Aquel día todo se notaba diferente en el ambiente. Algo en todo aquello se notaba... mal. Me hacía querer correr y ocultarme, no dejar que nadie me encuentre... ni siquiera la persona que más confiaba en ése momento... mi hermana.
Sentía impotencia y realmente no sabía por qué, era complicado explicar lo que sentía y no entendía por qué en la mayoría del día solo pensaba en Jimin. Últimamente había logrado quitarlo de mi cabeza, no porque no lo quiera más... sino porque todo era más complicado con él dando vueltas por mis pensamientos; no podía concentrarme si lo único que tenía en la cabeza era el chico de Busan.
Hasta había días que en serio creía que podía quitarlo hasta de mi corazón... pero entonces, de la nada, volvía a recordar sus besos y lo poco que pudimos disfrutarnos mutuamente, en que malgastamos mucho tiempo sin estar con el otro. A veces me ponía a imaginar cómo sería todo si él y yo hubiéramos seguido en contacto, seguro él sería uno de los mejores bailarines del país y yo haría música, pero ésta vez podría mostrarle las miles canciones que tenía guardadas en mi cajón, que cada una era sobre él y que pudiera darse cuenta de que era mi inspiración.
«Qué tonto.—Pensé, riendo mientras negaba con la cabeza.—Debo empezar a superarlo.»
Aquella frase era lo que se repetía día tras día, queriendo que lo que pensara también se dirigiera a su corazón... aunque era complicado, ya que su propio corazón jugaba con él y le recordaba que el chico del que estaba enamorado... nunca lo iba a poder tener.
Suspiró, abriendo la puerta del departamento de Taehyung y Jimin. No sabía que había pasado pero Yoonji estaba realmente desesperada o al menos así sonaba. Algo andaba mal y me frustraba no saber el qué, tenía un mal presentimiento y aunque no tenía un por qué, su corazón latía con demasiada fuerza, como si su cuerpo supiera algo que él aún no podía entender.
—¿Yoonji?—Pregunté. El departamento, a diferencia de lo que esperaba, estaba con las luces completamente encendidas. Algo en mi interior me decía que me diera vuelta y saliera de ahí pero sin embargo seguía avanzando, decidido a ver a mi hermana.
Algo en mí se calmó al ver la chaqueta de mi hermana en el sillón pero sin embargo aquellos nervios volvieron a mi piel al notar un olor particular... cigarrillo. Yoonji no fumaba.
Seguí caminando hasta llegar al pasillo, una de las habitaciones estaba semi abierta así que decidí meterme ahí, notando que era la habitación de Jimin. Me quedé más tiempo de lo deseado viendo un cuadro de él, sin poder evitar sonreír, sintiendo las tontas mariposas volverse locas dentro mío.
«Quiero verte.—Me encontré pensando.— Hay tantas cosas que nos tenemos que decir...»
Los pensamientos se quedaron en la nada cuando escuché un golpe en la pared, haciendo que girara y me dirigiera de nuevo al pasillo, pero ésta vez estaba oscuro. Mis músculos se tensaron, listo para atacar en defensa. Estaba demasiado oscuro y ni siquiera la luz, ahora tenue, de la sala iluminaba el final del pasillo.
Así que realmente no vi venir cuando Taehyung salió de la habitación de al lado, empujándome contra la pared, haciendo que mi cabeza choque contra aquello; dejándome completamente aturdido.
—Y el rompe cabezas va uniéndose poco a poco.
Eso fue lo último que le escuché decir antes de que volviera a golpearme la cabeza, haciendo que pierda la conciencia.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
