Fifty Shades » Bangtan

44.

T A E H Y U N G.

El simple hecho de pensar en la cara de sorpresa de Jimin, luego de haber conocido a Jihoon, hacía que una sonrisa se colocara de inmediato en mis labios. 

Y aquella sonrisa también se ensanchaba por observar como Seokjin y Namjoon me observaban con miedo en sus ojos por estarles apuntando con una de mis armas. 

—¿Y bien?—Hablé, haciendo una risa baja.— ¿Me van a decir dónde está Hoseok?

—Hace meses no sabemos nada de Hoseok.—Se atrevió a mentirme Seokjin. Odiaba que me tomara de estúpido. 

—Hyung... creo que no entiendes la gravedad del asunto, ¿no?—Le quité el seguro al arma, colocándolo cerca de la cabeza de Namjoon.— Habla. O muere. No estoy para tus juegos. 

—Seokjin...—Namjoon comenzó a negar con la cabeza. 

Suspiré irritado, apuntando el arma hacía una de las ventanas, apretando el gatillo para disparar; pedazos de vidrios salieron volando. Escuché el grito de Seokjin mientras volvía apuntar a Namjoon.

—La próxima irá a su maldito cráneo y en vez de salir vidrio, saldrá sangre. Así que habla de una maldita vez.—Mi voz se torno seria, estaba cansado que me tomarán de tonto. 

Estaba cansado de sus juegos, de como actuaban... como si fueran inocentes. 

—Hoseok...—Seokjin tomó aire, comenzando a hablar.— Hoseok está dirigiéndose a tu antiguo departamento. Con Jungkook.

Una sonrisa apareció en mis labios. Dos pájaros de un tiro.

—Gracias por su hospitalidad. Serán buenos padres.—Un dejo de burla sonaba en mi voz. Namjoon me miraba enojado, cosa que me daba risa. ¡Hipócrita!

Sin vacilar ni un momento, mi arma bajó, apuntando a la pierna derecha de Namjoon, disparando una sola vez, haciendo que la bala se quedara incrustada en la rodilla de éste, que no gritó, solo se agachó en el suelo, por el dolor mientras la sangre salía desprendida de su cuerpo.

—Eso es por no contestar mi llamada esa noche. 

Sin mirar ni un segundo atrás, caminé para salir de aquel lugar; sabiendo que ahora tendría que enfrentarme a uno de mis demonios: Hoseok.