16.

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× Dos años después. ×

J I M I N.

Acomodé mejor mi mochila mientras salía del campus y me dirigía hacia mi departamento. Sí, ahora vivía en un departamento. Junto con Taehyung.

Vivíamos en el centro de Seoul ya que nos quedaba bastante cerca de la Universidad.

Miré mi reloj y suspiré, bien. Tendría tres horas libres antes de ir al trabajo. Quizás podía dormir un poco. Ya que últimamente no estaba durmiendo casi nada. Saludé al guardia del edificio y avance a paso rápido al ascensor, queriendo evitar encontrarme con algún vecino. No es que me cayeran mal... Pero me ponían un poco incómodo.

Una vez adentro del ascensor, toqué mi piso y me apoye en la pared un poco, observándome en el espejo unos segundos.

Mi cabello, ahora rubio, estaba completamente despeinado por el viento. Mis labios estaban rotos por haberlos mordido en todo el día, mis ojos lucían cansados, mis ojeras se habían hecho más grandes y mis mejillas y nariz estaban rojas por el frío.

Pasé mi lengua por mi labio, sintiendo la sangre de ello y solo pude suspirar. No entendía porque me encantaba ese sabor. Hasta... Llegaba a calmarme.

Me hacía recordar... A él.

Cerré mis ojos unos segundos, permitiéndome encontrarlo en mí mente. Permitiendo recordar la última ves que lo vi. Había pasado un año desde la graduación y desde ese momento... No sabía nada de él. Bueno, en realidad no sabía nada de él desde aquel día donde todo estalló, pero... En ese entonces podía observarlo hasta que nos graduaramos. Y sucedió. Llegó ese día. Donde nos entregaron nuestros diplomas y cada uno tomó su lado.

Y es que hasta para mí era difícil tener que vivir con Taehyung. Ambos también nos alejamos por un tiempo, por unos meses. Sabía que él no tenía la culpa de la muerte de mi hermano. Pero él lo sabía, él siempre había sabido que era Namjoon y no me lo había dicho. Y yo, aún sin quererlo, me sentía un poco traicionado por ello. Y más porque dolía, dolía demasiado. Dolía pensar en mi hermano siendo asesinado por alguien que yo consideraba uno de mis mejores amigos.

Sentí que el ascensor se detenía, así que me dispuse a borrar mis pensamientos para empezar a caminar hacia la puerta del departamento. Saque la llave de mi bolsillo y la introduje, abriendo finalmente lo que era ahora mi hogar.

Hace bastante, desde pequeños, Taehyung y yo habíamos querido mudarnos juntos una vez empecemos la universidad. Y aquí estábamos, ya a los casi seis meses de renta, conviviendo juntos.

El departamento era justo para ambos, cada uno tenía su habitación, la cocina con el comedor, una pequeña sala que ni utilizabamos y cada uno tenía su propio baño. No nos podíamos quejar. Vivíamos bien.

Me dirigí hacia la cocina para abrir la heladera y saque mi jugo de naranja, para servirlo en un vaso y empezar a tomar. Luego de eso, caminé por el pequeño pasillo y me adentré a mi habitación. Era de un color gris claro, tenía un escritorio, el armario y la cama. No necesitaba grandes cosas. Aunque, en uno de los cajones, al fondo de todo... Tenía guardado mis fotos con todos.

Recuerdos.

Dejé mi mochila en la cama y suspiré mientras empezaba a quitarme la ropa, buscando alguna cómoda para estar de mientras. Una vez cambiado, abrí mi mochila para sacar el libro de ciencias y me puse a leer.

Fifty Shades » BangtanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora