Capítulo 26 - Tú Guardián.

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N/A: Esta canción tiene algo que me da como un escalofrío, cuando la escuché por x razones pensé en el papel de Juancho en la historia.

Natalia Prov:

Fue el vuelo más largo de toda la vida, ya cuando le conté a Juancho tenía un mes de embarazo, ahora ya estoy cerca de los dos meses, pero aún no me acostumbro completamente a eso de las náuseas, por lo menos los mareos son menos frecuentes, en el último control que tuve antes de irnos de Bogotá me dijeron que debería comprar unos suplementos vitamínicos y unas pastillas para las náuseas matutinas, Juancho me acompañó a decirle a mis padres, por lo menos ellos se lo tomaron bien, dijeron que fuera como fuera iban a querer a ese bebé, también les pedí que lo mantuviéramos en secreto y por ende mi papá no podía ser el médico tratante, en cuanto a Makis, bueno ese día que me besó no pude decirle lo que me estaba pasando, no podía solo decirle "Oye estoy embarazada de un violador, así que mejor no te acerques a mí", ahora no podía implicar a Makis en mi vida, la amo, pero tengo otra persona en la cual pensar, ya no puedo pensar solo en mí.

-Juancho me duelen los piecitos – le digo haciendo un puchero, creo que muchas horas sentada me afectaron, para empezar las náuseas están un poco fuertes, los pies se me hincharon y no pude dormir muy bien.

- ¿Te sientes bien? – me pregunta él rodeándome la cintura con el brazo.

- Si, solo estoy cansada, quiero llegar pronto al departamento, quiero una ducha y dormir mucho – le digo volviendo a hacer un puchero.

-Nati ¿No crees que se está pasando la mano con lo de dormir? Digo, siempre has sido perezosa, pero pasas durmiendo ¿Estás enferma? – me pregunta Juli, de inmediato me tenso, aún no estoy preparada para decirles lo de mi embarazo.

-No, sólo estoy recuperando todo el sueño que perdí durante un tiempo – les digo, en ese momento las náuseas me atacan horriblemente, Juancho se da cuenta y me estrecha contra él (Por favor bebé, no me hagas esto, aún no estoy lista para revelar tu existencia).

-¿Estás segura que estás bien? Te pusiste pálida de la nada – escucho a Makis a mi lado, definitivamente las náuseas ya no las puedo aguantar, así que sin importar nada corro desesperada al baño del aeropuerto, solo expulso todo lo que tengo en el estómago, me quedo un momento sentada en el sanitario, cuando ya me encuentro un poco estable abro la puerta y me encuentro con el rostro confuso de Makis - ¿Se puede saber que está pasando? No estás bien y se nota, no te sentiste bien en todo el vuelo.

-Nada, Makis estoy bien, lo que pasa es que anoche mis padres me hicieron una cena de despedid y al parecer algo me cayó pesado, no es nada – le digo intentando huir a sus ojos acusadores, me cae fatal tener que mentirle, solo me acerco al lavamanos y me lavo los dientes, para ayudar un poco con las náuseas empiezo a morder goma de mascar, siento que Makis se acerca a mí, en unos pocos segundos estoy completamente acorralada entre los lavamanos y el cuerpo de Makis, ella pone su mano en mi frente.

-Tienes un poco de fiebre – me dice, su otra mano se posa en mi cintura.

- Ay Makis estás exagerando, no tengo fiebre – le digo intentando sonreír, casi se me va el aire cuando cuela su mano en mi polera y toca mi vientre, sé que no lo podrá sentir, pero aun así me da un miedo terrible.

-Definitivamente tienes fiebre Natalia – me dice Makis, después saca su mano de mi polera y vuelve a poner su mano en mi cintura.

-No... no seas exagerada, quizás es por el viaje, nada de fiebre – no puedo creer que me trabara con mis propias palabras.

- No es de exagerada – dice y sus labios se posan delicadamente en mi mejilla, si no tenía fiebre ahora de seguro me da – Es que me preocupas y si tienes fiebre, le diré a Juancho – me dice soltándome para empezar a caminar hacia la puerta, si le dice a Juancho estoy perdida, porque este anda muy aprensivo y de seguro me lleva a un centro de salud.

¿Cómo te atreves a volver? - (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora