Capítulo 24

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Llegamos a casa un poco alertados por la pelea que se había suscitado hace unos minutos, entramos sin decir nada pues ambos estábamos tan consternados que no nos habíamos dado cuenta que mi padre ya estaba en casa. La luz del comedor se encontraba encendida y desde ahí se podía ver a mi padre sentado en una de las sillas, en cuanto escuchó la puerta cerrarse asomó su cabeza.

-¿Jace, eres tú? -me preguntó desde el comedor.

-S-Si papá, soy yo -contesté.

Giré para ver a Valtiel que seguía junto a mí, mi padre se levantó y nos vio a ambos. Su mirada hacia Valtiel fue de confusión hasta qué él habló.

-B-Buenas noches, señor... -le dijo Valtiel a mi padre.

-Buenas noches... Jace te he dicho que no salgas tan tarde-. Se dirigió mi papá a mí.

-Fui a comprar algo al supermercado y me encontré a mi amigo -le respondí con aquella mentira.

-Mucho gusto señor, soy Evan Hudson. Soy compañero de Jace en la universidad. -Le extendió la mano.

-¿Y qué te trae por aquí, Evan? -le preguntó mi padre a Valtiel.

-Encontré a Jace en el supermercado y lo quise acompañar a su casa, yo vivo a unas calles de aquí así que no hay problema-comentó Valtiel.

-Bueno, Evan, no es por ser grosero pero ya es un poco tarde y ambos tienen que ir mañana a la escuela. -Mi padre se dio la vuelta para irse.

-Sí señor, buenas noches. -Se despidió Valtiel de él.

Valtiel caminó de nuevo a la puerta y se dio la vuelta para mirarme, con sus ojos me hizo una señal mirando hacia arriba para después él mismo cerrar la puerta de mi casa. Me quedé un poco confundido por su acto y más aún sorprendido por como había llevado la situación frente a mi padre, me dirigí a mi habitación no sin antes pasar por donde estaba mi papá quien me habló.

-Jace...

-¿Sí papá? -dije con nerviosismo.

-¿De dónde conoces a ese chico?-me preguntó con cautela.

-De la escuela, tiene tres días que entró a mi clase de matemáticas y me pidió ayuda, poco a poco nos volvimos amigos y me encontré con él en el supermercado -le contesté mientras pensaba en mi cabeza las siguientes mentiras.

-¿Estás seguro de que es tu amigo? -me dijo con gesto dudoso.

-¿Por qué lo dices? -le cuestioné confundido.

-No es por juzgarlo, pero ese chico parece un pandillero -me miró con incertidumbre.

-Oh papá, ¿en serio? -le respondí.

-¿Qué? Solo estoy diciendo lo que pienso de él -dijo con un tono burlesco.

-Me iré a dormir papá, platicamos luego del tema, ¿sí? -Me fui a las escaleras lentamente.

-¡Pídele ayuda si te metes en una pelea! -me gritó desde la cocina.

Reí por su comentario y seguí subiendo las escaleras, al abrir la puerta vi a Valtiel acostado en mi cama con una mirada seria hacia mí.

-¿Tu papá me llamó pandillero? -cuestionó con molestia.

-¿Quién carajo es Evan Hudson? ¿No pudiste inventar otro nombre? -de igual manera le pregunté.

-Era un contador ambicioso que se suicido cuando decidí llevarme su alma. -Se levantó y se sentó en la orilla de la cama.

-Si no quieres parecer pandillero deberías de vestirte de otra manera-. Le dije mirando su atuendo. ¡Cualquiera pensaría lo mismo!

-Bueno, me tendré que vestir diferente ahora que vaya contigo a la universidad -comentó dibujando una sonrisa de lado.

-¿Qué? ¿Por qué irías a la universidad conmigo? -mientras le dije eso pensaba el porqué haría tal cosa.

-Tu papá cree que voy contigo a la universidad, y Aamon puede hacerte daño si no estoy a tu lado -respondió cambiando el semblante ante la mención del demonio.

-¿Y cómo diablos vas a entrar a mi escuela sin una identificación?-musité.

-¿Se te olvida que soy un demonio? Si yo quiero puedo volverme el director de tu escuela -presumió.

Ignoré su auto egolatría, concentrado en el asunto de su matriculación.

-Lo que menos quiero es que sospechen, entonces mañana haz lo que tengas que hacer para ser un estudiante y ya. -Me acerqué al baño-. Voy a cambiarme así que ve quitando tu cuerpo de mi preciada cama, por favor.

-¿Y por qué no dormimos juntos esta vez? -Escuché desde atrás.

-Deja de bromear conmigo y quitate, ¿quieres? -Espeté mientras entraba al baño.

Al salir del baño vi que junto a mi cama había otra cama improvisada con sabanas y almohadas en donde Valtiel estaba acostado, me sorprendí ya que él siempre descansaba en la silla de mi escritorio; pasé junto a él para acostarme en mi cama pero al hacerlo sentí su mirada en mi lo cual me hizo voltear a verlo, me miraba con envidia y molestia.

-Mira a lo que tuve que recurrir -dijo nuevamente molesto.

-Si quieres ahí está la silla, ya vamos a dormir por que mañana debemos de ir a la escuela. -Apagué la lámpara de mi mesilla de noche.

En las garras del demonio (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora