quieren venir aquí, Jane, y aun así no pueden por millones de razones. Y aun así esas personas ganan becas, y con gran esfuerzo. Un gran ejemplo es el joven Gerard Way; él tuvo que pasar por mucho antes de llegar aquí, él peleó, estudió, ganó millones de cosas con su gran esfuerzo y nos demostró a todos que merecía estar aquí. Esa beca es lo mejor que le ha pasado, según sus propias palabras, y en cambio tú, Jane, tú lo único que has dicho es que esta escuela es una basura... Recuerdo perfectamente esas palabras escritas con pintura en aerosol en el muro de la cancha de baloncesto.
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Reckless and Dangerous (Gerard Way)
Fanfiction«No es sencillo ser la misma de antes cuando las personas te dejan, cuando solo se van y te dañan.» Es lo único que no dejaba de pensar Jane, la muchacha fría y rebelde que solo quería pasar un gran rato de diversión con sus amigos, sin importar que...