Capítulo 3 - No volverá.

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Makis Prov:

Me siento culpable, muy culpable, cuando Isabel me beso no pude hacer nada más que esperar abrir los ojos y ver a Natalia, quería que me besara y si no fuese porque llegó mi novia, eso habría pasado, lo malo es que por desesperación acepté a hablar con Natalia sabiendo que ella aún es un peligro para mí, sabiendo que al tenerla al frente no podré negar que la sigo amando, quiero a Isabel, fue alguien que me salvó de un agujero, pero no puedo amarla, no cuando mi corazón se quedó con esa endemoniada mujer de larga cabellera y labios carnosos.

-¿Qué pasa amor? - me pregunta Isabel, ya estamos por llegar a su casa, sé que cree que haremos algo, pero la verdad es que no quería llegar a mi casa porque mi mamá me conoce, sabe que la mala cara que tengo es por causa de un fantasma del pasado.

- No, es que, bueno, una de las chicas que está en el proyecto de Juancho es de mi antiguo colegio - le digo omitiendo algunos detalles.

- ¿No me digas que es tu ex novia? - me pregunta ella con una ceja alzada,  estoy debatiendome entre decirle la verdad o ocultar todo y no hacer más problemas.

- No, pero esa chica era amiga de ella, sin querer el tema salió, no directamente, pero salió - no puedo decirle la verdad, no quiero, no quiero que esto provoque abandonar a Juancho, sé que inconcientemente también quiero extender un poco más el tiempo con Natalia, aunque eso me torture y me destruya, aún así quiero tener más tiempo con ella.

- Amor, no vuelvas a recordarla, ella es parte de tu pasado, no puedes volver a caer en ese agujero, no recuerdes a ese fantasma que ya es parte de tu pasado - me dice con toda seguridad Isabel.

- No te preocupes, es un tema del pasado, después de todo cuando el amor se vá, no vuelve y mi amor por ella se fué - ni siquiera puedo despegar mi vista del vidrio al decir tal mentira.

- Así me gusta amor, arriba el ánimo - me dice estacionando frente a su casa, después me mira y comienza a acariciar mi pierna - Además ahora me tienes a mi.

- Gracias - le digo con desgana y con disimulo detengo sus caricias - Oye ¿Podemos dormir un momento? Es que estoy muy cansadas - veo que se le quita la sonrisa del rostro, pero asiente, así que nos bajamos del carro y de inmediato voy a su cuarto a intentar dormir, intentar olvidar.

Después de dormir un par de horas, Isabel me va a dejar a mi casa, por suerte mi mamá aun no llega, así que me voy directo a mi cuarto para seguir durmiendo, no tengo tareas, ni nada que hacer, así que dormir es mi mejor opción, creo que estoy tan desgastada emocionalmente que en un instante me quedo dormida.

- No puedes negar que me amas - me dice Natalia parada frente a mi, tiene los puños apretados y la mirada encendida.

- Yo no te amo Afanador, amo a Isabel - le digo con tanta seguridad que hasta yo me creo esa mentira.

- Ni siquiera la puedes besar sin imaginarte mi cara, deja de mentir María Cristina - me dice empezando a avanzar hacia mi, me tiene acorralada contra la mesa del comedor de mi casa, no tengo para donde huir.

-La amo a ella y nos vamos a casar en unos meses, TÚ NO TIENES NADA QUE HACER AL RESPECTO -le termino por gritar completamente frustrada y enojada.

- ¿Eso crees? - me pregunta rechinando los dientes.

- Eso afirmo, no tienes monos que pintar Afanador - le digo mirándola desafiante.

- Ya veremos - en unos cuantos segundos la tengo completamente pegada a mi, en unos instantes siento sus labios atacar los míos con fuerza, con pasión, con entrega, muerde mi labio inferior y termina por profundizar el beso, sus manos vagan desde mi cintura hasta mis muslos y con fuerza los alza para déjame sentada en la mesa, mientras ella se pone entre mis piernas y me vuelve a dejar completamente pegada, por inercia mis manos se enredan en sus cabellos y la hago acercarse aún más a mi, sus labios vuelven a ser la droga que me tiene completamente perdida, cuando el oxígeno escasea nos separamos, ella de inmediato empieza a besar mi cuello, entre besos me susurra - Admite que no la amas - deja una mordida en mi cuello haciéndome temblar - Dilo Makis - dice succionando con fuerza, de seguro me dejó una marca - Admitelo demonios - dice mordiendo con fuerza mi cuello.

- No la amo, no la amo ni un poco - suelto en un gemido completamente necesitado.

Despierto completamente bañada en sudor, con la respiración agitada y el corazón desbocado, no puedo creer lo que acabo de soñar, no puedo creer que después de todo este tiempo ella siga apareciendo en mis sueños, tengo que sacarla de mi vida, esa conversación será para dejarle en claro que ese amor ya es pasado.

Durante dos  días pienso y repaso en mi mente todo lo que le quiero decir, durante dos días me alejo de todo el mundo de mi, porque tengo que mantener la cabeza en frío para mandar a volar a Natalia Afanador, para dejarle claro que la quiero lejos de mi vida. Ya estamos reunidas grabando el Mashup de las princesas, por hora siento sus ojos clavados en mi espalda, siento que su mirada me quema y que desarma todos mis muros. Apenas terminamos Juanchos nos ve orgulloso.

- Quedó muy bueno, ahora debemos grabar un vídeo, quizás podríamos hacerlo en las tardes ¿Qué dicen ustedes? - nos pregunta con una sonrisa.

- Está bien - dice Natalia de inmediato.

- Yo no tengo problemas - dice Olgui.

- Puedo, pero no todas las tardes - dice Camí.

- Yo tampoco puedo todas las tardes, tengo vida fuera de esto - les digo yo.

- A mi me da igual, cuando puedan me avisan - dice Juli.

- Bueno, vayan a descansar, hagan sus deberes, no se tiren el año, sean niñas buenas, recuerden que las amo y ya salgan de acá que sus caras me tiene aburrido - nos dice Juancho dejando besos de despedida, veo que todas las chicas se van llendo, todas menos Natalia, yo no puedo quedarme quieta, así que voy a pararme afuera del estudio, veo que las chicas se van y en menos de 5 minutos sale Natalia y se para a mi lado.

- Me prometiste una conversación - me dice casi en un susurro - ¿Podemos ir a otra parte? Quiero hablar contigo con calma, por favor.

- ¿Dónde quieres ir? - le pregunto sin girar a verla.

- A un café o quizás a una parte más privada - me dice mirándome muy fijamente - Vamos, vine en carro.

Natalia Prov:

Quería llevarla a un café, pero aún así eso quita la intimidad, así que decidí algo un poco más arriesgado, mis papás me regalaron un pequeño apartamento en el centro de la ciudad, donde en realidad casi no paso porque no me gusta estar sola, sé que mientras conduzco no me hablará, pero no me queda de otra, en algún momento deberá hacerlo. Apenas estaciono dentro del edificio ella me mira con una ceja alzada.

- ¿Dónde demonios estamos?- me pregunta con inseguridad.

- En mi departamento, casi nunca paso acá, pero es mío, mis papás me lo regalaron hace un año - le digo con una calma que de verdad no tengo.

- No hablaré contigo acá, vamos a un café - me dice volviendo la vista hacia la ventana.

- Quiero hablar contigo con calma, no puedo hablar contigo en un café - le digo ya casi entregandome por completo al mal humor.

- Entonces me voy al demonio - me dice y se baja del auto, no lo puedo creer, la veo caminar hacia la salida con pasó decidido, ya la furia me ganó, me bajo iracuanda y por la fuerza la tomo por la cintura y la alzo para arrastrarla hasta el ascensor, presiono el piso 7, pero no suelto a Makis.

- ¿Te volviste loca? Suéltame Natalia que me voy en este instante - me grita ella sacudiéndose violentamente entre mis brazos.

- No, se acabó Makis, vamos a hablar hoy sí o sí - le digo con un tono un poco más alto del que esperaba. Apenas suena el timbre del ascensor la arrastro hasta mi departamento, la dejo dentro y cierro la puerta con fuerza, poniéndole llave para que no pueda salir.

- Déjame salir Natalia, no tienes derecho a hacerme esto - me dice acercándose a mi, sin esperar a nada la tomo de la cintura y la hago retroceder hasta quedar pegadas a la pared, pongo mi nariz contra la de ella e inconcientemente empiezo a acariciar con mis pulgares el hueso de sus caderas.

- No, no te voy a dejar ir hasta que me escuches, no te vas de aquí hasta me escuches todo lo que te tengo que decir, todo lo que me he tragado estos dos años, no te dejaré hasta que entiendas que te amo, que este amor no se ha ido, no se ha ido todavía - le digo acercándome aún más - Así que no Makis, no te vas a ir de aquí.

¿Cómo te atreves a volver? - (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora