•21•

578 84 7
                                    

Inmediatamente se separaron y, sin mirarse, sintiendo sus rostros arder, comenzaron a tomar agua a ver si podían bajar el creciente calor en su cuerpo.

Lance se ahogó y tosió con disimulo, sintiendo cómo su cara volvía a ponerse roja. Keith, por su parte, seguía con sus labios sobre el vaso intentando absorber el frío que tenía, disimulando la pequeña sonrisa que había roto su expresión seria.

-Lo siento...- dijo casi tartamudeando, mirando a Lance, quien no lo miraba.

El castaño se encogió de hombros, restándole importancia.

Ambos miraron su cena. Ya estaba casi terminada.

-Igualmente- interrumpió Lance, sacando a Keith de trance. Se miraron, y el cubano se puso rojo -, creo que va siendo hora de pedir la cuenta, ¿no crees?

Estaba tan nervioso y avergonzado que quería irse a su casa, tirarse en su cama y taparse con las sábanas hasta la cabeza.

-Sí, se hace algo tarde- contestó Keith dejando el vaso en la mesa totalmente vacío, aunque sintió que había tomado más aire que agua.

-¡Camarero! ¡La cuenta!- gritó Lance levantando la mano.

El mesero llegó y depositó el ticket con el precio de su comida: $13.

-Yo invito, Keith, déjame compensarte por este accidente, además yo fui quien te invitó- dijo rápidamente Lance extendiéndole el dinero al camarero.

Keith no había llegado ni a tocar su billetera. Se quedó mirando al vacío hasta que Lance movió la mano por delante de sus ojos.

Se miraron y bajó la mano, volviéndose a sentar.

-¿Nos vamos?

Keith asintió levemente y se pusieron de pie, poniéndose sus abrigos y saliendo del restaurante.

La vuelta fue muy tranquila y silenciosa, aunque a Lance le molestaba el silencio compartido porque siempre se sentía incómodo. No dejaba de pensar en que Keith no lo recordaba.

Mierda, era un desastre. ¿Quién le aseguraba que haya tenido el mismo sueño que él?

Keith, mientras tanto, sumido en sus pensamientos, sentía demasiadas cosas hacia el moreno a su lado.

¿Cómo es que lo necesitaba tanto? Acababan de conocerse por casualidad en el hospital, ¡hasta ya se besaron!

Suspiró, mirando de reojo a Lance. Seguía con las orejas rojas.

Miró al frente.

-Yo...- empezó a decir Lance, haciendo que Keith se tensara -. Cuando nos vimos en el hospital te llamé por tu nombre.

La garganta de Keith soltó un sonido similar a una afirmación. Lance se mordió los labios, pasando nerviosamente su mano por su cuello.

-Bueno... Yo te había visto en muchos sueños. De ahí te conocí. Nunca nos habíamos visto en persona y aún así saliste en mis sueños, fue una locura verte el otro día.

Keith lo miró frunciendo el ceño.

¿Dijo sueños?

-¿Sueños?- preguntó confuso.

-Sí. Cada uno más raro que el otro- rio -. Pero todas las personas que aparecieron ahí, de momento, fueron reales. Tu hermano y Allura también estaban.

-¿Shiro? ¿Qué? ¿En serio?

-Sí, Keith. Si fuera mentira, no te lo estaría diciendo- dijo animadamente.

-Yo...

-Es una locura- concluyó Lance.

Keith asintió, estando completamente de acuerdo.

Guardaron silencio unos segundos hasta que Keith dijo:

-Creo que también soñé contigo.

Lance lo miró confundido. Keith rio.

-¿En serio?

-Sí. Pero no lo recuerdo.

Lo miró. La noche se reflejaba en los ojos azules de Lance.

Lindo.

Lance sonrió.

-Wow.

Keith se contuvo en decirle que lo único que recordaba eran los sentimientos que tenía por él, además de sus ojos y su voz, o aquella tranquilidad que le brindaba con sólo mirarlo. Apretó los labios, podría soltar eso en cualquier momento.

Lance rio.

-¿De verdad no me recuerdas?

Keith se sonrojó y lo miró, negando.

- No sé si soñaste lo mismo que yo pero ¿no recuerdas que éramos felices juntos?

Keith sonrió con aire soñador, negando.

-Por más que intente, no puedo recordarlo, pero lo que sí recuerdo es que sentía algo por ti.

Lance le regaló una sonrisa preciosa. Keith capturó aquella expresión con su cámara mental.

Una imagen simplemente hermosa.

-Es bueno saber que no fui el único en soñarte- comentó. Keith miró al frente otra vez, evitando que Lance note su sonrojo.

- Sí, a mí me sorprendió que me hayas hablado en el hospital.

- Bueno, ahí fue más un impulso que razonamiento. ¡Cuando me di cuenta, ya te estaba hablando!- soltó con pena.

Keith rio.

-¿Por qué estabas en el hospital?

Lance rascó su cuello con nerviosismo. Keith pensó que estaba incómodo.

- Perdón, no debería haber preguntado.

- No, está bien- dijo Lance, bajando rápidamente su mano y sonriéndole -. Me atropelló una auto.

Keith lo miró sorprendido. Lo soltó con muchísima facilidad.

-¿No te afecta?

-No lo recuerdo. Sólo me afectó despertarme y saber que habías sido un sueño.

Se volvieron a mirar, y, al darse cuenta de que habían vuelto al parque, se sentaron en una banca cercana a los juegos infantiles.

-Estuve cinco meses hospitalizado- agregó.

Keith se tensó.

-Yo desde hacía cinco meses soñaba contigo...

Lance lo miró.

-Ok, muchas sorpresas por hoy- dijo, intentando calmar la locura que explotó en su pecho.

Keith rio entretenido.

-Sí, digo lo mismo. Muchas cosas para procesar.

-Exacto.

Recargaron espaldas en el respaldo de madera, mirando el cielo libre de nubes. Suspiraron, aún sonriendo.

La noche se había salvado.

Había valido la pena.

Mullet 2 [KLANCE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora