-¿Valtiel?- Dije en voz baja pero él no me había escuchado-Mi brazo Valtiel, me estas lastimando -seguía ignorandome- ¡Valtiel ya es suficiente, me estas lastimando!-me solté por fin de su agarre.
-¡¿Crees que eres el único molesto?!- Volteó a verme con sus ojos rojizos.-¡Sólo a un estúpido se le ocurriría ayudar a un niño en un callejón!- levantó más la voz.
-¿Ahora me estás regañando? ¡¿Tú quién diablos te crees para regañarme? Ni mi padre lo hace!-. De igual manera levanté la voz.
Ambos estábamos cerca de un parque, las miradas de las personas que se encontraban alrededor nos miraban con curiosidad y molestia pues parecía que en cualquier momento tanto él como yo nos terminaríamos golpeando. Cansado de lo que había ocurrido pase de él y fui a sentarme a una banca del mismo parque, por unos momentos Valtiel se quedó en el mismo lugar hasta que resignado volteó y fue a sentarse junto a mí sin decir nada.
-Jace...no puedes ir por la vida ayudando a todas las personas, ya viste que no siempre saldrá algo bueno de ello-. Valtiel me miraba esperando a que yo hiciera lo mismo.
No contesté, aunque estuviese evadiendo su mirada estaba atento a las cosas que había dicho, la brisa era un poco más fría debido a la hora lo que me provocó un escalofrío que quise ocultar pero él ya se había dado cuenta, sentí como colocaba sobre mis hombros la chamarra que llevaba puesta; estaba a punto de girarme pero el orgullo era más grande que mi humildad por lo que decidí quedarme en la misma posición. Cinco segundos después Valtiel tomó mi hombro y tiró del mismo para que volteara a verlo pero mi mirada estaba fija al suelo, con su mano derecha agarró mi barbilla con delicadeza y la alzó para que lo mirase, un calor en mis mejillas se comenzaba a generar, me estaba sonrojando.
-Me gustaría que me vieras cuando te estoy hablando-. Dijo tranquilamente, sus ojos ya eran de nuevo grises.
-Dejame...-. Aparté mi cara de su mano -No tengo ganas de discutir -.
-Yo tampoco pero quiero hablar del tema-. Se acercó a mi.
-Supongo que conocías a ese sujeto ¿No?-. Cuestioné molesto.
-Sí, se llama Aamon y también es un demonio sólo que es un poco más fuerte que yo-. Se cruzó de brazos - Pero sólo un poco , no es la gran cosa -.
-¿Y por qué está aquí? ¿Salió también del tablero?-. Pregunté con incertidumbre.
-No, solo yo estaba atrapado en el tablero, él viene del infierno probablemente-. Valtiel se mostraba ansioso.
-¿Del infierno? ¿Esa cosa sí existe?-. Dije angustiado.
-Sí, yo antes vivía allí pero hace diez años un chico me encerró en el tablero-. Nuevamente Valtiel hablaba de su presencia aquí hace una década atrás.
En ese momento recordé el tiempo en que Valtiel se había ido, cuando hablé por el tablero otra presencia me había contestado, existía la probabilidad de que hubiese sido Aamon.
-Valtiel ¿No crees que Aamon pudo haber sido eso que me contestó la última vez que ocupé el tablero?-.
Nos quedamos pensando unos minutos y todo parecía apuntar a que él había sido quien me había hablado esa noche. Mi celular sonó con la pantalla mostrando "papá" quien me estaba llamando, contesté para saber que sucedía.
-Hola papá ¿Qué ocurre?-. Contesté la llamada.
-Jace ¿Por qué no estas en casa? Traje de cenar, ven antes de que se enfríe -. Dijo mi papá un poco angustiado.
-No te preocupes papá, fui a dar una vuelta pero ya regreso, te veo en unos minutos-. Colgué la llamada.-Era mi papá, me dijo que trajo de cenar y quiere que regrese rápido a casa-. Le informé a Valtiel con mi vista cansada pues ya pasaban de las 7:00 p.m.
-Entonces no esperemos más, vamos a ver que te trajo de cenar y de paso lo compartes conmigo -. Se levantó entusiasmado.
-¿Tú no piensas cambiar verdad?-. Dije sarcásticamente.
Valtiel me miró y sonrió dándome a entender que no lo haría, comenzamos a caminar hacia mi casa con prisa, no quería que mi padre se preocupara más de ello. Al llegar noté a mi padre asomándose en las ventanas de la cocina, en cuanto pudo verme se apartó de la misma para ir a abrir la puerta.
-¿Dónde estabas Jace? Me tenías preocupado -. Cerró la puerta.
-Fui a la biblioteca por un libro, cuando me llamaste ya estaba en camino -. Dejé la chamarra de Valtiel en el perchero.
-¿Y cuál es el libro?-. Me cuestionó.
-¿Eh? Mmm... dejame sacarlo de la chamarra ¿vale?-. Me arrepentí de haberle dicho lo de la biblioteca.
Caminé de regreso al perchero con la ansiedad de que mi padre supiera que le estaba mintiendo y dejar de confiar en mi, entendía su sobre protección hacia mi pero en ocasiones me gustaba tener mi espacio a solas, toqué la chamarra y comencé a buscar estúpidamente en los bolsillos con la esperanza de encontrar algo, al meter mi mano sentí algo duro de dentro por lo que poco a poco comencé a sacarlo, era el libro de "La metamorfosis" de Franz Kafka con una nota encima.
"Me debes el desayuno de mañana ;P"
Solté una risa por la nota que Valtiel había dejado, mi padre volvió a cuestionarme.
-¿Es un libro de humor?-. Mi padre ponía los platos en el comedor.
-N-No, es este libro-. Le extendí con mi mano derecha el libro mientras arrugaba la nota con la izquierda.
-"La metamorfosis" es un buen libro, lo leí por tu madre, le gustaban mucho las novelas de Kafka y de Edgar Allan Poe-. Comentó mi papá.
-¿Enserio? Nunca me lo habías dicho -. Me senté en la mesa.
-Porque no sabía que te gustaba leer este tipo de libros, pero bueno ¿cómo te fue hoy?-. Comenzamos a comer las hamburguesas que había traído.
∆Gracias a todos los lectores que han leído y votado por la historia, prometemos trabajar duro para hacer más rápido y mejores capítulos
Arte: Team Clock ∆
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En las garras del demonio (EDITANDO)
RomansJace, un simple estudiante universitario, se ha visto envuelto en la tarea de lidiar y convivir con un demonio encantador , luego de haberlo invocado una noche por una extraña ouija, poco a poco se darán cuanta que no era lo que esperaban... (No com...