Mullet 2 [KLANCE]

•29•

Lance se aproximó aún más y dio un golpe en la cara de James, haciendo que retrocediera, mas rápidamente le devolvió el golpe, dejándolo sin aire unos segundos.

Dolía como la mierda.

Pidge tenía razón. ¿Por qué se rebajaba a la altura de semejante imbécil?

Tomó una bocanada de aire y soltó otro golpe. James aprovechó que tenía los brazos levantados y lo golpeó en las costillas.

Gimió adolorido y volvió a golpear.

La gente ya estaba comenzando a rodearlos gritando "¡Pelea, pelea!". Lance pensaba que por qué mierda no se metían en sus vidas en vez de las del resto.

Aunque, claro: se estaban golpeando en el medio del patio, un espectáculo digno de ver teniendo en cuenta que nadie correría a separarlos.

Lance lo golpeó en la boca, haciendo que James vuelva a retroceder.

-Buen golpe, debilucho- exclamó pasándose la mano por la boca y retirándola teñida de rojo -. Pero no podrás escaparte de esta.

Corrió hacia él y se le tiró encima, iba a golpearlo pero Lance fue más rápido y pateó su abdomen. James retrocedió por tercera vez, tomándose la panza, luchando por recuperar el aliento.

Lance se puso inmediatamente de pie.

-¡Eres un jodido imbécil, cobarde!- James gritó, intentando provocarlo. Volvió a aproximarse y dejó un fuerte golpe en la boca de Lance, provocando que su labio inferior se partiera y comenzara a sangrar.

Lance soltó una carcajada, sacando parte de la sangre con el dorso de su mano.

-¿Qué pasa, James?- comentó con burla -. ¿Eso es todo lo que tienes? Vaya, qué decepción, hermano. ¡Lo bueno de esto es que terminaremos rápido!

Se miraron con odio bajo la atenta mirada de Keith. Hunk y Pidge lo habían agarrado, habían retrocedido y se habían ocultado en las sombras.

No eran muy cercanos, la verdad, pero Pidge hacía lo posible por tranquilizarlo y Hunk cada tanto apretaba su hombro para relajarlo.

"Si tan sólo pudiera ayudarlo..."- pensó Keith, mordiéndose el labio- "Pero soy débil, James tiene razón. Lance está siendo lastimado por mi culpa".-Frunció el ceño con molestia por haberle dado la razón a James, y apretó los puños con furia. "No, Keith, debes ir, sí, debes ayudar a Lance."

Se soltó del agarre de Hunk y salió corriendo hacia la pelea.

Lance había vuelto a quedar en el piso, forcejeando para que James no lo golpeara en la cara.

-¡EY, IMBÉCIL, SUELTA A LANCE!- gritó Keith, logrando distraer a James. Lance le pateó de nuevo en el abdomen, haciendo que cayera al piso.

-¡Keith, regresa!- ordenó Pidge, intentando correr hacia él pero Hunk fue más rápido y agarró su muñeca para frenarla.

Keith se aproximó hacia James y le pisó el estómago mientras se retorcía bajo su cuerpo.

Keith sonrío con burla.

-Vaya, nunca pensé que eras tan débil, James Griffin. Realmente me das lástima, ¿cómo es que puedes ser tan miserable? Das asco.- Comenzó a patearlo repetidas veces y Lance, luego de recuperarse, intentó detenerlo, pero todos sus esfuerzos fueron en vano.

Los profesores ya estaban al tanto de la escena y habían corrido a separar a los dos peleadores mientras que Lance examinaba la escena con la mirada perdida y la sangre resbalando por su barbilla.

-¡Los tres irán a la oficina del director de inmediato! - gritaron al unísono tres profesores luego de haber podido sacar a Keith de encima de James.

El último se levantó con ayuda de uno de los mayores pero jaló su brazo bruscamente, separándose de inmediato y mirando con repulsión a Keith, quien seguía siendo retenido, moviéndose como bestia, por los dos profesores restantes.

James escupió sangre al piso y, sin decir nada, giró sobre sus talones para caminar hacia la dirección.

Los profesores soltaron a Keith quien, furioso, siguió el camino de James. Lance trotó hasta él, mirándolo de reojo cada tanto.

Lo desconocía. Esa parte de él no había aparecido ni en el sueño. Keith iba tan firme que parecía que toda su timidez se había esfumado.

Parecía un chico de piedra, con la cabeza en alto y la mandíbula apretada, furioso pero a la vez satisfecho de haber podido descargar lo que llevaba aguantando por tanto tiempo.

Con una mirada... triunfante.