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Keith abrió los ojos, viendo su techo pintado de gris claro. Miró a su alrededor, viendo las paredes coloreadas con matices negros y grises, y una pared exclusivamente roja.

Suspiró, intentando salir de la confusión. Se irguió en su cama, y miró la ventana que, seguramente, había sido abierta por su madre. Las cortinas transparentes rojas y negras se balanceaban con el viento.

Palpó sus piernas, frunciendo el ceño. ¿Todo había sido un sueño?

No lo recordaba perfectamente. Sólo recordaba fragmentos y unos cálidos ojos celestes.

Parecían reales.

¿Existirían?

Una punzada atravesó su cabeza.

-¡Ah, mierda!- gritó enojado, golpeando el colchón.

-¡Keith! ¡Shiro!- gritaron desde el primer piso-. ¡Vengan a desayunar!

-¡Ya vamos, mamá!- contestó, pasando las manos por su cara, consumido por la furia.

Se levantó y se colocó las bata roja y sus pantuflas de leones, también rojas.

Caminó hacia su hermano y movió su hombro.

-Shiro, despierta, el desayuno está servido.

-Hmm.. ya voy- contestó, somnoliento.

Keith se adelantó y bajó primero. Seguía sintiéndose extraño, pensando en lo que había sido aquel sueño.

Nunca había soñado algo que lo haya dejado tan confuso.

-Buenos días, hijo- dijo Krolia, entrando al comedor con platos en las manos.

-Hola, mamá- contestó decaído.

-¿Te encuentras bien?

-¿Eh? Sí, es sólo que tuve un sueño extraño, no sé si paso de verdad o es que mi imaginación me está haciendo una mala jugada.

-A ver, cuéntame, soy todo oídos.

-Soñé que conocía un chico en la escuela, si mal no recuerdo, se llamaba... ¿Lance? Sí, así- se dijo a sí mismo, asintiendo con confianza -. Él iba al curso de arte y yo al de astronomía. Luego, yo me enamoraba de él, y, cuando empezamos a ser novios, lo atropelló un auto- Krolia lo miró extrañada y él se rió nervioso -. No lo sé, fue muy extraño y confuso.

-Hola, Keith, mamá- dijo Shiro mientras bajaba los últimos escalones -. Qué sueño extraño tuviste, sabes, yo también tuve un sueño así.

-¿Hace cuánto estabas ahí?- se quejó Keith, pero su madre dijo, completamente ilusionada e interesada:

-¿Ah, sí? Cuéntanos.

-Soñé que me enamoraba de una chica que era 7 años menos que yo; tenía mis motivos... Se llamaba Katie, pero le decían Pidge- contó Shiro caminando hacia la silla cercana a Keith y sentarse, enfrente de su madre.

-Espera, ¿dijiste Pidge?- preguntó a Keith, más confundido que antes.

-Sí, ¿y qué con eso?

-Ese nombre me parece familiar. Debemos averiguar sobre tu sueño y el mío, creo que tienen varias cosas en común.

Shiro asintió. Krolia sólo los observaba.

-Siento que estas personas sí existen- dijo el menor, completamente seguro.

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Primer capítulo de la segunda temporada!
Espero les guste y no me maten xd

Mullet 2 [KLANCE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora