∆ Un grito enjaulado ∆
Es gracioso recordarlo, me lleno de impotencia pero también de alivio tan pronto mi memoria regresa varios años atrás, cuando fui salvado de un crudo destino.
Mis padres y Jack se habían ido, la primera noche fue infernal para mí con aquel hombre; los azotes con tal fuerza eran tan nuevos para mí que me me hacían sollozar toda la noche por el dolor punzante que sentía en la espalda; pasé hambre más de una vez e incluso me desmayé en la escuela cuando tenía 10 años. Para cuando llegó el otoño me recordaba cuando Jack y yo salíamos a pisar las hojas secas que se acumulaban en el asfalto, el olor a café que mi mamá le servía a mi papá y como sentía la calidez de sus cuerpos cuando veíamos películas acurrucados en el sofá.Dejé de ir a la escuela cuando ya no me quedaba material ni dinero para el almuerzo, mi tío había "gastado" todo su dinero en alcohol y apuestas que venía arrastrando aún cuando mis padres vivían. Los golpes ya no dolían en absoluto, lo que más me dolía era estar solo, que mis padres me hayan dejado con un monstruo que probablemente los asesino a sangre fría.
El invierno había hecho acto de presencia para mi último año ahi, dormitaba poco pues el frío se filtraba a través de la ventana y la delgada cobija que me había cubierto durante dos años no era aún de ayuda.
—¡Despierta pedazo de mierda!—. Escuché la voz de mi tío resonando en mis tímpanos seguido de un golpe en mi espalda que despertó nuevamente el dolor. —Quiero que vayas por el periódico matutino—. Regresó a la puerta para azotarla.
Toque un poco mis ojos para despertarme completamente, la ropa que había logrado sacar de mi antigua casa ya me quedaba más corta y algunos jeans ya estaban rotos de las rodillas pero no podía decir nada; todas mis quejas eran cobradas con golpes e insultos, humillación en su máximo esplendor. Tomé lo más decente que tenía y salí rápidamente sin hacer contacto visual con el asqueroso hombre, me agradaba la señora Dorson de los periódicos; al verme las primeras veces ahí me regalaba dulces y para cuando cumplí los 10 años junto un puñado de centavos y me lo obsequió. Ella no me llamaba por mi nombre, siempre que me veía sonreía y silbaba con gran armonía "Ahí viene volando esa hermosa ave" concluía... Cuando falleció estuve en su funeral, tuve que escaparme a hurtadillas cuando mi tío salió por alcohol; lloré por ella, lloré por mis padres y lloré por mi mismo, contenía tantas lágrimas que creía que quedaría seco después de esa noche.
El nuevo lugar al que iba por el periódico quedaba más lejos, al obtener un ejemplar regrese corriendo a la casa con el frío en las mejillas y la nariz. Mi tío bebía de una botella de Jack Daniels mientras miraba un cuadro de una mujer y él, imaginaba era su ex esposa.
— Aquí está el periódico...—. Lo dejé en la mesa suavemente.
—Me haz estado robando ¿No es así?—. Musitó sin mirarme.
—¡N-No tío! Yo sería incapaz de hacer eso—. Respondí temeroso.
—¿Y que diablos hacia esto en debajo de tu cama?—. Sacó una bolsa con algunas monedas.
—E-Eso... Me lo dieron afuera, te lo juro—. Tartamudeaba mientras le decía la verdad.
— Mientes y odio que me mientan ¿Qué crees que te va a pasar si sigues mintiendo?—. Se levantó se la silla.
Su complexión imponía, robusto con vello en el pecho y un bigote descuidado, tan pronto como estuvo a un metro de mi sentí algo caliente recorriendo mis piernas, me había orinado del miedo.
—Jajaja maldito niño marica, creo que en eso te pareces a tu padre—. Dejó la botella en la mesilla. —Pero yo sí te haré pagar por ello—.
Aquel bastardo me tomó del cuello con su mano izquierda y me tiró donde ya se había formado un charco de orina para restregarmela en la cara.
—¡Aquí no somos perros para estar orinando donde sea! AHORA LIMPIALO ANTES DE QUE TE ROMPA EL CUELLO—. Me soltó.
—Lo haré, lo haré—. Musite con terror.
Toda esa tarde la pasé en mi cuarto, apestaba a orines y sentía la piel de la entrepierna irritada pero no podía decir nada; no si quería seguir viviendo por lo menos. Al cabo de unos minutos me dormí ignorando cualquier cosa, me sentía totalmente cansado pero esa serenidad me volvió a despertar con un fuerte ruido, él subía las escaleras con rapidez y furia, sentía como toda la casa se movía con sus pisadas, abrió de un patada la puerta.
—¡BASTARDO, DESPIERTA!—. Gritó con fuerza.
Por inercia me tapé con la cobija completamente, él se acercó y la jaló sin importar que; sentía de nuevo el pantalón mojado. Levantó la botella y estaba por estrellarla en mi cabeza pero lo esquive de milagro, me hice a un costado de la cama y me levanté de la cama rápidamente pero me tomó del cabello y volvió a lanzarme a la cama.
—Persistente hijo de perra, acabas de tirar mi trago por toda la cama. Ahora te voy a enseñar que debes de respetarme—. Se desabrochó el pantalón y pude notar una erección que me provocó repulsión.
— Tío por favor no lo hagas, déjame, déjame en paz—. Comencé a forcejear con él pero era evidente la fuerza.
Tomó el broche de mi pantalón pero para cuando iba a arrancarlo tuve oportunidad de levantar mi pie para propinarle un golpe con la suela de mi bota con toda mi fuerza que lo hice soltar un quejido ahogado. Retrocedió u par de pasos pero la botella hizo que se tropezara y cayera de nalgas en el suelo, la oportunidad era evidente y me dirigí a la puerta pero algo tomó mi tobillo, era su mano.
—¡¿A dónde crees que vas Jason ?!—. Preguntó enfurecido.
Estaba siendo sometido por la razón en la que mi vida se había vuelto un verdadero infierno, si existía la maldad en persona era mi tío el indicado. Un par de lágrimas salieron de mis ojos y comencé a sentir como todas mis venas se sentían calientes, cerré mi puño y tomé vuelo con ni pierna apuntando nuevamente a su rostro.
—¡DEJAME IR DE UNA PUTA VEZ IDIOTA!—. Grité con todas mis fuerzas, la saliva había salido de mi boca y las venas en mi cuello habían sobresalido.
El ruido de su nariz quebrándose se escuchó claramente, se llevó ambas manos a la cara y sus alaridos no casaban, me levanté y salí corriendo de esa casa para no volverla a ver, esa maldita casa que parecía mantenerme encerrado, enjaulado.
El resto de la historia ya se sabe, tuve suerte de sobrevivir y agradezco de haberlo hecho. Parece que ahora ya no duele tanto recordarlo como antes, ahora ya estoy más tranquilo de hacerlo mientras veo nuevamente el brillo del sol volviéndose cada vez más débil.
∆ Gracias a todos por leer la historia, hemos pasado las 100, 000 lecturas y nunca creímos que llegaríamos a tal punto. Recuerdo cuando apenas llevábamos 30 lecturas y nos emocionabamos demasiado por ello, ahora que hemos logrado esto gracias a ustedes solo nos queda darles las gracias de todo corazón y que nos sigan apoyando para nuestros futuros proyectos, los queremos mucho.
Team Clock ∆
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En las garras del demonio (EDITANDO)
RomanceJace, un simple estudiante universitario, se ha visto envuelto en la tarea de lidiar y convivir con un demonio encantador , luego de haberlo invocado una noche por una extraña ouija, poco a poco se darán cuanta que no era lo que esperaban... (No com...