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Luego de tener la aprobación de todos los miembros y acomodar un par de cosas, admiraron el resultado final y lo guardaron en un PenDrive. Bajaron las escaleras, saludaron a la madre y a la abuela de Lance, y salieron corriendo como locos: tenían que buscar un lugar para poder imprimirlos.

-Vamos a mi casa, yo tengo una impresora- comentó Pidge, agitada y sin dejar de correr.

-Está bien, vamos- contestó Lance con el pequeño PenDrive en la mano.

Estaba tan enfocado en encontrar a Keith que, aunque miraba hacia adelante, soñaba despierto, haciéndose preguntas y creando escenas futuras mientras movía sus piernas con rapidez.

Al ver sueños cobrando vida frente a sus ojos, alejándolo de la realidad, se le dificultaba correr, pero se las arreglaba.

Todo iba bien hasta que chocó con algo, más bien con alguien.

Cayendo de golpe en la realidad, los sueños de Lance se desvanecieron, y levantó un poco la vista, encontrándose unos ojos marrones y sintiéndose decepcionado al instante.

Realmente deseaba que fuera Keith.

-Lo siento, ¿te encuentras bien?-preguntó Lance, fingiendo buen humor para ocultar su decepción, ayudando al desconocido a ponerse de pie.

-No te preocupes, estoy bien, sólo fue un accidente- contestó el castaño, tomando la mano de Lance. Una vez de pie, le sonrió y Lance hizo lo propio, agitado-. Soy James, ¿y tú?

-Lance.

-Un gusto, bien, te dejo seguir corriendo, ¡suerte con lo que sea que estés haciendo!- habló James, echándose a correr, alejándose del grupo.

-¡Adiós y gracias!- chilló Lance, saludando con la mano.

Giró sobre sus talones, comenzando a correr de vuelta. Le pareció un sujeto bastante agradable.

Siguieron su camino a la casa de Pidge. No estaba lejos de la de Lance, pero aún así iban corriendo, querían hacerlo lo más rápido posible para llegar a pegarlos en la ciudad ese mismo día.

Al llegar, Colleen los recibió y subieron al estudio donde estaba la impresora.

-Lance, dame el PenDrive- dijo Pidge, estirando su mano, mientras prendía la impresora. Lance dejó el apartito en su mano y ella lo cerró entre sus dedos.

Lo colocó en la impresora, y comenzó a lanzar hojas por todos lados, obviamente con el folleto.

Recogieron todas las impresiones, le echaron una mirada al reloj colgado de la pared, bajaron las escaleras al saber que aún había tiempo y salieron de la casa.

-Bien, nos repartiremos así: Hunk, ve al Sur, Allura al Este, Pidge al Oeste y yo al Norte, cuando terminen nos encontramos en la cafetería- ordenó Lance, repartiendo un cuarto de las impresiones a cada uno.

-¡Entendido!- gritaron al unísono, y se dispersaron por la ciudad.

Mullet 2 [KLANCE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora