Antes de poder bajar para recibir a mi padre el cual había llegado en un mal momento tuve que vestirme nuevamente con mi pijama para que no sospechara de lo sucedido. Entré al baño para refrescarme la cara y lavar mi boca debido al olor a cerveza que tenía impregnado en ella, mi corazón se había tranquilizado un poco y el nerviosismo en mis acciones había disminuido; al salir vi que Valtiel me miraba con una sonrisa la cual expresaba claramente su diversión por la actual situación, así que también expresé mi molestia levantando el dedo medio de mi diestra.
—Es mejor que te apresures, yo me daré un baño—. Dijo Valtiel mientras se estiraba a lo largo de la cama.
Bajé un poco agitado por la rapidez en que había hecho mis cosas, mi padre se encontraba en la sala mientras miraba la televisión junto a un par de bolsas que yacían en la mesa de la misma.
—¿Cómo te fue el día de hoy hijo?—. Me preguntó mi padre como de costumbre.
—Bien papá ¿Y a ti qué tal te fue? Haz estado trabajando un poco tarde, deberías de descansar un día entero—. Le dije mientras me sentaba a un costado de él.
—Lo haré Jace pero por el momento sigo teniendo energía, por cierto; traje hamburguesas de un centro comercial que acaban de abrir, vamos a cenar ¿Vale?—. Comentó con amabilidad.
Existía cierta curiosidad de mi parte por saber que pensaba mi padre, era un hombre que no había vuelto a salir con alguien desde la muerte de mi madre y desempeñaba su papel de padre de familia de manera excelente pero al igual que yo podía percibir su soledad al no estar con alguien que tuviera química con él. Terminando de cenar me despedí dejándolo en la sala pues comenzaba a sentir los ojos pesados y ligeros bostezos saliendo de mi boca cada par de segundos, al entrar a mi cuarto vi a Valtiel con una toalla en la cintura como aquella ocasión cuando lleve a Cosette pero era distinto, no me había sorprendido en absoluto y pude notar que él se había dado cuenta de ello.
—Esta vez no te sorprendiste Jace, creo que ya te estas acostumbrando a ver este sensual cuerpo desnudo—. Murmuró sonriente mientras se cruzaba de brazos.
—Cierra la boca y vistete enseguida, ya quiero dormir—. Le pedí aunque discretamente podía ver de nuevo su torso humedecido con algunas gotas cayendo de su piel.
Un ligero atisbo de tranquilidad había llenado el fin de semana, yo estaba ocupado haciendo tarea mientras que Valtiel navegaba en mi laptop; Cosette había hablado con nosotros por videollamada pero lo más extraño es que no había visto desde aquel día a Jason aunque estaba seguro que tarde o temprano me encontraría con él en la escuela. Llegó el lunes y como cualquier otro día Valtiel y yo íbamos a la escuela en su motocicleta.
—¿Vas a ir hoy a mi clase o a la de Cosette?—. Le pregunté antes de entrar al edificio.
—Esta vez quiero estar con Cosette, necesito platicar con ella de algunas cosas —. Respondió mientras arreglaba su cabello despreocupadamente. No veía necesario que hiciera eso, estaba seguro que él era consciente de que lucia genial en ese momento.
—Esta bien, los veo en la cafetería después—. Le avisé antes de irme.
Mis débiles reflejos no me hicieron reaccionar ante el corto beso en la boca que Valtiel me había dado en esos momentos antes de irse, quedé sorprendido por unos segundos e intenté mirar los alrededores pero nadie se había dado cuenta lo cual me tranquilizó un poco.
—Voy a matarlo cuando lo vea—. Me dije a mi mismo después de calmarme del susto.
—¿Matar a quién?—. Escuché una voz relativamente cerca que me era familiar.
Al darme la vuelta vi a Jason con su sonrisa amable mientras me miraba directo a los ojos.
—¡Jason! ¿C-Como has e-estado?—. Dije tartamudeando sin saber bien cómo reaccionar.
—Bien Jace, gracias ¿Y tú qué tal, cómo lo llevas con tu primo?—. Sacudió mi cabello un poco.
—B-Bien, hemos estado un poco ocupados p-pero todo esta bien—. Sonreí después de mi improvisación.
—Ya veo... ¡Oh! Antes de que se me olvide, lamento haberme puesto así en los bolos, es que soy muy competitivo y tu primo...—. Lo interrumpí.
—No te disculpes, Evan es también competitivo pero solo se estaban divirtiendo así que no hay de que disculparse— Respondí con una ligera sonrisa.
En ese momento el timbre de la escuela sonó avisando el inicio de la primera clase lo cual me alertó ya que debía estar en matemáticas.
—¡Me lleva! No me dejará entrar el profesor Freadman—. Exclamé alterado.
—¿Y por qué no te saltas la clase? — Me propuso Jason. —Ademas, quiero hablar de algo contigo...—. Terminó con algo de seriedad.
—Mi tarea, la había hecho con mucho esfuerzo y ahora no se la podré entregar—. Me lamenté.
—No te preocupes, estoy seguro de que se te ocurrirá algo—. Me tomó del hombro y me llevó a la cafetería.
En el camino a la cafetería intentaba pensar en lo que Jason quería decirme pero de las múltiples opciones que se me ocurrían cualquiera podía llegar a ser la verdadera, estábamos por llegar y antes de que eso sucediera Jason me preguntó si quería algo de tomar a lo que yo me negué; sin embargo el había ido por un trozo de pizza y un café latte.
—Vaya desayuno...—. Comenté con algo de incomodidad.
—No me dio tiempo de desayunar nada en mi casa, mi trabajo ha estado un poco muerto y el dinero no cubre muchos de mis gastos—. Respondió algo decaído.
—B-Bueno, ya puedes decirme—. Cambié el tema.
—Ah, si... Es sobre lo que te dije esa noche que fue tu primo por ti...—. Se mostró indeciso de seguir—. No me dijiste que pensabas al respecto...—. Terminó.
—Sobre eso querías hablar...bueno, no tengo mucho que decirte Jason. Quisiera ser mas discreto con esto—. Le dije dando a entender sobre mi atracción por los hombres.— Sé que ya sabías sobre mi orientación y en verdad me siento halagado de alguna manera pero no creo que lo que sientas por mi sea atracción Jason, tal vez solo se trate de cariño o amistad—. Le sonreí para aligerar el ambiente.
—Fue lo que me pregunté esa noche, he tenido dos novias Jace pero sinceramente no sentía con ellas lo que sentí cuando te conocí—. Soltó un ligero bufido—. Al principio creí que tal vez me gustaban ambos sexos pero si tú lo intentas conmigo tal vez termine por convencerme—. Me tomó de la mano.
Fue un impulso que no pude evitar al instante pero al reaccionar tuve que impedir, él ante mi reacción se mostró confundido, decepcionado y al último resignado. Por mi parte estaba demasiado sorprendido, de alguna manera la situación me daba felicidad pero por otra me mostraba indiferencia ya que aceptándolo o no Valtiel me comenzaba a atraer aunque no de la manera correcta pero creo que eso era lo que me había comenzado a gustar de él, su personalidad cínica y egocéntrica.
—Y-yo no sé que decir, no me gustaría perder tu amistad Jason. Deberías de mejor pensar bien las cosas—. Comenté.
—¿Me darías una oportunidad si en estos momentos te lo pido?—. Me preguntó.
Me había intrigado la propuesta de estar con él y ahora ya sabía la razón, negarme a su petición me haría tratarlo distinto pero por una parte yo mismo tenía la culpa porque Jason me había atraído aunque ahora viese más mi trato hacia él como una buena amistad, con algo de sudor en mis manos tomé de valor para responder pero fui interrumpido por mi celular, se trataba de Cosette.
—Jace, estoy en medio de la clase así que solo te hablaba para decirte que te veremos en la entrada de la escuela, Valtiel quiere comer carne, no vemos—. Dijo entre susurros.
Al colgar quedé un poco extrañado por su llamada pero había sido el pretexto perfecto para evitar más la plática con Jason.
—Genial...—. Dije aparentemente molesto.
—¿Qué sucede?—. Preguntó Jason.
—Un compañero de mi salón dice que el profesor no aceptará trabajos después, debo de ir a entregarle el mio, nos vemos Jason—. Me despedí informalmente para irme de ahí, dejándolo solo con la respuesta en el aire.
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En las garras del demonio (EDITANDO)
RomanceJace, un simple estudiante universitario, se ha visto envuelto en la tarea de lidiar y convivir con un demonio encantador , luego de haberlo invocado una noche por una extraña ouija, poco a poco se darán cuanta que no era lo que esperaban... (No com...