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Al salir de cambiarse, Lance se aproximó a donde estaba Keith, iba tocando las paredes y caminando despacio para no perderse ya que no llevaba su celular encima y no veía nada.

Cuando llegó a la habitación, suspiró mientras entraba, viendo a Keith sentado en la cama alumbrando con la linterna.

-Oye, Lance, deberías pasar la noche aquí- dijo. Lance no contestó y agregó -: Ya sabes, la tormenta es muy fuerte y va a ser difícil conseguir un taxi, además que te vas a mojar.- Apoyó su celular en la mesita de noche con la linterna apuntando al techo-. Avisa a tus padres que te vas a quedar aquí.

Lance se rascó la nuca y se acercó a él.

-Pero, ¿no será molestia?- preguntó, agarrando su celular de la cama.

-Si te estoy invitando, es porque no hay problema. Ni mi madre ni Shiro van a llegar, no pueden venir debido a la lluvia- explicó Keith, dirigiéndose a las escaleras. Frenó en el marco de la puerta y lo miró -. ¿Vamos a comer?

Lance asintió cabizbajo, tecleándole a su madre, y comenzó a caminar sin despegar los ojos del celular.

Frenó en seco cuando se chocó el marco de la puerta, cayéndose al suelo en un estruendo y haciendo que Keith subiera corriendo y salteándose escalones.

-¿Estás bien?- preguntó una vez adelante de Lance.

Lance gruñó para ocultar su vergüenza. En su mente no dejaba de decir "Estúpido, estúpido, estúpido".

-Sí, estaba muy distraído, perdona- le sonrió-. Ya, bajemos- dijo, levantándose con ayuda de Keith.

Al bajar, se dirigieron a la cocina en busca de algo para comer.

Hallaron una pizza congelada para calentar, también había más pepperoni y queso para ponerle encima.

Mientras Lance la sacaba del congelador y la dejaba en la mesada, Keith prendía el horno con unos fósforos que encontró en los cajones.

Luego de cocinarla, se sentaron en la mesa con unas velas -que también encontró Keith en el mismo lugar que los fósforos-, y comenzaron a comerla hambrientos, quemándose siempre con el queso caliente.

Al terminar, Lance ayudó a Keith a lavar los platos para después subir a la habitación.

-Lance, si quieres puedo dormir en la cama de Shiro- murmuró Keith, desvistiéndose y apoyando sus prendas en una silla.

Lance clavó sus ojos en su espalda y recorrieron todo su cuerpo. Se relamió los labios. Él ya estaba en la cama de Keith porque se había cambiado antes.

Movió la cabeza y miró su cabello oscuro.

-No, duerme conmigo- contestó, haciendo un lugar en la cama para que Keith pudiera acostarse.

Unos segundos después, el dueño de la casa caminó hasta su cama y se acostó. El pulso de Lance iba cada vez más y más rápido, escuchando cómo su corazón chocaba de forma alocada su pecho.

Keith se acomodó, dejando a ambos enfrentados. Sus fríos ojos estaban sobre la boca de Lance, mirándola con hambre y deseo.

Lance tomó una bocanada, también mirando sus labios, y se acercó lentamente, besándolo con cuidado.

El beso comenzó a tener cada vez más y más intensidad, terminando con Lance tomándolo de las muñecas y dejándolas sobre su cabeza, quedando entre sus piernas y Keith rodeando su cadera.

Keith cedió paso a la boca de Lance, necesitándolo.

Se separaron en busca de oxígeno y se miraron a los ojos. La linterna del celular de Keith era la única luz que permitía que el azul y el violeta de sus ojos se encontraran entre toda la oscuridad.

Keith suspiró y Lance se abalanzó a su cuello, besando, mordiendo y succionando.

Keith gimió.

-Lance- susurró.

Lance gruñó y se deshizo de la poca ropa que llevaban encima, pero fue detenido por unas manos frías con muñecas rojas.

Se miraron.

-Lance, esta es mi primera vez...- susurró Keith, preocupado-. Tienes derecho a saber que no sé hacerlo- agregó ruborizándose.

Lance sonrió con ternura y acarició su mentón, y sus labios, y su cuello, y sus clavículas.

-Eres hermoso- susurró. Keith le sonrió, dejándolo maravillado durante unos segundos.

Lance bajó la cabeza y comenzó a repartir besos en su pecho, sintiendo cómo Keith presionaba su cabeza y tiraba de su cabello.

Se separó, aún con sus manos en la cabeza.

-Si no quieres, dejaré de hacerlo, no voy a obligarte- respondió, tomándolo del mentón, haciendo que lo mirara.

Keith lo miró decidido. Lance rozó sus narices, cerrando los ojos.

-Sí quiero- susurró Keith-. Hagámoslo- dijo con voz ronca y una pequeña sonrisa en los labios.

Lance lo miró bien. Estaba totalmente sonrojado.

Sonrió y prosiguió, besándolo y sacándole la remera por la cabeza.

Siguieron besándose y terminó de deshacerse de toda la ropa (que era su ropa interior). Ambos cuerpos desnudos transmitían la sensación de tranquilidad y deseo que ambos tenían.

Keith suspiró cuando Lance se alejó. Lo vio sacar un sobre azul del pequeño bolsillo de su remera.

Lance se alejó, dándole la espalda, y se puso el condón mientras Keith le besaba el cuello y la espalda.

Se volteó, haciendo que sus ojos volvieran a encontrarse. Vio el pelo desordenado de Keith, sus ojos brillantes, sus mejillas rojas y su cuello con mordidas y chupones.

-Voy a hacerlo, ¿preparado?- murmuró, acostándolos lentamente.

Keith entrelazó las manos detrás de su nuca, mirándolo con cariño.

-Hagámoslo.

Mullet 2 [KLANCE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora