¿Cómo te atreves a volver? - (Ventino) [Makia]

Capítulo 30 - Pequeño Bulto.

N/A: Indicaciones para leer el capítulo, no escuchen la canción hasta terminar de leer, si por alguna razón la conoces, no importa, lee el capítulo y después escuchas la canción, si no haces caso a mis indicaciones, ten presente que te odio con todo mi corazón y que te haré sufrir mucho.

Juancho Prov:

La deje en las manos de los doctores, me quedo mirando fijamente mi mano manchada con sangre, no supieron decirme que podría ser, solo la tomaron y se la llevaron dentro, dejándome con el corazón en la boca, dejándome completamente ido y fuera de mí, siento levemente una presión en mi hombro, veo que Juan está parado a mis espaldas con los ojos cristalizados, lo único que puedo hacer es abrazarlo, y ya no puedo controlar las lágrimas que se me salen, siento otras manos en mi espalda, es Juli, cuando logro levantar la vista veo a Makis con el rostro transformado por el llanto y a Cami con Olgui desconcertadas, Makis se acerca a mí con paso firme.

-¿Desde cuándo sabías que Natalia estaba embarazada? – me dice con un hilo de voz, se ahoga con sus propios sollozos.

-Supe desde el primer mes Makis, cuando fue a decir que dimitía fue porque se enteró que estaba embarazada – le digo volviendo a dejar mi cuerpo caer en la silla, siento que me pesa horriblemente el cuerpo.

-Entonces ese niño...- yo no la dejo terminar, no soportaría escuchar decirlo.

-Ese niño es mi hijo, él nunca se va a enterar de las condiciones en las que fue concebido, él es mi hijo y eso nadie lo va a cambiar – le digo con voz firme, sé que a Makis le dolerá esto, pero si ella no quiere ser parte de la vida de Natalia por ese bebé, es una boba, porque se pierde a una mujer excepcional.

-Entonces por eso es que ella huía de mí, no es porque me odiara o porque me culpara, es porque tenía miedo de que me alejara de ella por ese bebé, pero que boba es, si la amo, como la dejaría sola en algo así – dice Makis cubriéndose el rostro, yo le tomo el hombro.

-Entiende que esto fue muy difícil para ella, quizás no fueron sus mejores decisiones, pero fueron las que ella consideró correctas, ahora tienes que estar con ella Makis, si la amas debes estar con ella, porque la vida con un bebé a cuestas no es fácil, además primero debemos saber que le pasa y porque el sangrado – le digo cortando mi voz por un sollozo al decir esto último, estamos lo que parecen horas mirándonos las caras, yo tengo la vista fija en mi mano manchada de sangre.

- Señor Juan Muñoz - escucho decir a mis espaldas, veo a una enfermera que mira atenta a ver quién le responde, yo solo me pongo de pie para dirigirme a ella - lo siento señor, no pudimos salvar...

- NO ¿DÓNDE ESTÁS NATALIA? DÍGAME DÓNDE ESTÁ NATALIA - sé que debo calmarme, siento unos sollozos a mis espaldas,pero no puedo ver, tengo los ojos nublados, siento que alguien me tiene tomado desde la espalda, creo que para evitar que me vaya sobre esa inocente enfermera.

- Señor, cálmense por favor, así no lo puedo dejar pasar - me dice ella, siento el pecho arder, perdí a Natalia, perdí a mi bebé, no puedo seguir escuchando.

- ¿Donde está Natalia? - digo más aire que nada, el cuerpo me falla y caigo de rodillas al suelo, no puedo pensar, siento que se me rompió el corazón.

- Ella lo necesita señor, por favor cálmense- me dice la enfermera arrodillándose frente a mi, entre las lágrimas no puedo distinguir su rostro - El bebé tenía Osteogénesis Imperfecta, no iba a poder sobrevivir, sus huesos estaban completamente fracturados y si seguía su desarrollo probablemente las fracturas hubieran sido peores, pero ella es una madre destrozada que se culpa por esto, lamentablemente esto es algo muy difícil de detectar, de verdad lo siento por lo de su bebé, pero ella lo necesita.

-¿Dónde está?- le pregunto casi en un susurro, ella me ayuda a ponerme de pie.

- Habitación 202, por favor sea fuerte, porque ella lo va a necesitar - me dice, yo simplemente me voy ciego a buscarla, necesito verla, cuando llego a la puerta siento que el cuerpo me va a fallar, abro la puerta intentando ser fuerte, pero ver a Natalia ahogada en llanto aferrada a ese pequeño bulto me rompe el corazón y hace que toda la fortaleza que logré reunir se fuera al diablo.

- Esto fue mi culpa, yo debí cuidarme - dice con la voz apagada, los sollozos acallan sus sus palabras,sin saber que cada vez que la siento llorar me apuñala el corazón.

- No hermosa, esto no fue tu culpa, fue algo que no se pudo prevenir - le digo, quería sonar seguro de eso, pero solo salió un lastimero sollozo al finalizar la frase, me.acerco a ella y me recuesto a su lado, intentando darle la fuerza que mis palabras no logran transmitir.

- Juancho, era solo una indefensa criatura, una criatura a la que yo debí cuidar y no fui capaz, esto es mi culpa - tomo su rostro para que me mire, veo mi rostro reflejado en sus tristes ojos, sin poder contenerme dejo un beso en su mejilla.

- Este niño estuvo 5 meses cuidado por la mejor mamá que el mundo le pudo dar, que a pensar de todo lo amó desde el momento uno, esto fue algo que no pudiste prevenir, que no se podía saber, por favor no te culpes, piensa que durante esos 5 meses este pequeño sintió más amor en el mundo que lo que muchos llegan a sentir en toda una vida - le digo apoyando mi frente en la de ella, no puedo negar que estoy destruído, que quiero solo ahogarme en llanto, aún siento la presión en el pecho que se me formó cuando pensé que también la había perdido a ella.

- Perdí a mi bebé Juancho - dice escondiendo su cara en mi pecho, lo único que puedo hacer es abrazarla, es lo más sensato, lo más humano, lo que más puede ayudar ahora.

- Lo perdimos bonita, ambos lo perdimos, pero también lo amamos como a nadie - le digo mientras dejo que las lágrimas salgan solas perdiéndose en la cabellera de Natalia, en este momento lo único que puedo pensar que este niño fue un pequeño bulto no nacido que se robó mi corazón, que formó un futuro para mí, que me hizo amar ciegamente, no entiendo porque tocó vivir esto, quizás lo necesitaban más allá arriba de lo que lo pudimos necesitar nosotros, pero aún no puedo entender el porqué.

Makis Prov:

Después de casi una hora cuando vieron que Juancho no saldría nos dieron el pase a nosotros, Juan va ciego a la habitación, él también supo lo que era perder a ese bebé, yo lo único que puedo pensar es en el dolor incesante que debe sentir Natalia, en la rabia y en la impotencia que la debe estar embargando.

Juan abre la puerta de esa habitación dejándonos a todos con el corazón en los pies, la escena es completamente desoladora, Juancho y Natalia abrazados llorando, aferrados a ese pequeño bulto entre los brazos del amor de mi vida, sus ojos se cruzan con los míos y por un instante creo sentir su dolor, sus ojos están vacíos, perdieron completamente el sentido, solo pueden mirar a ese pequeño bulto entre sus brazos que por estos meses amó y cuidó ciegamente, ese pequeño bulto que de seguro ahora que se marchó también se llevó su corazón.

N/A:
Ahora sí escuchen la canción y como es constumbre en mi dejo la reverenda cagá y me retiro.