Capítulo 28 - Tengo un secreto

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Natalia Prov:

Hoy se supone que tengo la ecografía de los 4 meses, en este mes que transcurrió solo nos enfrascamos en el trabajo, yo aún no puedo encontrar el valor para decirles a las chicas todo lo que está pasando, mi relación con Makis es rara, ella está ahí recordándome que me ama, pero respetando mi espacio, pero el trabajo nos ha consumido tanto que digamos que no queda mucho espacio para eso, cosa que agradezco enormemente, tengo unos antojos muy raros de los cuales Juancho se ha hecho cargo, creo que en la vida había comido tanta porquería junta.

Ahora estoy encerrada en la maldita habitación, se supone que en 3 horas debería estar en el centro de salud, pero quería salir antes para tomar aire, cosa que al parecer será imposible porque el estúpido sujetador no me cruza, es estoy completamente frustrada con la prenda, así que me envuelvo en la toalla y llamo a mi salvador.

Llamada saliente

Juancho...

Juancho:

¿Qué pasó? ¿Te sientes mal?

Natalia:

Si

Juancho:

Pero ¿Por qué lloras? Dime que necesitas, yo te lo consigo de inmediato.

Natalia:

Que me compres sujetadores, ninguno me queda bueno.

Juancho:

¿Es broma? ¿De verdad quieres que te compre sujetadores?

Natalia:

Si estúpido, sino no te estaría llamando, por favor, cómprame sujetadores de mamá

Juancho:

Está bien, voy de inmediato a comprarte esas cosas, pero esta será la peor vergüenza de mi vida, todo por tú culpa, pero está bien iré, ya no llores, Nati, por favor, no llores, ya voy saliendo a comprar esas cosas.

Natalia:

Te espero y tráeme un postre para quitarme el mal genio.

Juancho:

Eres insuperable, en unos 30 minutos llego.

Juliana Prov:

Llegue y lo primero que vi fue el bolso de Juancho, la verdad hoy en la mañana no pudimos despertar a Natalia, así que solo la dejamos dormir, con las chicas fuimos a comprar algunas cosas, Makis me contó que a Natalia le pasaba algo y no se lo decía, ella cree que aún tiene miedo por todo lo que tuvo que vivir, que eso la lleva a refugiarse mucho en si misma y cerrarse a los demás, apenas me dijo eso pensé que lo mejor sería hablar directamente con ella, así que me devolví al departamento, voy directo a la habitación de Natalia, pero antes de abrir escucho una risa muy conocida adentro, iba solo a entrar pero lo que escuché me dejó helada.

-Ya tienes una pancita bien prominente – escucho decir a Juancho entre risas, solo apego mi oreja a la puerta.

-Si y eso implica que me crecieron las caderas y que ningún maldito sujetador me queda bueno – escucho decir a Nati, parece de mal humor.

¿Cómo te atreves a volver? - (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora