Makis Prov:
Me pesa horrible la cabeza, anoche Juli estaba muy feliz y eufórica, me retó a una competencia de quién bebía más sin desmayarse y al parecer las dos perdimos porque no me acuerdo como llegué a al departamento, solo recuerdo un extraño sueño, Nati me decía que íbamos a ser madres, creo que esto de extrañarla me está jugando en contra y me hace tener este tipo de sueños, aunque en verdad no me quejaría si algún día llegara a ser madre con Nati. A duras penas me siento y de inmediato mi mundo empieza a darse vueltas, tengo que darme un momento, cuando miro a mi lado la veo a ella plácidamente dormida hecha un ovillo sobre la cama, ni siquiera está tapada, así que desarmo mi cama y media tambaleante la cubro con una de las cobijas, me siento a su lado y empiezo a pasar las manos delicadamente por sus mejillas.- Makis - dice aún dormida, donde no sé cómo hace, pero me tumba y me abraza fuertemente de la cintura dejándome frente a su rostro, Nati tiene el sueño muy pesado así que dudo que esto lo haga despierta, al parecer no siente que estamos lo suficientemente cerca porque toma mi muslo para cruzarlo sobre sus caderas, mientas que sus piernas aprisionan la mía, estoy tan cerca de ella que siento su aliento chocar en mi rostro, tener sus labios tan cerca me está matando, así que con delicadeza pongo mi mano en su mejilla.
-¿Te puedo besar? - pregunto más en un susurro que en cualquier cosa, ella sonríe, esa en mi afirmativa, tomo posesión de sus labios con un ligero roce, su labio inferior está atrapado entre los míos, definitivamente me siento en la gloria, me separo lentamente de ella para poder ver su rostro en paz mientras duerme, su paz se transmite porque antes de lo que espero el sueño me vuelve a atrapar, esta vez entre los brazos de la persona que amo.
Natalia Prov:
No puedo creer lo corto que se me ha hecho todo, hoy damos nuestro último concierto en España antes de volver a Bogotá, estoy a puertas de cumplir 5 meses de embarazo y en efecto ya me es más difícil esconder la panza, Juancho anda muy aprensivo, evitando en gran medida que haga sobre esfuerzo, ahora que Juli sabe lo único que hace es cumplir todos mis antojos y exagerar cada vez que me ve con mala cara o cansada, Makis, Olgui y Cami aún no saben nada, creo que piensan que esta actitud de Juancho y Juli es por lo que me pasó, así que casi de manera inconsciente imitan a ese par de exagerados, la relación con Makis es algo extraña, suele cocinarme, consentirme, me sigue mirando con amor, pero como aun no le digo nada mantengo mi distancia, ahora estamos enfrentando un grave problema con Juancho.
-La ropa no me va a quedar – le digo mirando lo que planea que me ponga.
-Natalia, si te va a quedar – me dice mirándome severamente, lo vuelvo a mirar, eso en definitiva no me va a quedar.
-Juancho, tengo panza, no puedo esto sin que se aproxime la cara de tu hijo diciendo "mírenme, soy el secreto que esconde mi mami" – le digo haciendo morisquetas, él se ríe.
-Mídetelo y vemos como queda – me dice él empujándome al probador, cuando estoy dentro un fuerte mareo me ataca, no me había pasado desde hace tiempo, así que cojo aire hasta que siento que ese mal estar desaparece, me pongo la ropa y en definitiva, me queda una porción de vientre al aire y se nota demasiado lo abultado.
-Juancho, ya se me está saliendo el ombligo – le digo saliendo y haciendo un pucherito, el desgraciado me saca una foto, en eso entra Juli al cuarto, apenas me ve lanza una sonora carcajada.
-Marica, se te está saliendo el ombligo – me dice, sin poder controlar su risa.
-La verdad solo lo hice a propósito, quería ver como se te asomaba la pancita – me dice y después me pasa otro cambio de ropa, yo solo lo miro mal.
- Sigue riéndote de la embaraza, pero si sigues por ese camino entre los dos haremos unas tremendas peleas de zumo, ya no sé quién lleva al bebé, si yo o tú, pazón – Juancho deja de reírse y se mira el vientre y hace un puchero.
-Es que tus antojos son muy cerdos – me dice en su defensa – Ya, vayan a alistarse, intenten ser lo más discretas posibles y espero Nati, que cuando lleguemos a Bogotá les cuentes a las chicas, tu panzota ya no se puede disimular más, a Juan le costó mucho encontrar algo que la disimulara.
-Si, Juancho, cuando lleguemos a Bogotá se los digo, deja de hacerme caras feas, sabes que lo haré – le digo tomando a Juli del brazo, creo que lo mejor fue que ella nos descubriera, tener una aliada en todo esto es refrescante.
-Si quieres nos podemos arreglar en mi cuarto, digo, así dejas tu panzota al aire unos momentos y no te escondes en kilos de ropa – me dice ella apoyando su cabeza en mi hombro.
-Está bien, creo que eso del exceso de ropa me está afectando un poco, hoy me dio un mareo – le digo un poco ausente.
-¿Te sientes bien? Porque si te sientes mal suspendemos todo y ya está – me dice ella mirándome fijamente.
-Me siento bien Juli, nada malo me va a pasar, por favor, confía en mí – le digo y sin más nos vamos a arreglar al departamento, solo nos encerramos en su habitación para poder arreglarnos con calma, muchas veces la veo con los ojos fijos en mi vientre, cuando se da cuenta de que la estoy mirando sonríe como boba y deja un beso ahí, no puedo creer lo mucho que lo quiere, sin siquiera conocerlo, él es nuestro pequeño bebé unicornio.
Makis Prov:
Estamos en el camerino, en unos cuantos minutos iremos al escenario, veo a Natalia fijamente, se ve cansada, incluso un poco adolorida, está roja, así que me acerco a ella con delicadeza, ella me mira fijamente.
-¿Te sientes bien? – le pregunto sentándome a si lado.
-Si, estoy un poco nerviosa – en ese minuto hace una mueca, intenta correr su cara para que no la vea, tomo su mejilla y me doy cuenta de que tiene fiebre.
-Nati tienes fiebre, espera, le digo a Juancho, no puedes salir así – le digo, pero ella toma fuertemente mi mano y me jala volviendo a sentarme.
-No Makis, puedo salir, es el último concierto y no lo quiero estropear – me dice haciéndome una carita que me derrite.
-No le diré, pero si te sientes muy mal promete que serás responsable y decidirás no salir – Juancho empieza a hacer señas de que debemos subir, ella me sonríe, en un rápido movimiento toma posesión de mis labios, es un beso corto pero intenso, me sonríe y se pone de pie, yo solo me quedo helada ¿Eso qué significa?
Subimos a ese escenario con la intención de darlo todo y así es, cada canción la cantamos con toda la fuerza del mundo, cuando terminamos veo que Nati está muy rezagada cuando bajamos del escenario, además de pálida, ver su cuerpo caer estrepitosamente al suelo me confirma que nada está bien, cae desde el último escalón bajando del escenario.
-Makis llama al chofer, hay que llevarla a un centro de salud lo más rápido posible – me grita Juancho tomándola en brazos, solo le mando un texto al chofer y veo que Juancho corre con ella al coche, Juan nos detiene.
-Nosotros vamos detrás, no debemos entorpecer esto – nos dice con la vista fija en el carro.
-¿Qué mierdas está pasando? Ustedes saben algo que nosotras no – le digo mirando alternamente a Juli y a Juan, ellos se miran nerviosos, pasa algo con Natalia y no nos quieren decir.
Juancho Prov:
Ella no debió presentarse, la vi un poco cansada en la tarde, pero no pensé que se desmallaría, solo puedo acariciar su cabello y rogar por que todo esté bien.
-Tranquila hermosa, ya llegaremos, ya estarás bien – siento que la mano que está atrás de Nati húmeda, el miedo me embarga – Podrías acelerar, tenemos que llegar lo antes posible – miro mi mano y el corazón se me detiene, es sangre, no puede ser, algo malo está pasando, tengo que salvarla, tengo que salvarlo a él.
ESTÁS LEYENDO
¿Cómo te atreves a volver? - (Ventino) [Makia]
FanfictionHace años atrás un amor se extinguió por extraños motivos, patrañas sucias terminaron por extinguirlo, cada cual hizo su vida como creyó conveniente, pero ¿Qué pasará si el destino las vuelve a juntar?¿Qué pasa si tú primero y único amor se presenta...