Capítulo 9 - Borrame la memoria.

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N/A: Escuchen la canción, bueno, porque si.

Natalia Prov:

Me pesa la cabeza, el sol me da de lleno en la cara y eso no ayuda a que el dolor de cabeza baje, gruño de mala gana y me doy vuelta para taparme la cara con la almohada, pero en vez de eso me topo con una pequeña espalda cubierta por una de las camisetas anchas que tengo para cuando estoy deprimida, son muy cómodas y reconfortantes. Miro a mi alrededor espantada, tengo una sábana hasta la cintura, la levanto y por suerte tengo mi ropa interior, quizás no pasó nada, pero necesito ver quien es ella y saber porque está en mi cama. Intento ver su cara, pero el pelo la cubre, ella lentamente se remueve y se acuesta de espaldas, casi me voy de espaldas.

-¿Makis? – sale en un susurro, ella está plácidamente dormida, parece que ni el sol la perturba, es por inercia que mi mano va a su mejilla, la acaricio con cuidado, lentamente paso mi pulgar por la comisura de su labio inferior, es como un imán, pues mi cabeza se acerca lentamente a ella hasta que estoy a unos centímetros de sus labios, tengo la vista fija en ellos, levanto mis ojos y me encuentro con unos ojos que me miran con reproche.

-¿Qué se supone que haces maldita sea? – me dice con voz enojada, me incorporo y me siento recta en la cama.

-Lo siento – le digo con apresuro, no quería incomodarla, quería entender que había pasado anoche.

-Por lo menos ya sé que no te vas a morir de la borrachera – dice de manera seca, se pone de pie y empieza a buscar su ropa, no puedo reaccionar hasta que la veo completamente vestida, ella se pone de pie, pero no puedo dejar que se vaya sin que me explique cómo es que ella terminó durmiendo conmigo.

-Makis espera, no te vayas aun – le digo poniéndome de pie y corriendo tras ella, logro aprisionarla contra la puerta, pero unos mareos horribles me atacan.

-La resaca te va a matar por idiota – me dice ella tratando de poner distancia - ¿Qué quieres?

-¿Quiero saber qué pasó anoche? ¿Qué pasó entre nosotras? – le pregunto en un susurro, el mareo horrible aún no desaparece, ella lanza una risa sin un ápice de humor.

-¿Entre nosotras? Por favor Natalia, nada puede pasar entre nosotras, anoche las chicas te tuvieron que sacar a rastras de un bar, un tipo te estaba manoseando y tú no hacías nada por evitarlo, dijiste que no salías de ahí si no era conmigo, así que tuve que traerte a tu departamento, pero estabas tan borracha que me tuve que quedar acá para asegurarme que no te ahogaras con tu propia lengua – me dice ella con el ceño fruncido – Además de todo eso cuando despierto literalmente te descubro sobre mí, resulta que me llevo una reprimenda de Juliana porque volviste a fumar, me peleo con mi novia por tu culpa y tú lo único que haces es intentar besarme –no puedo evitar bajar la cabeza con culpabilidad, no esperaba escuchar tanta furia en su voz, por alguna razón lo que más me pone mal es saber que ella sabe que estoy fumando nuevamente.

-Perdóname, no esperaba causarte tantos problemas, déjame ofrecerte desayuno por las molestias – le digo quitando mis manos de la puerta para que ella ya no se sienta apresada.

-No Natalia, no te perdono nada y no quiero nada que me quieras ofrecer, lo único que quiero es salir lo antes posible de acá para arreglar todo lo que rompiste, sigo reparando los desastres que dejas con tu insensatez – me dice ella haciéndome a un lado y abriendo la puerta – Juliana tiene tu motocicleta, tú tienes su carro y por si no te queda claro, este es un adiós para siempre – el portazo que dejó sigue resonando en mi cabeza.

-Makis, no por favor – digo antes de romper a llorar con la espalda apoyada en la puerta, le sigo haciendo daño, cada cosa que hago la aleja más de mí y la empuja a los brazos de Isabel, hoy si la perdí para siempre, Makis se fue con mi corazón en las manos, nuevamente me dejó vacía, voy al cajoncito donde siempre tengo una cajetilla de repuesto, me siento en el balcón a fumar, dejando que las lágrimas solo corran por mi rostro, ya ni siquiera las siento, estoy hueca, no puedo sentir nada más que su ausencia.

Makis Prov:

No podía hacer esto, no podía dejar que supiera lo que pasó anoche, no podía dejar que pensara que me importa, espero que Natalia me borre de su memoria para siempre, que encuentre a alguien a quien amar y no es cuestión de ser cobarde, pero quiero reparar mi corazón con Isabel, quiero aprender a amarla, sé que con ella puedo encontrar felicidad, además a Natalia no la veré más. Le pido al Uber que me lleve a la casa de Isabel, toco la puerta y de inmediato me abre ella, apenas me ve me sonríe ampliamente.

-Pensé que estarías muy brava para responderme o venir acá – me dice abrazándome y levantándome, no siento nada, no siento nada cuando me abraza.

-Lo estaba, pensé en irme a mi casa, pero no podía dejar las cosas así, no soy de dejar las cosas inconclusas – ella me baja y me besa, yo le respondo el beso, pero simplemente no siento nada, esto me está frustrando.

-¿Dónde estabas amor? ¿Cómo te fuiste? – me pregunta ella, haciéndome entrar, quiero decirle que todo volverá a ser como antes, que la quiero, pero nada de eso sale de mi boca.

-Estaba en la casa de Cami, ella me llevó a su casa anoche – le digo mirándola a la cara, aún no le digo nada de que Natalia es mi ex, solo le dije que ella era la amiga que había traído el tema de nuevo a colación.

-¿Encontraron a la chica? – me pregunta ella recostándose en el sofá e invitándome a sentarme.

-Si, su otra amiga se la llevó, estaba muy borracha – le digo restándole importancia, mentir está mal, pero no quiero hacerle daño con la verdad de Natalia, no quiero dañarla porque no se lo merece.

-Perdóname, de verdad fue un arranque estúpido, no debí hacerlo, no debí dejarte sola, perdóname ¿Sí? – me dice haciéndome ojitos, yo le sonrío intentando disimular que tengo el corazón destrozado por los ojos muertos de Natalia.

-Está bien, sólo no lo vuelvas a hacer – le dejo un suave beso y me pongo de pie, necesito estar sola – Lo siento pero me tengo que ir, no he llegado a mi casa y mi mamá debe estar preocupada.

-¿Te voy a dejar? – me pregunta ella poniéndose de pie también.

-No es necesario, me pido un Uber – ella me abraza y esconde la cabeza en mi cuello, le regreso el abrazo y salgo de ahí.

Apenas llego a mi casa me tiro a la cama, es inevitable que las lágrimas se me escapen, de verdad quiero ser feliz y quiero que ella sea feliz, que encuentre consuelo en otros brazos, que con esto ella se lleve todos los momentos que vivimos, no fue mi intención ser así hoy, no fue mi intención dañarla, pero no podía ser de otra manera, no puedo volver a entregarle mi corazón, espero que ella borre nuestra historia y que esto me borre la memoria.

N/A:
Bueno, copio el mensaje acá, porque es la historia que más se lee y si llego a hacerlo, lo haré en esta, les cuento mi idiota idea, anteayer en conversación de borrachos le conté a una persona que escribía, esa persona me dijo que era bueno que hiciera algo que de verdad me apasionaba, pero que lo malo de hacerlo en estos medios, es que te escondes bajo un seudónimo, que debería dar un indicio de quién eran. Le encontré razón y se me ocurrió hacer algo, una lista, de 20 cosas sobre mi o mi vida, a modo de transparentar un poco, pero también se me ocurrió otra cosa, quizás sería bueno hacerlo en conjunto, por lo menos que cada persona que se dé el trabajo de leerlo que diga al menos 5 cosas sobre ella o algo así, intentar ser transparentes, no sé qué piensan, no sé si me quieren seguir en mis idioteces o si no quieren bien también, no lo sé, quiero saber qué piensan y de paso también conocer más de ustedes. Reviso opiniones, sugerencias y comentarios cuando se me pase la borrachera, porque ni tomar dejan tranquila, si por alguna razón hay alguien ligado con la hermosa carrera de Psicopedagogía, les cuento que ayer 17 de septiembre fue el día del psicopedagogo, felicitenlos.

¿Cómo te atreves a volver? - (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora