Keith bajó un poco la vista, examinando a cuerpo completo a Lance, quien estaba con su atril, parado enfrente de él, mirándolo con una ceja alzada.
-Uhm... ¿Se te ofrece algo?- preguntó después de mirarlo de arriba abajo varias veces.
-No... Debo irme ahora. Soy Lance, un gusto.-Lance extendió su mano sin suero, en manera de presentación.
-Keith, aunque, por lo que veo, ya sabes mi nombre- dijo con una hermosa sonrisa, intentando ocultar sus nervios.
Ambos rieron, quizás fueron risas nerviosas e incómodas pero ninguno se dio cuenta. Lance le echó una última mirada, le sonrió y comenzó a alejarse, mientras Keith seguía con la mirada perdida en la silueta que iba haciéndose más pequeña.
Cuando el chico desapareció, suspiró.
-No puedo creerlo- le susurró al aire, pensando en voz alta -. ¡Lance existe! Lo sabía, lo sentía- sonrió como estúpido -. Tengo que decirle a Shiro.
Al haber mencionado a su hermano, se sumió en un nuevo silencio, sintiéndose pequeño y solo, cayendo de golpe en la realidad.
-Bueno, después de la operación le digo...- murmuró, prendiendo su celular.
No tenía ningún mensaje, nadie le hablaba y estaba aburrido, así que siguió escuchando música y jugando a los juegos que había descargado, por si acaso, la noche anterior.
Las horas pasaron. Krolia había llegado, y Shiro por fin había sido llevado a una habitación.
Cuando el doctor les dejó pasar a verlo, Shiro se encontraba ojeroso pero los ojos le brillaban.
-Ey, hola- dijo algo divertido.
-¿Shiro? ¿Estás bien?- preguntó, sonriendo completamente feliz.
Su madre los miró con una gigantesca sonrisa.
-Sólo está algo adormecido por la anestesia- comenzó a explicar el doctor -. Recomiendo reposo, en un par de horas le daremos el alta y, mamá, llévelo directo a casa.
-Está bien, gracias, doctor- contestó Krolia, extendiendo su mano y estrechándola con el profesional.
El brazo de Shiro había sido reemplazado por un brazo que parecía ser metálico. Keith pensó que era súper genial y que le quedaba de maravilla.
Se quedaron en la habitación, él recargando su espalda contra la pared y su madre había ocupado la silla al lado de la camilla del mayor, acariciando su cabello y su cara.
-Es impresionante- susurró, moviendo el mechón blanco de los ojos de Shiro.
-¿Qué cosa?- preguntó Keith, perdiendo el hilo de sus pensamientos y mirándola con atención.
-El brazo.
-Oh, sí.
Estaba aburrido y cansado, así que se acostó en el sillón, y, luego de encontrar una posición cómoda, se quedó dormido.
A la mañana siguiente, despertó por una de las fuertes carcajadas de su hermano. Abrió los ojos asustado y lo miró.
Al principio se desorientó, pero, después de examinar el lugar, cayó en cuenta de que seguían en el hospital.
El doctor hablaba animadamente con su hermano y su madre, y él se limitó a observarlos mientras se estiraba y se volvía a acostar.
-Keith, ya nos vamos- dijo Krolia, interrumpiendo al doctor.
-Mhm.
Después le preguntaría a su madre cómo fue que no los sacaron a patadas de la habitación. Había horario de visita y ellos se habían quedado a dormir ahí.
Unos minutos después, los Kogane ya estaban saliendo del hospital. Keith iba con miedo por Shiro, pero él iba sonriendo, completamente feliz, y parecía que no le dolía nada.
Qué rápido se recuperaba.
-Yo conduzco- dijo Keith cuando llegaron al auto. Abrió la puerta trasera y ayudó a su hermano a sentarse mientras su madre se sentaba del otro lado.
El viaje fue corto, pero Keith no dejaba de pensar aquella escena en el hospital, ese chico que se había hecho presente en su sueño era real, debía aceptarlo.
No lo creía.
Había durado muy poco, y había perdido la noción del tiempo.
Duró poco y se hizo infinito a la vez.
Fue raro.
Fue mágico.
Aún así, no lo conocía del todo. Quizás, en el sueño, su actitud era de una forma y, en la realidad, tenía otra personalidad. No podía tomar las cosas a la ligera.
Otro pensamiento cruzó su mente, haciéndolo dejar de darle vueltas al tema.
¿Quién le aseguraba que iban a volver a verse?
Sólo esperaba poder volver a encontrarlo otro día y conocerlo.
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Mullet 2 [KLANCE]
FanfictionDonde Lance debe encontrar a Keith, y Keith extraña a un desconocido.