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» Maratón 3/3 «

J I M I N.

Arreglé mis cabellos rubios mientras caminaba rápidamente por el centro de Seoul. Había quedado en una de las cafeterías con Taemin.

Taemin no era más que mi compañero de clase y también estábamos juntos en la materia especial, danza. Era uno de los pocos que me había tratado bien en la Universidad y aquello lo apreciaba bastante. Ya que... No era muy querido. Además que tampoco era muy social, me costaba demasiado volver a abrirme a la gente ya que solo había seis personas en las que confíe ciegamente y esas seis me fallaron.

Abrí la puerta del local mientras soltaba un suspiro irritado. No debía pensar en eso ahora. Debía concentrarme en mis estudios y en poder salir de aquí e irme al extranjero. Sí. Debía pensar solamente en eso. Mi próxima meta era entrar en el concurso de baile y ganar.

¿A quién engañaba? Mi próxima meta era encontrar a Yoongi. Pero sabía que aquello era imposible. Así que solo metía más metas de por medio.

Busqué a Taemin con la mirada pero no lo encontré así que simplemente me dirigí a una mesa vacía, colocando mi mochila sobre mis piernas.

—¿Quieres que te sirva ahora?—Preguntó uno de los mozos.

—No, gracias. Estoy esperando a alguien.—Le sonreí amable a lo cual él me devolvió la sonrisa, hizo una reverencia y se alejó.

Abulté un poco mis labios mientras sacaba mi móvil de mi bolsillo y empezaba a ver las redes sociales algo aburrido. Mis dedos tamborileaban al ritmo de la música que sonaba ahora mismo y apoyé mi mentón en mi mano mientras mis ojos observaban por la ventana.

¿Cuántas veces había venido a ésta cafetería a lo largo de mi vida? Demasiadas. Por lo general, aquí era donde siempre nos pasábamos las tardes luego del instituto cuando... éramos amigos.

Aún recuerdo la risa escandalosa de Seokjin.

Recuerdo los malos chistes de Namjoon.

Como Hoseok fingía que le divertía para no hacer sentir mal a nuestro amigo.

Como Taehyung tomaba en silencio su café.

Como Jungkook cantaba bajo alguna canción que estuviera sonando en el local.

Como Yoongi evitaba reír al escuchar la risa contagiosa de Seokjin.

Y yo... Yo solo me detenía a observarlos. Queriendo memorizarlos. Queriendo aprenderme cada uno de sus gestos, de sus reacciones, de sus risas, poder reconocerlos con tan solo escuchar sus respiraciones. Saber cuando uno estaba mal y el como ayudarlo. Memorice cada una de sus cosas... Y ahora solo tenía eso.

Recuerdos.

¿Había algo peor que vivir de recuerdos?

Los echaba de menos. Sabía que a Taehyung lo seguía viendo cada día, pero a los demás... Los demás, eso era lo que necesitaba. Por más que las cosas habían cambiado, yo aún sentía ese pesar. Y está mal. Está muy mal.

Vivir del pasado. Vivir del recuerdo. Vivir a través de algo que ya no va a volver.

Estaba aferrándome a algo que ya no sería capaz.

Fifty Shades » BangtanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora