Capítulo 35

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La música que venía del exterior se podía escuchar dentro de los sanitarios, en el cubículo donde me encontraba se escuchaba el agua del lavamanos que utilizaba Jason. La incomodidad que podía sentir en el ambiente me hicieron quedar en silencio hasta que Jason comenzó una conversación corta.

—Evan es un poco violento, ¿no crees? —. Mencionó desde afuera.

—S-Sí, siempre ha sido así desde que eramos niños. —.Improvisé.

—¿En serio? Qué fastidio, yo no tuve la oportunidad de conocer a mis familiares —. Comentó con un tono de voz neutro.

—¿Por qué dices eso? —. Le pregunté dubitativo.

—Olvídalo, te esperaré afuera Jace; no tardes —. Dijo antes de salir.

Me quedé pensando unos pocos segundos sobre lo que había dicho, a decir verdad no sabía casi nada de Jason pero de alguna manera podía sentir aquel vínculo de amistad que sucede cuando conoces a alguien que conoces de años. Salí del cubículo un poco apresurado para evitar que Jason esperara por más tiempo; mientras lavaba mis manos escuché la voz de Valtiel en mi cabeza.

—¿Está todo bien? —. Preguntó.

—Sí, ya vamos para allá —. Respondí a la nada, cualquiera que me viera hablar solo pensaría que estoy loco.

Salí de los sanitarios hallando a Jason recargado en la pared, al verme me dirigió una mirada con un poco de confusión.

—¿Hablabas con alguien? —. Dijo levantando una ceja.

—S-Sí, mi padre. Le dije que estaría con unos amigos —. Mentí, ya se me había hecho una costumbre mentir e inventar cualquier cosa desde que Valtiel llegó a mi vida.

Nos dirigimos a la zona de comida en donde buscábamos a Valtiel y Cosette con la mirada, después de cinco segundos Jason los halló al fondo; desde el lugar donde estábamos podía ver la cantidad de cosas que habían pedido. Solté un suspiro pesado ya que me imaginaba lo peor.

—Tardaron un poco —. Nos dijo Cosette cuando estuvimos cerca.

—Hablé con mi padre, fue eso. —.Tomé asiento.

En la mesa se podían observar pequeñas canastas de comida y junto a unos vasos una gran jarra de lo que probablemente era cerveza. A pesar de la situación tan delicada en la que me encontraba no pude evitar tragar saliva por todo lo que mis ojos podían ver, resultaba apetitoso pero al mismo tiempo peligroso.

—Comencemos —. Dijo Valtiel al mismo tiempo que se metía un puñado de aros de cebolla a la boca.

Todos estábamos aparentemente disfrutando el momento, por un instante pasó por mi mente la idea de convivir como siempre había querido hacerlo con amigos o familiares pero jamás se había dado la oportunidad. Pasados por lo menos dos horas Valtiel y Jason se notaban algo mareados pues sus mejillas se veían de un tono rojizo y su mirada se postraba en la nada, los miraba detenidamente hasta que giré hacia Cosette que los estaba grabando con su celular; la rubia habló para sacarlos de su trance.

—Deberíamos de hacer una competencia de bolos, quien gane va a llevar a Jace a su casa —. Propuso.

Ante su estúpida idea la miré con una expresión que claramente decía «¿En serio?» y estaba por replicar negando con la cabeza pero ambos chicos le estaban prestando total atención, y supe que esos dos no iban a escuchar nada de lo que dijera.

—E-Está bien, yo gan...aré —. Afirmó Valtiel tambaleándose un poco.

— Ya lo vere...mos presumido —. Le respondió Jason con dificultad.

En las garras del demonio (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora