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El buen servicio de la cafetería se hacía notar: el pedido de los chicos llegó en menos de 10 minutos. Era increíble cómo, a pesar de toda la gente que esperaba, se las arreglaban para que nadie tuviera que esperar tanto tiempo.

-¡Gracias por su compra!- dijo Pidge, dejando la bandeja en la mesa, sonriendo animadamente. Posó sus ojos sobre el brazo de Shiro, y el mayor, inconscientemente, se tensó -. Oye, tú, Shiro, ¿verdad? Quiero que me cuentes todo sobre ese brazo- le sonrió con amabilidad y ternura, esperando que el mayor esté de acuerdo. Él asintió, también sonriendo -. Bien, si me esperas, luego de que termine mi turno, podemos salir a pasear y me cuentas todo.

-Está bien-contestó tartamudeando un poco. Realmente se sentía atraído por esa chica.

-También podríamos salir, claro, si quieres- dijo Keith mirando a Lance. Lance lo miró, notando un leve rubor en sus pálidas mejillas.

Le sonrió.

-Bien, ¿te parece a las 20:30? Podemos ir a cenar si te parece- respondió, sonrojándose un poco.

Se sorprendió verse a sí mismo siendo tímido sólo con Keith, lo era desde la primera vez que hablaron. Él no era tímido, era bastante extrovertido, ¿qué tenía el mayor para poner de tal modo a Lance?

Keith asintió.

-¡Perfecto! Nos vamos a encontrar en el parque central- dijo el menor, y pasó las palmas de las manos por sus pantalones. Estaba nervioso, mierda, muy nervioso.

Le sonrió mostrando los dientes y Keith miró las manos sobre su regazo, viendo las zapatillas de Lance. Le dio un sorbo a su Smoothie, frunciendo levemente el ceño.

"Si no me recuerda, ¿cómo es que propuso el mismo lugar donde me declaré en el sueño?", pensó Lance.

Lance parecía confundido o sorprendido antes de aceptar. Al fin podrían juntarse. Para Keith, todavía era un desconocido, pero para Lance, era el amor de su vida.

Se hicieron las 19:30, y aún seguía entrando gente. Faltaba poco para que Hunk colocara el cartel de cerrado, estaba cansado de preparar tanta comida. Les dijo a Pidge y a Allura que lo pusieran al final de la fila, ya no podía recibir tanta clientela.

Ellas asintieron e hicieron lo que les pidió.

-¿Cuánto más esperaremos?-dijo Keith, apoyado en su mano, viendo a su hermano con la mirada perdida en la cocina. Ni bien Pidge le dijo que iban a hablar cuando salga de trabajar, se fue y él se quedó mirando por donde había desaparecido.

-Lo que sea necesario, ¿no entiendes que es la chica de mi sueño?- contestó Shiro en un tono más elevado. Por primera vez en minutos, miró a su hermano con insistencia -. Por favor, déjame esperarla.

-Está bien- respondió de mala gana, volviendo a recargarse en su mano y soltando un largo suspiro. Estaba cansado, aburrido y quería irse a su casa para bañarse y arreglarse.

Lance también se había ido hacía un rato. Él pensaba que, si ayudaba a Hunk y a las chicas, acabarían más rápido con todo el labor, y podría irse antes con Keith.

Mullet 2 [KLANCE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora