Permanecí petrificado unos segundos al igual que Valtiel, quizá esperando a que reaccionara y lo golpeara para alejarlo pero al no recibir ninguna señal de rechazo de mi parte lentamente comenzó a mover sus labios contra los míos. No sabía si era a causa del alcohol o la confusión que sentía en ese momento pero poco a poco fui cerrando los párpados correspondiendo aquel beso.
Valtiel se acomodó apoyando su peso con sus manos sobre el colchón sin despegarse de mis labios, tironeó suavemente de mi labio inferior y se abrió paso en mi boca con su lengua explorando con avidez, sin embargo me separé por la falta de aire algo que parecía no afectarle a Valtiel en su condición como demonio, asaltando mi boca apenas cogí algo de aire en mis pulmones. Llevó una mano a mi mejilla dando un par de caricias con el pulgar, mi respiración comenzó a hacerse pesada a medida que el beso se intensificaba.
Rodeé su cuello con mis brazos atrayéndolo hacia mi, me sacudi ligeramente cuando su mano descendió por mi torso sintiéndome vulnerable en ese momento; a su merced...
Subió mi camiseta con lentitud y la yema de sus dedos acariciaban mi piel provocando agradables escalofríos. El ambiente que nos envolvía era caliente y electrizante; era la primera vez que sentía algo así... y me gustaba. Mi piel quemaba con cada roce y deseaba que este instante fuera eterno, que durara para siempre pero estaba claro que los deseos casi nunca se cumplían.
-Jace...- Susurró con voz grave contra mis labios.-Estas ebrio, debes tomar un baño.
Se apartó lo suficiente para observarme, sin levantarse de su posición sentí mi cara arder con el peso de su mirada sobre mi, solté un suspiro de cansancio y cerré mis ojos nuevamente. Me sentía extraño y a la vez algo aturdido por la situación, a este punto ya estaba agotado física y mentalmente.
-No quiero, sólo dejame dormir-. Giré la cabeza a un lado con mi mejilla apoyada en la almohada.
Sentí el cuerpo de Valtiel alejarse y el abandono de su calor que me inquietó por un segundo. Giré en la cama quedando de espaldas a la puerta cubriéndome con el edredón hasta sustituir el calor que él me brindaba hace unos momentos. Abrí los ojos al sentir el colchón hundirse un poco a mi lado, Valtiel permanecía quieto por lo que parecían largos minutos hasta que finalmente soltó un suspiro de resignación.
Él me abrazó por la espalda, cierre los ojos unos segundos para conciliar el sueño sintiendo su pecho subir y bajar lentamente; su respiración me golpeaba suavemente el cabello, relajándome. El cansancio me ganó y dejó que el sueño me invadiera completamente.
Una fuerte luz golpeaba en mi rostro produciendo incomodidad en mis párpados aún cerrados. Me cubrí la cabeza e intenté girar mi cuerpo hacia el otro lado pero algo me sujetaba firmemente impidiendo tal movimiento. Me removí fastidiado y finalmente abrí los ojos para ver con molestia a Valtiel acostado a mi lado y aferrado a mi cuerpo como una garrapata.
Le di varias patadas de forma insiste y soltando un gruñido cuando conseguí que se despertase y me liberara de su agarre. Me incorporé un poco y llevé una mano a mi cabeza la cual comenzó a doler de repente, sin embargo eso no impidió que fulminara una vez más a Valtiel con la mirada. Él por su parte me devolvió una de total desconcierto.
-Te dije que no te acostarás en mi cama cuando yo la ocupaba-. Le regañe soltando un resoplido.
Volví a presionar mi cabeza cerrando mis ojos con fuerza. Lo miré de nuevo y siguió observándome con extrañeza como si le hubiese hablado en chino.
-¿Estas bien?- Pregunté un tanto inquieto por su silencio.
Parecía reaccionar esta vez, se levantó de la cama con sutileza y precaución. Su mirada escudriñó mi rostro algo alarmado.
-¿Tú estas bien?- Preguntó sin responderme.
-Por supuesto que sí, sólo me duele un poco la cabeza.- Me quejé con cansancio.
Se quedó parado junto a mi cama, me miró preocupado e indeciso hasta que finalmente decidió hablar.
-¿Recuerdas algo de anoche?- Inquirió dubitativo.
Sostuve su mirada incrédulo por tal pregunta. Aunque lo que más me extrañaba en ese momento era su raro comportamiento.
-Que fui a la fiesta, y... Me encontré con Cossete- Le respondí recordando vagamente-Y luego... Regresé a casa.
Centré mi atención de nuevo hacia él, encontrándolo más inquieto aún.
-¿No recuerdas nada más?-Cuestionó casi horrorizado y preocupado.-¿Cómo es posible eso?
-No, creo que es por que era la primera vez que bebía tanto.-
Contesté confundido.-¿Que ocurrió anoche?Apretó la mandíbula y esquivó mi mirada, de repente parecía triste y molesto.
-Nada, no paso nada.- Masculló entre dientes.
Abrí la boca para cuestionar su actitud y repentino cambio de humor pero cruzó la puerta de mi habitación sin decir nada más. Me levanté unos minutos después tratando de procesar aquello y sin entender nada. Sumando la actitud de Valtiel y su cambio drástico de ánimo no me ayudaba en nada a comprender que le ocurría. Opté por restarle importancia, no quería empeorar mi resaca martirizando mi cabeza en buscar respuestas a aquel asunto.
Tomé una ducha para relajarme, al salir busqué una aspirina como último recurso para calmar el dolor. Saliendo del baño, atravesé la puerta de mi habitación y bajé las escaleras yendo en dirección a la cocina.
Esperaba encontrar a Valtiel, aguardando a que llegara y le preparará el desayuno. Sin embargo, el silencio fue lo único que me recibió, Valtiel no estaba.
ESTÁS LEYENDO
En las garras del demonio (EDITANDO)
RomanceJace, un simple estudiante universitario, se ha visto envuelto en la tarea de lidiar y convivir con un demonio encantador , luego de haberlo invocado una noche por una extraña ouija, poco a poco se darán cuanta que no era lo que esperaban... (No com...