Mullet 2 [KLANCE]

•16•

Cuando Shiro salió de su trance, moviendo la cabeza para despertarse y concentrarse en la realidad, avanzaron en la fila. Lance los acompañaba mientras charlaba con Keith, ambos sonrientes.

-Y... ¿te dedicas a algo?-preguntó Lance, metiendo sus manos en los bolsillos para evitar golpearse, ¡era una pregunta muy estúpida como para sacar tema de conversación!

Keith arrugó los labios, pensativo. Lance suspiró, aliviado de que no haya pensado que era un completo idiota.

-Emm, ¿no? Estoy estudiando astronomía.

Los pelos de Lance se pusieron de punta por la leve mención de la carrera.

"Astronomía...", pensó, "...tal cual el sueño".

Sonrió tanto que sus mejillas dolieron y sus ojos se cerraron.

-¡Es genial! Uh... Oye- sólo esperó que el coreano no notara el abrupto cambio de conversación y su cambio de voz. Estaba realmente nervioso. También agradeció que él no haya decidido interrumpirle o preguntarle a qué se dedicaba. Inhaló profundo y soltó-: ¿Quieres que intercambiemos números? Ya sabes, para quedar algún día y salir a tomar algo.- Ni bien cerró la boca, sus hombros se relajaron -aunque no mucho, porque tenía que esperar la respuesta del chico-, al fin se había dignado a hacer la pregunta que llevaba queriendo soltar desde que se vieron en el hospital.

Sólo esperaba que Keith acepte.

Antes de que pudiera responderle, llegaron a la caja, donde se encontraron a Allura, quien iba a cobrarles su compra.

-Shiro, tú pide primero-dijo Keith, tocándole el hombro. Volteó a ver al nervioso chico a sus espaldas -. Toma, Lance- le extendió un pequeño papel con números. Alzó la cabeza frunciendo el ceño: ¿¡cuándo demonios lo había escrito!?

-Bien, esta misma noche te hablaré, debemos organizar con tiempo- contestó, guiñándole un ojo.

-Keith, te toca pedir- interrumpió Shiro, moviendo levemente a Keith.

-¿Qué me recomiendas, Lance?- preguntó mirando sobre su hombro. Lance dio un paso y se colocó a su lado.

-Mmm... Quizás el Smoothie de fresas con los croissants dulces- respondió, señalando el menú de la pared.

-Bien, quiero lo que él dijo- le dijo Keith a Allura.

Ella sonrió como si no lo conociera y sumó los pedidos.

-Serían $18.99 en total.

Shiro se adelantó y, rápidamente, extendió el dinero antes de que el menor pudiera poner su mano en el bolsillo para buscar la billetera. Miró con una leve molestia a su hermano, pero él no lo estaba mirando.

-Gracias- exclamó Shiro, tomando a su hermano y a Lance de las muñecas, sacándolos de la fila. Ahora sólo debían esperar a ser llamados con su pedido.

Mientras esperaban, Lance contemplaba la belleza de Keith. Habían encontrado un lugar -milagrosamente- cerca de la vidriera; la luz que iluminaba el lugar más la luz exterior resaltaba los rasgos de Keith, sus ojos violetas se veían mejor, su piel se veía suave y también se notaban algunas manchitas marrones alrededor de sus ojos.

Suspiró con disimulo. No podía evitar pensar en lo jodidamente hermoso que se veía.

Conociéndose, le habría hecho saber lo que pensaba ni bien cruzara su cabeza, pero agradecía que esa vez no se le haya escapado: aún no era momento de soltarlo.