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La noche acompañaba el momento de paz, ambos tomando sus helados, con las miradas perdidas en el cielo nocturno.

-Dime algo, Lance- dijo Keith con la voz ronca. Lance se tensó, pero siguió comiendo el helado con despreocupación -. Cuando me viste en el hospital, ¿sentiste algo?- Lance asintió, tragando el helado -. ¿Qué sentiste?- preguntó, dándole un mordisco a su helado, sin dejar de mirar el oscuro cielo.

-¿Sinceramente?- preguntó Lance, sonriendo pero sin mirarlo.

-Sinceramente- contestó impaciente Keith.

Lance tomó una profunda bocanada de aire.

-Bien, pues... Sentí que te necesitaba conmigo, ¿sabes? Necesitaba hablarte. Te veías exactamente igual que en el sueño. A veces siento que todo esto sigue siendo producto de mi imaginación, pero luego lo pienso de nuevo y veo que todo esto sí es real y que tú también eres real, Keith. Siento que nosotros somos reales, y eso me tranquiliza y dejo de cuestionarme todo- contestó Lance volteándose a ver a Keith, quien también se había volteado a mirarlo.

Lance sentía su rostro arder y Keith estaba sonrojado y en silencio.

No sabía qué contestar.

Lance le sonrió. Y le devolvió la sonrisa.

Ahí supo que no tenía que contestar nada.

Siguieron mirándose en silencio, y Lance se aproximó lentamente hasta rozar su nariz con la mejilla de Keith. Keith cerró los ojos, y Lance terminó por unir sus labios, siendo rápidamente correspondido.

Ambos dejaron caer sus helados sin darse cuenta, dejando sus manos libres para tocar al otro. Keith pasó sus manos por la nuca de Lance, y Lance lo agarró por la cintura, profundizando más el beso.

Era un beso suave. Demostraba cuánto se necesitaban, cuánto se extrañaron sin notarlo.

Al separarse, Keith apoyó su frente en la de Lance, sin abrir los ojos, tomando una gran bocanada de aire. Luego abrieron los ojos y se separaron. Miraron el piso, viendo sus helados derritiéndose en la fría acera.

Rieron cómodos por lo descuidados que eran.

-Bien, creo que ya es hora de irme a casa- dijo Keith levantándose del banco, aún sonrojado.

Lance copió su acción. Él también estaba sonrojado.

-Te acompañaría pero mi casa queda hacia el otro lado, tardaría una hora si te acompaño y luego voy a mi casa- dijo sonriendo.

Juntaron los helados y los tiraron a un cesto de basura, y caminaron hasta la entrada del parque.

-Me gustó tener una cita contigo, Lance, ojalá volvamos a repetirlo- comentó Keith acomodando su gorro.

Lance asintió.

-Igualmente, Keith, ve con cuidado.

Keith, antes de irse, le dio un rápido beso y se alejó.

Luego de eso, cada uno se dirigió hacia su casa, ambos sonrojados, pensando que eso les duraría unas horas más.

Lance observó su celular, eran las _23:00_; si no llegaba pronto, iban a reprocharle la llegada tarde.

Apuró el paso y en menos de 20 minutos llegó a su casa, algo sudado, pero conservando el sonrojo de su cara y la sonrisa de estúpido.

Mullet 2 [KLANCE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora