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S E O K J I N.

L

a sirena me hizo dar cuenta que algo estaba mal y cuando miré por la ventana, pude ver como un edificio color marrón oscuro se estaba prendiendo fuego. Observé cómo las calles estaban llenas de patrulleros y de camiones de bomberos. Realmente lo había hecho.

Suspiré mientras me alejaba de la ventana y buscaba con mi mirada mi teléfono. Seguíamos viviendo en el edificio que había comprado Yoongi. Namjoon y yo seguíamos siendo los más malditamente buscados por toda Corea, pero poco importaba ya. Yoongi nos podía hacer salir y entrar del país sin ningún problema; aunque aquello me había parecido raro al principio se lo agradecía en cierta forma. Pero mientras él cuidaba de nosotros... Más cosas le debíamos.

Maldita sea. La llamada de Yoongi no llegaba y aquello me ponía nervioso. Namjoon tampoco aparecía porque estaba ocupado hablando con la asistente social que había contratado Yoongi. Nos habíamos decidido adoptar a un bebé. Era todo demasiado caótico, si, y seguramente yo estaba loco por querer tener un niño en medio de esto, pero era mi oportunidad y no la iba a desaprovechar. Aprovecharía a mi hijo todo lo que pudiera.

Tomé mi teléfono entre mis manos y mordí fuertemente mi labio. Al no recibir llamada alguna, decidí buscar el número de Yoongi en mis contactos y marqué, esperando que contestará.

—Contesta, pedazo de mierda.—Murmuré nervioso.— Namjoon y yo dependemos de ti así que más vale que contestes de una maldita vez.

Pero saltó una voz robótica a hablarme.

—El número con el que desea hablar no se encuentra disponible...

Corté y llevé mis dedos a mi boca, comenzando a morderlos por lo nervioso que me encontraba. ¿Qué pasó? ¿Por qué mierda no me contesta? ¿Los habrán agarrado?

Escuché como la puerta de abría y escuché la maravillosa voz de mi esposo.

—¡Seokjin!

—¡Amor! Menos mal que llegaste. Yo...

Pero no pude terminar de hablar porque apenas mis ojos captaron la puerta, noté que Namjoon no se encontraba solo.

Un chico de cabello negro oscuro, amarrado con un rodete alto en la cabeza, se encontraba detrás de mi esposo. Taehyung tenía una mm9 contra la sien de Namjoon y me miraba directamente a mi.

—Lo haré rápido, Hyung.—Dijo, su voz sonaba más grave y además que había crecido bastante, sus facciones eran más finas.— Dime dónde mierda está Hoseok o tu futuro hijo se queda sin su otro padre.

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» ¡No puedo creerlo! Fifty Shades llegó a las 20 mil leídas. Aaaaaaaaaaa, es mucho para mí. No creía que ésta historia llegaría a tanto. No creo que me lo merezca pero aún así, muchas gracias por todas las leídas y los comentarios.

» Also, me basé en estas fotos para hacer a Taehyung. Espero que así lo imaginen a partir de ahora.

» En serio, aún me cuesta entender lo de las 20 mil leídas

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» En serio, aún me cuesta entender lo de las 20 mil leídas. Se merecen el cielo entero. Los quiero.

» Gracias.

» Karmin;

Fifty Shades » BangtanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora