Estaba sentado en la cama junto con Jungkook. Mis ojos se movieron a Taehyung, que estaba sentado en el suelo y su rostro estaba oculto porque estaba apoyado en sus rodillas. Fruncí un poco el ceño. Hoseok le susurró algo a Jungkook y se levantó de la cama, caminando hacia mi. Jungkook también se levantó y lo siguió pero lo detuve con mi mano.
—Solo Hoseok.—Dije. Taehyung alzó su cabeza ante aquello y observé cómo Jungkook tragaba nervioso. Oh... Jungkookie, tiene miedo de quedarse con su buen amigo Taehyung.
—Pero...—Hoseok empezó a hablar y le di una mirada para que se detuviera, cosa que hizo.
—Veanlo como... Un reencuentro entre mejores amigos. ¿Ustedes eran eso, no? Junto con Jimin. Los tres inseparables.—Lo último sonó más como una burla.
—¿Dónde está?—Taehyung finalmente habló.
—¿Quién?
—Jimin...—El nombre de mi menor sonaba horrible de sus labios. No me gustaba el nombre de Jimin saliendo de aquellos labios. Odiaba que lo hiciera. Me hervía la sangre.
—Ahora te preocupa Jimin cuando hace unas horas estabas a nada de matarle...—Negué con la cabeza, simulando estar decepcionado. Aunque toda esta situación me daba gracia.
—¿Qué? ¿Qué hiciste?—Jungkook habló de repente, esta vez dirigiéndose a Taehyung con sus manos hechas en puño. Sonreí.
Ví como la manzana de Adán de Taehyung se movía cuando tragó. Me crucé de brazos y le hice un gesto con la cabeza a Hoseok hacia la puerta.
—Nosotros ya nos vamos. Espero que se pongan al día, pequeñas mierdas.—Murmuré mientras mis pies de dirigían hacia la puerta, giré un poco el rostro para verlos una vez más.— Quizás hasta puedan charlar sobre como es Hoseok en la cama, ya que tienen bastante en común eso.
Observé como Taehyung tensaba la mandíbula y Jungkook se tambaleó un poco. Sonreí encantado por ambas reacciones. Si tenía suerte, al volver, uno de ellos me habría sacado un problema de encima.
—Yoongi Hyung...—La voz de Jungkook resonó en toda la habitación.
—Ahora no, Jungkook.—Dije una última vez antes de cerrar la puerta a mi espalda.
Hoseok me miraba frunciendo el ceño y yo solo pude hacer una media sonrisa. Le hice una seña para que me siguiera, cosa que hizo. Hoseok no era demasiado tonto como aparentaba, pero por mala suerte... aún tenía una influencia y debía hacer que cortara con ello, por más que me sea difícil.
—¿Crees que es buena idea dejarlos ahí... solos?—Hoseok habló finalmente. Rodé los ojos.— Taehyung podría hacerle daño a Jungkook...
—Tienes a Jungkook aún como el niño mimado y débil, ¿eh?—Le dediqué una sonrisa mientras mis manos se dirigían hacía los bolsillos delanteros de mi jeans.— Hoseok... él no es ningún idiota.
—No lo conoces, Yoongi.—Se cruzó de brazos y observó hacía al frente, observando el pasillo color crema.
—¿Y tú... sí?—Sonreí levemente mientras negaba con la cabeza.— ¿Crees que conoces a alguien solo por tener sexo con él?
—¿Así que por eso haces todo esto, Min?—No me gustaba para nada el tono que había utilizado. Como una especie de burla. ¿Qué se ha creído? Pudiera romperle el cuello ahora si quisiera.— Solo porque él me ha preferido encima de ti...
—¿Estás seguro de eso?—Le interrumpí antes de soltar una carcajada. ¡Qué gracioso!— Estás demasiado ciego, Hobi.
—Es por lo que estás molesto. Estás enojado porque tuve sexo con Jungkook cuando era tú noviecito. Estás demasiado enfadado por haberle quitado a Jimin su preciosa virginidad... ¡Odias que haya sido yo...!
El cuerpo de Hoseok dio contra la pared cuando lo empujé. Escuché un quejido de dolor pero poco me importó. Mis manos se dirigieron al cuello de su camiseta y me acerqué a su oído. Pude sentir como temblaba por mi cercanía y aquello solo hizo que sonriera. Sigues siendo un niño, Hoseokkie.
—No te odio por hacer que Jungkook me haya metido los cuernos, imbécil. Te odié en su tiempo por lo de Jimin. Pero ésto es diferente.—Susurré muy bajo, para que entendiera mis palabras.— ¿Acaso crees que dejé a Taehyung y a Jungkook solos por nada...? Dime, Hoseokkie... ¿Acaso Jungkookie sabe lo que le hiciste a Taehyung hace tres años...?
—No me digas que...—Hoseok empezó a balbucear y a tartamudear. Lo solté mientras lo miraba de pies a cabeza. Me daba asco lo que veía.— Dime que no... No te atreviste...
—¿Yo? No.—Negué con la cabeza, podía sentir una sonrisa asomarse por mis labios.— Taehyung lo hará.
—Yoongi...—No lo dejé terminar porque lo agarré de la muñeca, abrí la puerta a mí lado y lo metí dentro, antes de cerrar la puerta a mi espalda.
Observé su ceño fruncido y mis ojos se dirigieron de primeras a un chico que estaba acostado en una cama, con las sábanas tapando su cuerpo, abrazando una almohada, con su boca un poco abierta y su cabello rubio despeinado.
—¿Ése es...?
Tapé la boca de Hoseok con mi mano para que no siguiera diciendo nada y observé a Jimin, esperando que no se despierte. Suspiré aliviado cuando giró en la cama, dándonos la espalda para seguir durmiendo. Mis mejillas se sonrojaron un poco al notar que abrazaba la almohada que siempre usaba, ya que estábamos en mi habitación.
—Quiero que lo veas y lo sepas, Hoseok.—Susurré lentamente en su oído, esperando que cada palabra que diga le quedara bien grabado.— Él es mío. No quisiera matarte porque el que lo hará es Taehyung... pero me entero que le tocaste un solo pelo a mí Jimin... y ten por seguro que te mandaré derecho a la tumba. ¿Entendiste?
Asintió lentamente y yo solo pude sonreír satisfecho. Sus ojos me observaron una vez giró.
—Creo que soy por el que menos tienes que preocuparte, Yoongi.
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