Capítulo 10 - Estoy cayendo

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N/a: Esta canción, es pero demasiado 😍

Natalia Prov:

Llevo 4 horas sentada, ya me fumé la cajetilla de cigarrillos y no he podido parar de llorar, sé que a dos cuadras hay una maldita botillería, también tengo claro que en algún momento Juliana va a aparecer por su automóvil, así que haré lo más sensato que se ocurre, entro a la ducha intentando borrar la cara de mierda que llevo en estos momentos , apenas termino me visto lo más austera posible, tomo las llaves del departamento y del carro, tomo mi bolso, algo de dinero, papel y lápiz, bajo lo más apresurada posible, por suerte está uno de los porteros que me conoce.

-Buenos días señorita Natalia ¿Cómo despertó hoy? – como la mierda, es lo único que puedo pensar.

-Muy bien Carlos, gracias por preguntar ¿y usted? – le digo con la sonrisa más falsa que puedo tener.

-Muy bien ¿Ya se va a su casa? – me pregunta con amabilidad.

-No, pero necesito pedirle un favor - le digo mirando con seriedad.

-Dígame, la ayudaré en lo que pueda – me dice él con una sonrisa.

-Necesito desaparecer por un tiempo, siento que el colegio y todo me está absorbiendo, por suerte ahora entramos a un receso de dos semanas, así que me vendré a vivir acá un tiempo, pero no quiero que nadie sepa que estoy acá, mis padres andan de viaje así que no hay problemas, si alguien viene a preguntar por mí, usted dice que no estoy, que hace tiempo no paso por acá, de hecho hoy probablemente pase una chica, Juliana, usted la conoce, ayer me taje su carro, aquí están las llaves, si llega a venir usted le pasa las llaves y la nota, le dice que deje mi motocicleta en la plaza del parqueadero que me corresponde – le digo entregándole las llaves y la nota doblada.

-Ningún problema señorita Natalia, le pasaré el mensaje a los porteros, será así hasta que usted levante la orden, pero – él me toma las manos, siempre ha sido muy amable y cariñoso conmigo, claro, siempre manteniendo la distancia - ¿Está bien? Sabe que puede hablar conmigo de lo que sea – podría decirle, podría descargar toda mi pena en el hombro de este amable hombre que siempre me ha apoyado, que siempre ha tenido una palabra de aliento para mí.

-Estoy bien Carlos, por favor no se olvide de pasarle el mensaje a los otros porteros, iré a comprar unas cosas que necesito, nos vemos a la vuelta – le digo soltándome de su agarre, salgo directo a la botillería, son apenas las 3 de la tarde, así que está vacío.

-¿Qué desea? – me pregunta un chico que es poco mayor que yo, me mira con deseo.

-Quiero dos botellas de vodka, un whisky, tres de tequila, también quiero dos fernet, coñac añejado y un licor de menta, dos paquetes de goma de mascar de menta fuerte y 5 paquetes de cigarrillos, los que tienen esencia de menta fuerte por favor – el tipo me mira con la mandíbula desencajada, después me habla en un tono seductor.

-¿Tienes una fiesta bonita? – me dice empezando a hacer mi pedido, es un desagradable.

- No es de tu incumbencia, envía el pedido a esta dirección – le digo entregándole un papel con la dirección del departamento y dinero suficiente para el despacho y pagar el pedido, no espero que ese tarado me responda y me voy directo a una farmacia, llevo bien repasado en mi mente lo que quiero comprar, mientras espero mi turno lo repaso mil y un veces en mi cabeza.

-Buenas tarde señorita ¿Qué desea? – me quedo en silencio un par de minutos, repaso la lista una y otra vez.

-Necesito pastillas para el dolor de cabeza, un inhibidor de las náuseas y alguna pastilla para la acidez – le digo, me quedo mirando como la farmacéutica reúne todas las cosas, una cosa aparece en mi mente, una cosa que no estaba en la lista.

-¿Necesitas algo más linda? – me dice con una sonrisa muy amable.

-Navajas, necesito repuestos de navajas para afeitar, por favor – ella me sonríe y me entrega la boleta, voy a pagar con una frase resonando en mi cabeza "estoy tan cansada de estar aquí", tomo la bolsa y vuelvo a caminar hacia el departamento, a un par de calles me pongo el gorro de la sudadera para tapar la cara de mierda que llevo, cuando estoy frente a la puerta veo que no hay nadie, subo por las escaleras de emergencia, mi paquete de la botillería está frente a mi portal y por suerte no hay nadie, entro todo a rastras y cierro con seguro, veo mi celular, tengo 4 mensajes en WhatsApp, los leo desde las notificaciones.

Juli:

Pasaré cerca de las 6 a buscar el auto, por si quieres conversar, te amo mi rata, nos vemos en unas horas.

Juanch:

¿Estás bien? ¿Si quieres te voy a ver? Mucha comida y abrazos de los amiwix.

Camila E:

¿Llegaste bien? Si necesitas algo llámame por favor, estoy dispuesta a escuchar.

Olga V:

¿Cómo despertaste? Si necesitas algo avísame, anoche no te vi bien, por favor avisa si estás bien.

Al demonio, al demonio con todos, apago el maldito celular y abro la botella de vodka, sentada en el balcón con un cigarro entre los dedos empiezo a beber, bebo porque estoy cansada, cansada de los ataques de pánico que me atacan cada vez que sueño con Makis, despierto y no está ahí, estoy cansada de ya no sentir nada cuando lloro porque lloré todo lo que me quedaba en alma cuando la perdí, estoy cansada de no poder quitarla de mi cabeza, estoy cansada de no poder arrancarla de mi corazón, estoy cansada de vivir con una maldita mascara pegada en la cara y un estúpido parche sosteniendo mi corazón.

Una semana después:

Ya no sé cuándo fue la última vez que estuve sobria, ya perdí la cuenta de cuantos cigarrillos me he fumado, pero eso no me consuela, no me está dando sosiego, por primera vez estoy sentada en el baño, en ropa interior con una polera sin mangas, en una mano tengo un cigarrillo y en la otra tengo una navaja, la miro indecisa y con más seguridad de la que querría la paso por mi brazo, por primera vez siento que mi corazón tiene calma, lo paso repetidas veces por mi antebrazo, con la intención de que cualquier sudadera camufle todo, encontré un placebo.

No sé cuánto tiempo después:

Llevo tantos días ebria que no sé en qué día vivo o cuando fue la última vez que vi a alguien que no fuera al tipo de la botillería, cuando estoy medianamente sobria tomo dinero y compro más alcohol y cigarrillos, el chico de la tienda ya no hace ningún intento por coquetear, creo que sabe que sus intentos serán inútiles, ya no sé ni en qué día vivo, más de alguna vez he escuchado que alguien toca la puerta, pero yo me quedo en el balcón, en silencio, tomando y fumando, o estoy encerrada en el baño usando el placebo, tengo un desastre en los antebrazos y en las piernas.

Hoy por primera vez tengo deseos de salir, pero no estoy totalmente sobria, aun así voy a salir, por alguna razón quiero hablar con una persona, así que mientras camino por la calle, prendo el móvil y busco la única persona con la que siento deseos de hablar en este momento.

Makis

Llamada saliente...

N/A:
Bitácora de una borracha, día ¿? No sé cuántos días llevo, pero ahora sí que me agarro una gripe que no me la saca nadie, cuando le iba a venir un amigo intentó traerme en su auto, pero soy muy testaruda y borracha soy peor, yo quería caminar bajo la lluvia, así que me vine caminando, llovía muy fuerte y andaba sin chaqueta, así que me mojé hasta el alma. Pasando a otras noticias, lo que les comenté en el capítulo pasado, lo haré, pero más tarde, espero que me sigan en mi idiotez, me voy a tomar sopita.

¿Cómo te atreves a volver? - (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora