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× Un año después: 2016. ×  



J U N G K O O K.

La explosión sonó a tres cuadras de la Universidad de Seoul, donde yo me encontraba tomando mis clases de baile. 

—Mierda, ¿qué fue eso?—Una compañera a mi lado comentó mientras se detenía. Volteé hacía la ventana y pude ver a lo lejos como un edificio se ponía en llamas. 

Reconocí ése edificio. Era donde vivían Jimin y Taehyung hace un poco más de un año. Luego de que ellos se fueran; Hoseok y yo decidimos hacer una especie de trato de paz con Yoongi. Él no se opuso, él no quería que nosotros nos fuéramos. No sabía que planeaba pero estaba seguro que pronto nos volveríamos a juntar todos. 

El único que me ponía nervioso era Yijeong, o J-Pearl, como le debíamos decir. Él era... un caso especial. Rara vez se separaba de Yoongi y rara vez era común que hablara de otra cosa que no fuera mi amigo. 

—Jungkook.— El profesor hizo que mi mente volviera a la realidad.— Tienes permiso para retirarte. 

Asentí mientras tomaba mi mochila y mi chaqueta, empezando a salir de la clase. No tenía amigos ahí, solamente me concentraba en mi carrera. No me interesaba dejar entrar gente nueva a mi vida. 

Una figura se encontraba apoyado en la pared del pasillo donde llevaba a diferentes cursos, en su brazo tenía dos cascos de motocicleta. Su cabello estaba de un rojo oscuro y llevaba una chaqueta de cuero.

Cuando me acerqué a Hoseok, coloqué una mano sobre su hombro y sin pensarlo dos veces, nuestros labios se encontraron nuevamente. Era algo habitual en nosotros, dado el caso que... Era mi novio. Hace un poco más de seis meses que éramos pareja. Mi mano paso de su hombro a su cuello, queriendo que no se separara aún. Él comprendió y con su mano libre rodeó mi cintura, pegando más mi cuerpo al de él mientras nuestras lenguas se rozaban entre sí.

—Hobi...—Jadeé en sus labios cuando su mano bajó un poco más y apretó una de mis mejillas traseras, haciendo que mis mejillas se pusieran un poco rojas.

Nos separamos como pudimos y salimos de la Universidad. Tomé uno de los cascos que me ofrecía y observé cómo se colocaba el suyo para luego subir a su moto sin ningún problema. Sonreí un poco mientras me colocaba el casco y me subí detrás de él, pasando mis manos por su torso para agarrarme a él.

—¿A dónde vamos, amor?—Pregunté antes de que se pusiera en marcha.

—¿Escuchaste la explosión, no?

—Sí.

—Ahí vamos.

Asentí y acomode mejor mi cuerpo en el asiento de la moto, sintiendo como Hoseok comenzaba a conducir. Su torso debajo de mis manos estaba duro y aquello me gustaba bastante.

No había sido fácil para nosotros comenzar una relación. Yo no le perdonado por lo que le había hecho a Taehyung, porque al final él mismo me terminó confesando lo que había hecho. Pero estaba arrepentido y yo le creía. Siempre le voy a creer. Así que seguimos avanzando y le confesé mis sentimientos. Había sido completamente distinto a cuando me confesé con Yoongi. Con Yoongi había sido automático, sin sentir demasiado. Simplemente pasó. En cambio con Hoseok... Ese día casi me desmayo de los nervios, estuve tartamudeando todo el tiempo y mis manos sudaban.

Realmente estaba enamorado de Hoseok y eso me daba miedo.

El viaje en moto no duró más de diez minutos porque el lugar donde estudiaba estaba bastante cerca del antiguo departamento de Jimin y Taehyung. Hoseok estacionó en una especie de callejón y se bajó, dejándome a mi sentado aún en su moto. Se quitó el casco a la vez que yo y los colocó en el suelo, mientras suspiraba.

—¿Sabes quién hizo esto?—Rompí el silencio.

—Es lo que quiero adivinar.—Murmuró mientras negaba con la cabeza.— Estuvimos un año sin saber del paradero de Jimin y Taehyung. No puede ser que...

Tragué duro. Aún me afectaba demasiado el estar alejado de ellos dos. Seokjin, Namjoon, Yoongi, Hoseok y yo nos habíamos podido unir de nuevo pero... Extrañaba a Jimin y a Taehyung, aunque nunca lo admitiría en voz alta.

A lo lejos, pudimos ver una cara conocida. Yijeong se acercó a nosotros y nos dedicó una sonrisa un tanto... escalofriante. No me terminaba de cerrar por completo aún. No confiaba del todo en él, pero aún así era una de las "manos derechas" de Yoongi, luego de su hermana.

—¿Qué pasó?—Hoseok habló por mi.

Yijeong no borró la sonrisa ni un segundo.

—Empezó el plan.—Comentó.— Si tenemos suerte... Veremos a sus dos adorables amigos en pocos días.

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Fifty Shades » BangtanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora