Capitulo 31

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Transcurrieron 4 días desde aquel beso que seguía recordando con detalle esa noche, los días posteriores habían sido normales aunque seguía sin acostumbrarme a que Valtiel asistiera conmigo a la escuela; una rutina a la que me estaba comenzando a adaptar era despertar con Valtiel quien me había sugerido cambiar los muebles para poder instalar un sofá cama que el mismo hizo aparecer la noche del beso solo porque "era muy incomodo el suelo". Hacer nuestro desayuno en el que no podía faltar pan tostado y mermelada, Jason saludándome desde su puerta y cambiando su mirada a seriedad cuando Valtiel me pasaba su brazo detrás de mi cuello fingiendo ser mi pareja, Cosette llegando con distintos almuerzos que le daba a Valtiel  para degustarlos y finalmente nuestra llegada a casa al anochecer, todo era normal hasta esa noche.

—Creo que me estoy comenzando a acostumbrar a una vida humana Jace—. Me dijo Valtiel  acostado desde su "cama".

—¿De qué te puedes preocupar sí no haces tarea? En cambio yo debo de hacer un reporte de 5 cuartillas—. Le dije con disgusto pues utilizaba sus poderes para ello cosa que yo ni de lejos podía hacer.

—Voy a tu escuela para cuidarte, no para hacer tarea—. Contestó con egocentrismo.

—Como sea, voy a preparar la cena. Cuando esté lista te gritaré —. Comenté antes de salir.

—Vale, no tardes tanto —. Valtiel se quedó acostado con mi laptop a un costado.

Bajé las escaleras para ir a la cocina pero me di cuenta que la puerta principal se encontraba abierta, extrañado por el suceso fui a cerrarla mientras pensaba y dudaba si la había cerrado o no. Sin tomarle importancia la cerré y me giré para ir a mi destino principal.

—Veamos...—. Dije al abrir el refrigerador. —Tengo champiñones, tomates rojos y mantequilla. Creo que hay espagueti en la alacena así que puedo hacer una pasta italiana —. Terminé mientras me colocaba el delantal.

Saqué todos los ingredientes para lavarlos y comenzar a hacer la pasta, coloqué una cacerola  con agua en la estufa para ahí poner el espagueti. Un escalofrío recorrió mi espalda cuando cortaba los champiñones pero mi concentración en hacer la comida rápido para comenzar mi tarea era más importante así que seguí haciéndolo, al darme la vuelta sentí una mano apretando mi cuello fuertemente sin darme oportunidad de reaccionar, era Aamon con una sonrisa de satisfacción y sadismo.

—Me parece muy tierno que vayas a hacer la comida para ese bastardo—. Me dijo mientras me miraba atentamente. —Sería una pena que todo esto se tornara amargo ¿O no?—.

Mi falta de aire comenzaba a hacerse presente cuando intentaba respirar pero solo lograba consumir pocas cantidades además de un ardor en los ojos por la falta de oxigeno y la presión de mi cuello, sentía una presión tan fuerte en mi cabeza que comenzaba a provocarme mareos constantes.

—Me fascina la cocina Jace al igual que a ti, no solo por las cosas deliciosas que uno  puede hacer sino que tienen los mejores instrumentos de tortura están aquí—. Tomó el cuchillo con su mano libre y comenzó a mirarlo con detenimiento.

—D..ej me i..r—. Intentaba hablar pero no podía hilar una frase completa.

—¿Qué dijiste? No te puedo entender—. Musitó con sarcasmo. —Bueno, veo que solamente quieres hacerte el interesante muchacho y yo detesto a ese tipo de gente así que he aquí un pequeño castigo—. Rozó mis mejillas con el filo del cuchillo.

Las lágrimas en mis ojos comenzaron a salir pero no por miedo sino por la falta de oxígeno y los cortes que Aamon me hacía sin compasión, no entendía su tortura hacia mi pero esos cortes solo eran superficiales, las pequeñas cantidades de sangre escurrían por mi rostro y Aamon al ver esto fue bajando el cuchillo hasta mis manos las cuales también comenzó a cortar como si fuese un niño con colores pintando en una hoja blanca.

—Creo que esto debe de bastar para que Valtiel no vuelva a subestimarme—. Dijo con tranquilidad.— La próxima vez será la última para ambos —. Dijo cerca de mi oído con sarcasmo.

Caí al suelo de rodillas sujetando mi cuello mientras tocia, esforzándome por recuperar el aliento y estabilizar mis nervios me apoyé en la estufa dándome cuenta que Aamon ya no se encontraba ahí. Las lágrimas continuaban brotando silenciosas, aún en el suelo intentaba procesar la escena que acababa de vivir ; Aamon había logrado aparecer incluso estando Valtiel en casa, él estaba intentando demostrarle que tan poderoso podía ser al acercarse y hacerme daño, era una amenaza. Ésta habilidad era desconocida hasta ahora, pero una muy peligrosa al ser capaz de aparecer sin ser detectado por Valtiel... Él tendría toda la oportunidad de dañarme cuando le complaciera.
Una vez que terminé de estabilizar mi respiración apagué la estufa para sentarme en una de las sillas que se encontraban en la barra para poder procesar mejor la situación pero escuché unos pasos acercarse desde las escaleras.

—Oye Jace ya tengo hamb....—. Dijo Valtiel mientras entraba a la cocina pero se detuvo al verme en tal estado. —¡¿Qué diablos te sucedió?!—. Corrió hacia mi.

—Fue Aamon...—. Dije mientras me contenía para no volver a llorar. —Me atacó—.

—¡¿Cómo pudo ocurrir eso?! ¡Ni siquiera sentí su presencia!—. Valtiel me miraba preocupado.

—Creo que quiere demostrar de lo que es capaz—. Mencioné con los ojos cerrados debido al dolor en mis manos y rostro.

—¡Maldito hijo de puta!—. Golpeó la barra con furia—.Jace... no pude protegerte—. Volvió a mirarme pero esta vez con arrepentimiento.

—No te preocupes, lo mejor será estar más atentos—. Comenté aparentando serenidad.

—Tu rostro Jace, esta sangrando ¿Ese imbécil te hizo todo eso?—. Preguntó tocando cuidadosamente con sus yemas los cortes.

—No es tan grave, iré al baño a curarme, creo que la comida tendrá que esperar un poco más—. Le dije con una media sonrisa.

Me levanté y pasé junto a Valtiel para ir al baño pero me detuvo tomando mi mano con fuerza lo que me hizo voltear para ver por qué lo había hecho.

—Te juro que ese bastardo pagará—. Sonrió tratando de calmar la situación.

—Yo sé que si—. Le devolví la sonrisa.

—Anda, ve a curarte. Estaré pendiente—. Me guiñó mientras sacudía un poco mi cabello.

Subí las escaleras mientras sentía el dolor punzante en mi rostro y manos, abrí la puerta del baño para intentar curarme pero las lágrimas finalmente salieron con algunos sollozos que ahogaba con mi mano para que Valtiel no me escuchara, el hecho de que Aamon me torturara más veces e incluso peor aunque Valtiel no se diera cuenta me aterraba. La idea de que Valtiel se llevara mi alma seguía presente pero era la menor de mis preocupaciones, la única cosa que no podía sacarme de la cabeza era si en verdad Valtiel le podía hacer frente a Aamon o tal vez...ambos moriríamos a manos de él.


En las garras del demonio (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora