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-Te juro que voy a liquidar a ese imbécil- dijo Lance aún frotando sus manos en la espalda de Keith.

Suspiró con pesadez.

-Hace 3 años que me molesta, ya no sé qué hacer- dijo, levantando su cabeza del lavamanos y viéndose al espejo.

Estaba horrible.

-Hey, tranquilo, yo me voy a encargar de él, no te preocupes.- Lance se pegó aún más a Keith y lo abrazó por la cintura, apoyando su frente en su hombro.

El chico se volteó y correspondió el abrazo. Se separaron y dejó un suave y tierno beso en sus labios.

-Gracias, Lance...- dijo sin verlo a los ojos -. Ahora debo ir a la dirección, nos vemos luego- dijo dándole una pequeña sonrisa.

Lance volvió a apretarlo contra él e inhaló su aroma natural, cerrando los ojos.

Se separaron de nuevo y Keith se alejó en dirección a la puerta. Cuando desapareció, Lance, mirando al vacío, susurró:

-Nos vemos luego, mi Mullet.

Pasaron 2 horas y ya era hora del recreo. Los cuatro amigos se encontraron en el pasillo de los baños (en realidad, Lance le había pedido a Pidge y a Hunk que esperen a Keith).

Caminaron un rato, hablando de cosas triviales, hasta que alguien chocó con Lance.

Fulminó a James con la mirada.

-Fíjate por dónde vas, imbécil- escupió. Keith miró al piso, y James rio divertido.

Sus carcajadas falsas callaron de repente, siendo reemplazadas por una mirada de furia pura.

-Te espero afuera, si tienes agallas, Lancey- canturreó, dirigiéndose a la salida que lo llevaría al patio.

Keith agarró el cuello de la remera de Lance, jalándolo para que no vaya atrás de James.

-Lance- lo miró con súplica -, no vayas, por favor.

Lance agarró su mano y, con cuidado, soltó los dedos de su remera.

Pidge y Hunk miraban atentamente la escena, sin saber cuándo intervenir.

-No vas a detenerme, y lo sabes.

Trotó hasta el patio, siendo seguido por Keith, Pidge y Hunk, quienes le gritaban que se deje de joder, que deje de ser un imbécil y que no se rebaje a la altura de James. No querían meterse en más problemas, suficiente con que Keith haya terminado con una amonestación y Lance haya explotado antes de entrar a clases.

Al llegar al centro del patio, encontraron a James sentado en uno de los canteros. Miró sonriente a Lance y se puso de pie.

-En serio, Lancey, me habías agradado- comentó con lástima fingida.

Hunk escuchó unas carcajadas a sus espaldas y vio a los amigos de James apoyados en los árboles. Picó el hombro de Pidge y ella lo miró con el ceño fruncido.

-Allá- señaló con disimulo los árboles-. Allá está el resto.

-Mierda- murmuró Pidge. Le avisó a Keith, y un escalofrío recorrió su espalda.

Keith quería irse de ahí.

Todo eso pasaba por su culpa.

-Me alegro que hayas decido venir, infeliz- dijo James, dando un escupitajo al suelo, demostrando su asco hacia Lance.

El castaño ni se inmutó.

-¿Y bien? ¿Vamos a pelear o no? Tengo asuntos más importantes que ver tu estúpida cara y estar perdiendo el tiempo en esta mierda inútil- contestó cruzado de brazos, mirándolo fijamente.

El aire estaba tan tenso que podía cortarse con cuchillo.

Keith se tapó la boca, sintiendo cómo un nudo se iba formando en su garganta.

-Por favor, no...- susurró. Y sólo Pidge lo escuchó.

-Te atreves a venir sólo por Keith, ¿verdad? Si no fuese por él, tú no estarías aquí ahora mismo- comentó acercándose al moreno.

-Es la estupidez más obvia que dijiste hasta el momento- murmuró Lance.

James le sonrió con sorna.

-Sólo es un mal chiste, míralo- lo señaló con su cabeza. Lance no se volteó -, ¡es inservible! Dime, ¿por qué no te unes a mí? Haríamos un gran dúo, James y Lance contra el colegio. ¡Ya me veo a todos gritando por nosotros!

-Keith no es un objeto- dijo con los dientes apretados. Hunk agarró la muñeca de Keith al ver que iba a tirarse sobre James.

James rio.

-Es objeto de burla, campeón- se acercó lo suficiente como para que sus frentes se rocen -. Y los objetos como él merecen el peor de los tratos.

Y esa fue la gota que colmó el vaso.

Mullet 2 [KLANCE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora